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Red Internacional
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Internacional. Las demoliciones en Cisjordania como ariete de la opresión al pueblo palestino

Crónica desde Palestina sobre una de las constantes demoliciones de viviendas. Uno de los puntales, junto con la expansión del muro, en que se basa el Estado asesino de Israel para someter la población palestina en Cisjordania.

Martes 13 de septiembre de 2022

Imagen captada justo después de la demolición. Foto: Caterina Albert

Imagen captada justo después de la demolición. Foto: Caterina Albert

No hace mucho que hemos llegado desde diferentes puntos de Europa y ya nos encontramos con una de las estampas más cotidianas de la Palestina ocupada (Cisjordania) y que más profundiza en la pobreza del día a día de los palestinos que todavía permanecen en la zona. Hablamos de las demoliciones constantes y sin previo aviso que ejecuta el Estado de Israel periódicamente.

Nos situamos en el pueblo de Kafr ad-Dik, en el norte del West Bank y a pocos kilómetros de la Línea Verde. No son ni las ocho de la mañana cuando ya empiezan los preparativos militares del ejército de Israel para demoler la vivienda de un matrimonio joven con dos hijas pequeñas, y que justo en aquellos días acababan de terminar para entrar a vivir en las próximas dos semanas.

Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert
Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert

Como de costumbre, los soldados llegan sin aviso, y menos todavía sin orden que justifique el derribo de la casa. A continuación, cortan los accesos para evitar que decenas de palestinos pudieran acceder en la zona y defender la familia de la inminente demolición.

Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert
Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert

No obstante, al ver que unas sesenta personas se acercaban para impedir el derribo, el ejército empezó a cargar primero con granates de sonido y después con gases lacrimógenos como medida represiva de dispersión. Hay que destacar, y es una cuestión que los reporteros hemos sufrido en primera persona, que las bombas de gas que utilizan los soldados israelíes actúan como verdaderas sustancias crematorias tanto en las zonas de los ojos y la cara, como también en todo el cuerpo. Algo que se utiliza indiscriminadamente a pesar de que el gas utilizado supera en mucho el que está legalizado internacionalmente.

Cuando desde la prensa pudimos acceder en la zona de la vivienda, este ya estaba derrocado, a pesar de que la represión de los soldados israelíes todavía seguía con descargas de balas de goma para reprimir la movilización que se había formado, todo hasta el punto de herir gravemente la cabeza de un joven que estaba defendiendo la vivienda, entre otras contusiones y heridas de diferentes consideraciones.

Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert
Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert

Sin duda, las constantes demoliciones que lleva adelante el Estado de Israel, como esta que pudimos presenciar y dar a conocer, son el paso previo para extender y profundizar en la construcción del muro de Cisjordania que desde hace casi dos décadas está buscando y desposeyendo de sus tierras a la población que permanece en West Bank cada vez más menguante.

Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert
Unidades del ejército de Israel llegan a los alrededores de la vivienda. Enfrente, un vecino tratando de acercarse para defender la casa. Foto: Caterina Albert

En la actualidad, y desde hace años, la zona de Massafer Yatta es una de las más afectadas por las demoliciones donde estas son más constantes y pasan ininterrumpidamente por encima de equipaciones locales como escuelas e institutos en los límites de la Línea Verde. A pesar de que los derribos se extienden a lo largo de todo el territorio ocupado siguiendo la estrategia lenta y silenciosa de desgaste. En este sentido, por este mes de septiembre está previsto la demolición de una escuela de beduinos, todo sin ningún tipo de cimiento para justificar el derribo.

Y en este sentido, las demoliciones van siempre en la misma dirección a la construcción de asentamientos colonos confiscando territorio, haciendo que los palestinos acaben abandonando sus tierras y sufran humillaciones constantes y el ejercicio del poder colonial.