¿La patria no se vende? Las direcciones peronistas y la gestión de la UNGS se niegan a apoyar la lucha de los trabajadores de GPS- Aerolíneas Argentinas y votan el arancelamiento de los posgrados

El miércoles a las dos de la tarde se realizó una nueva sesión del Consejo Superior, vale recordar que en la anterior se vota la Emergencia Presupuestaria en la UNGS para permitir al rectorado realizar recorte. Agustina Barrios, consejera superior del claustro estudiantil del IDH , en esta sesión presentó un proyecto sobre tablas para que se realice un pronunciamiento en apoyo a las más de 60 trabajadoras y trabajadores despedidos de GPS de Aerolíneas Argentinas y que se le exiga a las centrales sindicales un paro nacional y plan de luchar para unificar las peleas que se están dando en distintos sectores. La votación fue 23 votos a favor y 11 en contra, en la que por un voto no se alcanzó los dos tercios para que se pueda discutir.

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Las direcciones peronistas de la UNGS está en contra de quienes defienden nuestra aerolínea de bandera

Los trabajadores aeronáuticos estuvieron en la primera línea de combate durante la pandemia, se contagiaron de COVID y lo llevaron a sus casas también contagiando a su familias, y ahora resulta que son descartables porque quieren dejar en la calle a trabajadores con dengue, insulinodependientes, estos son los trabajadores que hoy también están en la primera línea de pelea contra los despidos y la privatización de Aerolíneas Argentinas.

El peronismo que en lo discursivo responsabiliza a Milei de los recortes en la universidad y dice que la patria no se vende, le da la espalda a quienes luchan porque no se vendan los puestos de trabajo, los derechos conquistados, y Aerolíneas Argentinas. Para el desarrollo del país es estratégico tener una aerolínea de bandera. La mayoría de los países desarrollados poseen una. En Aerolíneas Argentinas se realizan alrededor de los 70 % de viajes que se realizan en avión en el país.

La gestión universitaria se niega a apoyar a los tercerizados de GPS profundizando su orientación antiobrera en una universidad que la mayoría son trabajadores precarizados y primera generación de estudiantes universitarios. La ex rectora de la UNGS, Gabriela Diker, con la misma línea que la vicerrectora de la UNQui respondió que como son tercerizados no se trata de trabajadores de Aerolíneas Argentinas.

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Lo que muestra que no quieren que se conviertan en un ejemplo los trabajadores que se organizan y enfrentan el plan motosierra de Milei para los miles de estudiantes que van a la UNGS y están sufriendo las políticas de ajuste, no podemos esperar a 2027, mientras todos los días más familias pierden sus puestos de trabajo.

La consejera de En Clave Roja Agustina Barrios en su intervención señaló que: “Sería un gran gran gesto que este consejo superior muestre su solidaridad con trabajadores que están enfrentando planes muy parecidos a los que estamos enfrentando nosotros porque hay una gran avanzada privatizadora tanto en las empresas estatales como en la universidad pública”

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Al igual que Milei, la gestión universitaria dice que no hay plata

En el marco de la emergencia presupuestaria, uno de los temas principales de la sesión del consejo superior fue tratar la suspensión de fondos destinados a los posgrados, en efecto significa que para les graduades y trabajadores de la UNGS deje de ser gratuito poder acceder a los posgrados, un derecho conquistado por los estudiantes, algo no menor que este proyecto contó con el apoyo de un consejero del FUNYP, organización peronista que junto a El Puente son la conducción del Centro de Estudiantes.

Esto es un avance privatista en la universidad pública con el mismo discurso que usa el gobierno nacional de que no hay plata y aplicar sobre les estudiantes y trabajadores a la UNGS como única salida, pero la plata está se la llevan empresarios como Galperin que fue beneficiado por el Estado con extensiones y reducciones impositivas, el capital financiero como los bancos y el FMI.

Con esta medida la gestión avanza en una orientación antiobrera y elitista de la universidad, en una universidad que el 80 % son trabajadores no van a poder acceder a posgrados después de graduarse, en un contexto que se viene avanzando en ajuste a los estudiantes, por ejemplo, todavía a muchos estudiantes no se le acredito el boleto estudiantil, se eliminó el micro que tenía el recorrido Lemos-UNGS, y con los aumentos de los alimentos y las fotocopias las becas son totalmente insuficientes. Pero, lo que está en juego también al servicio de quien se va a poner el conocimiento si de las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre como se podría aportar desde las universidades a enfrentar la crisis sanitaria por el dengue o como quiere este gobierno que el conocimiento esté al servicio del mercado: el FMI, el Banco Mundial y la OCDE.

Trasladar el ajuste del gobierno en la universidad no es la única salida, si algo demostraron las jornadas del 8M y el 24M que son muchos los jóvenes y estudiantes que quieren enfrentar y derrotar el plan motosierra de Milei. Pero nuestro tiempo no es el mismo de quienes están en la dirección del Centro de Estudiantes que está siendo cómplice del ajuste del gobierno, no se puede esperar más hay que luchar ahora para defender la educación pública y una universidad de les trabajadores. Por eso, es urgente que llamen a una gran asamblea estudiantil para debatir entre todos los estudiantes y votar un plan de lucha.

Unir las peleas por abajo que quieren dividir por arriba

El plan de guerra que desató el gobierno desde su primer día ataca a todos los sectores del pueblo trabajador: a los estudiantes, a trabajadores estatales, privados, desocupados, a las mujeres y disidencias.

Entonces, no podemos luchar por separado por eso la importancia de apoyar a los despedidos de GPS que es una lucha estratégica porque no se privatice la aerolínea de bandera, como también las peleas que se están dando en Telam, el INCAA, los estatales entre otros sectores. No podemos luchar de forma separada o esperar a 2027 como plantean las direcciones peronistas, tenemos que seguir el ejemplo de las asambleas populares con una democracia desde abajo y coordinando todos los sectores que están peleando para imponer a las centrales sindicales un nuevo paro nacional y un plan de lucha.