La serie está basada en un libro de Stephanie Land, donde cuenta su propia vida como madre soltera, atravesando situaciones de violencia de género y sobreviviendo como trabajadora de casa particular con un salario inferior al mínimo.
Miércoles 6 de octubre de 2021 21:06
“Las cosas por limpiar” se estrenó el 1 de octubre y se instaló como una de las series tendencia en la plataforma Netflix, en medio del furor que generó la serie coreana “El juego del calamar”.
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La historia aborda la vida de Alex, interpretada por Margaret Qualley, una chica que decide separarse de su pareja tras situaciones de violencia y así emprender el camino de madre soltera que por diferentes circunstancias atraviesan muchas mujeres.
Esa situación le impide desarrollar su sueño de ser escritora. Para mantenerse a ella y a su hija busca trabajo y consigue uno como trabajadora de casa particular con familias de gran poder adquisitivo.
La serie está basada en una historia real, la de Stephanie Land, quien escribió un libro que se transformó en best-seller para relatar su propia vida: Maid. Hard Work, Low Pay and a Mother’s Will to Survive (Empleada doméstica. Trabajo duro, salario bajo y la voluntad de una madre de sobrevivir).
La historia muestra múltiples dificultades que debe atravesar la protagonista como madre soltera, donde también aparecen la relación con su familia (su madre y su padre), y también su esposo. Como trabajadora de casa particular cobra 9 dólares la hora, una cifra menor al salario mínimo en Estados Unidos. Sin derecho a que le paguen si se enfermaba, ni mucho menos a vacaciones.
Una historia donde la precariedad de la vida tiene distintas expresiones, ella y su hija llegan a enfermarse por el moho del lugar donde vivían y deben mudarse. Producto de las complicaciones económicas que atraviesa intenta recurrir a programas federales para recibir subsidios por parte del Gobierno pero allí también se encuentra con trabas. La serie fue producida por Molly Smith Metzler, John Wells (E.R., Shameless) y Margot Robbie (Birds of Prey; I, Tonya).
En el newsletter No Somos una Hermandad, Celeste Murillo comentó sobre la serie: “La adaptación tiene varios personajes ficcionados y seguramente cambios que la hacen un poco más digerible, pero cuenta un viaje al fondo de los Estados Unidos precarios, sobrepoblados de mujeres que trabajan por casi nada para mantenerse a flote y navegan la burocracia de una “ayuda estatal” que no ayuda a casi nadie. En el viaje de Alex, desaprendemos violencias poco visibles, no solo de esposos/novios/padres sino de una sociedad sostenida en ellas”.
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario