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Red Internacional
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Opinión. Las disputas entre Pedro Castillo y Vladimir Cerrón de Perú Libre

La caída del gabinete Bellido y la asunción de Mirtha Vázquez al premierato, no solo implicó un paso más en el proceso de derechización del gobierno de Castillo, sino que también marco el inicio de la ruptura entre el ejecutivo y el sector del partido Perú Libre dirigido por Vladimir Cerrón.

Lunes 18 de octubre de 2021 22:08

Como lo dijimos en su momento, la caída del Gabinete presidido por Guido Bellido Ugarte profundizo el giro derechista del gobierno encabezado por Pedro Castillo, ya que con la asunción de la abogada Mirtha Vázquez se terminó cediendo a las presiones de la derecha y el empresariado que exigían una personalidad más dúctil a sus intereses, y en ese sentido, Vázquez cumple sobre manera este requisito, como claramente lo demostró cuando le toco ser presidenta del Congreso y cogobernar de la mano del ex presidente Sagasti, siendo allí su principal función desmovilizar al pueblo y recuperar la confianza en las instituciones y en el régimen de 1993 que las movilizaciones de noviembre del 2020 contra Merino habían puesto en cuestión.

Sin embargo, la profundización de este viraje conservador que se inició en la segunda vuelta cuando Castillo y el conjunto de Perú Libre aceptaron suscribir la denominada “Proclama ciudadana” que condicionaba el quehacer de los candidatos al respeto de la Constitución de 1993 y al modelo neoliberal, en esta oportunidad abrió una nueva crisis para el ejecutivo ya que marco también el alejamiento formal del sector cercano a Vladimir Cerrón quienes al haber perdido presencia en el nuevo gabinete se declararon enemigos del mismo e implícitamente de Castillo, en función de ello, hace unos días atrás hicieron público un comunicado que reflejaría la voluntad de una Asamblea Nacional de militantes de Perú Libre donde acuerdan que el grupo parlamentario cerronista votaría en contra del voto de confianza al nuevo gabinete ya que consideran que este desdibuja las promesas de campaña de Pedro Castillo.

En ese entender, el sector de Congresistas y militantes de Perú Libre cercanos a Vladimir Cerrón han señalado que la designación de la abogada y ex presidenta del Congreso de la República Mirtha Vásquez “es una traición y que se estaría abandonando la propuesta de cambio de constitución de la campaña electoral”, también han acusado a Vázquez de no haber estado en la campaña presidencial de Castillo. Antes de que se oficialice este formal distanciamiento, Cerrón a través de su cuenta de twitter, y siguiendo la lógica clientelar de los viejos partidos adaptados al régimen, no tuvo el más minino reparo que exigirle a Castillo “cuotas de poder” en la administración del estado.

Cabe mencionar que mientras duró el romance entre Castillo y Cerrón, el ejecutivo encabezado por Pedro Castillo no se caracterizó por defender una política revolucionaria o de defensa coherente de los intereses de los trabajadores que rompa con los grandes empresarios y que abra el camino hacia la liquidación definitiva del régimen político legalizado por la Constitución de 1993. Para muestra algunos botones: en relación a la Asamblea Constituyente, desde el ejecutivo se allanaron dócilmente al discurso de la derecha que decía que la Constitución del 93 solo se podía cambiar respetando los canales establecidos aquí y promoviendo, en el mejor de los casos, una reforma constitucional o una campaña de recolección de firmas para llegar a un referéndum, todo ello desvinculado completamente de la necesidad de promover la lucha y la auto organización obrera y popular.

En este periodo también se formalizo la permanencia al frente del Banco Central de Reserva del banquero neoliberal Julio Velarde, así mismo, se avaló la propuesta neoliberal del presupuesto público 2022 presentada y defendida por Pedro Francke quien en repetidas oportunidades y ya siendo ministro de economía se pronunció contra el cambio de la constitución y contra el incremento del salario mínimo y no fue cuestionado por la facción cerronista. De igual manera, aquí se hizo sendos llamados a los capitales imperialistas a “invertir” en el Perú y se deslindó categóricamente de cualquier posibilidad de afectar la propiedad y las ganancias de los empresarios.

En este mismo periodo los seguidores de Cerrón callaron en todos los idiomas cuando la marina de guerra promovió la salida de Bejar de la Cancillería por haber dicho que las fuerzas armadas también promovieron acciones terroristas en los años 70, es más, el mismo Guido Bellido – a decir de Bejar – fue el encargado de pedirle su renuncia y evitar así que el sociólogo y ex canciller pueda hacer sus descargos en el parlamento. Y lo más vergonzoso se dio cuando la mayoría de congresistas seguidores de Cerrón encabezados por Valdemar Cerrón (hermano de Vladimir Cerrón) terminaron votando a favor del ingreso de tropas norteamericanas al territorio peruano.

Por estas y otras razones arto conocidas, nos parece que las diferencias entre Pedro Castillo y los seguidores de Vladimir Cerrón están condicionadas por el afán de este ultimo de tener la mayor presencia posible de funcionarios en el estado, lo cual se terminó convirtiendo en un problema para el mismo Castillo ya que lo colocaba con un personaje de segundo plano sometido a un partido y a un líder con un apetito voraz por ser él el encargado de controlarlo todo.

Los medios de comunicación que le habían sido esquivos al presidente Castillo han saludado la conformación del nuevo gabinete presidido por Mirtha Vázquez, así como la eventual separación entre Castillo y el bloque parlamentario encabezado por Cerrón ya que de esta manera el presidente queda aislado en el ejecutivo y con un porcentaje muy limitado de apoyo parlamentario lo cual reduce considerablemente su capacidad de maniobra.

La asunción del nuevo gabinete ha sido considerada por los medios de comunicación como un “cambio responsable” y como una muestra del presidente de querer mantener la gobernabilidad, esto a raíz que desde los conglomerados mediáticos apoyaron la gestión del ex presidente Sagasti y de Mirtha Vásquez en la presidencia del Congreso de la República porque, como ya lo dijimos, ambos fueron los que canalizaron institucionalmente la indignación de las protestas de noviembre del año pasado y aseguraron así la continuidad de las medidas de ajuste neoliberal.

La bancada Juntos por el Perú de Verónica Mendoza y otras fuerzas políticas de la denominada izquierda liberal, que tienen presencia en el parlamento y también en el nuevo gabinete a través de Pedro Francke en Economía, Anahí Durand en el Ministerio de la Mujer y Roberto Sánchez en Turismo, han respaldado estos últimos cambios ministeriales, presentándolos como acciones que denotan responsabilidad y como muestras del ejecutivo de querer concertar y gobernar con otros sectores políticos y a partir de ello han hecho sendos llamados a la unidad política de la izquierda más allá de cualquier diferencia ideológica.

De esta manera, las ilusiones de cambio que en su momento despertó Pedro Castillo y Perú Libre están encontrando sus límites y han ingresado a un periodo de abierta adaptación a la política del empresariado y la derecha.