En el marco de un brutal ajuste y crisis histórica, un debate sobre qué rol juegan los sindicatos docentes y cómo organizar la fuerza de las mujeres para frenar el plan de ajuste. Entrevistamos a Marilina Arias docente de La Marrón e integrante de la directiva de Ademys y Ana Belinco delegada de UTE- CTERA.
Miércoles 26 de septiembre de 2018 17:11
¿Cómo se vive la actual situación de ajuste desde las escuelas?
MA: Nosotras la vivimos mal. Hace casi dos meses perdieron la vida dos compañeros, trabajando en Moreno y nos podría haber pasado a cualquiera porque lamentablemente ese es el estado de las escuelas, y no mejorará con el presupuesto 2019. Además se suman las amenazas y torturas a Corina. En los barrios de la zona sur de Capital empiezan a funcionar las ollas populares como en Provincia. Ya vemos el hambre en la carita de nuestros chicos, en sus familias que nos vienen a contar la situación que están atravesando de desempleo a causa de despidos o porque ya no hay changas. No es fácil para nosotras tampoco, donde la mayoría somos sostén de hogar y nos vienen facturas de servicios que se llevan lo que cobramos por un cargo. La megadevaluación pulverizó nuestros salarios.
Agarramos cada vez más horas y turnos, es mucho. Además ya no hay margen para el taxi ese día que estás reventada y poder llegar rápido a casa, o para el delivery y así poder usar ese rato para hacer la tarea con nuestros hijos, o corregir y ordenar un poco. El ajuste se traduce en peores condiciones de vida para las familias trabajadoras, donde las mujeres nos llevamos la peor parte ya que recae sobre nosotras y donde las niñas son las primeras en dejar la escolaridad. Los datos oficiales de desocupación casualmente muestran que son las mujeres las principales afectadas. La escuela es un reflejo de eso.
¿Qué rol juegan los sindicatos docentes frente a esta situación?
AB: La conducción mayoritaria del gremio docente a nivel nacional y a nivel provinciales es la lista Celeste de Sonia Alesso, Eduardo Lopez, Baradel, todos alineados en la CTA Yasky, diputado del FPV y reconocido cristinista. Como vimos en la lucha universitaria donde la CONADU terminó arreglando con el gobierno por una paritaria a la baja cuando el movimiento universitario seguía en la calle o vemos en con el crimen social de Moreno, este sector del sindicalismo que se dice opositor al plan de ajuste de Macri y el FMI, tiene una estrategia “aguantar al 2019”. Y lo dicen públicamente en cada oportunidad que tienen: “Lo vamos a sacar en las urnas”, “ya va a volver un gobierno popular” “vamos a estar en la calle y en el 2019 vamos a votar”.
En ningún momento se los escucha alentar al movimiento obrero para derrotar el plan de ajuste, para echar al FMI, para dejar de pagar la deuda que se lleva millones de dólares al exterior mientras nuestros pibes pasan hambre y se recorta en salud, educación, promoción social. Nosotras decimos “la lucha es ahora” y no olvidamos que su gobierno “popular” también nos trató de vagas en las sesiones del Congreso. Esas “vagas” somos las que hoy bancamos las ollas en las barriadas.
¿Cómo fue el paro en las escuelas?
MA: Fue un parazo enorme, tardío, pero demostró que las y los trabajadores no estamos dispuestos a arrodillarnos frente al ajuste y el FMI. Las escuelas estuvieron cerradas. Sin embargo el anuncio del sindicalismo “opositor” que encabeza Yasky, Baradel y López, para continuar el plan de lucha es una marcha el 20 de octubre a la Basílica de Luján. Parece una tomada de pelo. No solo porque muchos trabajadores y trabajadoras no nos identificamos con la Iglesia Católica ni su religión, sino también frente a la marea verde que este año copó las calles y que encontró en esa misma Iglesia a los mayores enemigos de sus derechos, de hecho la pelea por el aborto legal continuó con la Campaña por la separación de la iglesia y el Estado. Que practiquen la religión que quieran pero no en nombre de nuestros sindicatos ni nuestras luchas. La Iglesia siempre ha jugado un rol pasivizador en momento de crisis. Nosotras queremos pelear para derrotar este plan de ajuste. En ninguna asamblea, ni plenario de delegados, ni nada, se discutió ni votó que nuestro plan de lucha continuaba peregrinando a Luján.
¿Qué salida proponen entonces desde La Marrón?
Nosotras peleamos por otra perspectiva para que la crisis la paguen quienes la generaron los empresarios, los especuladores, los grandes terratenientes, los que fugan capitales y para que gobiernen los trabajadores y trabajadoras. Queremos derrotar este plan porque sabemos que son ellos o nosotros. Por eso peleamos en nuestros sindicatos para imponer con la lucha medidas como el No pago de la deuda, la separación de la Iglesia y el Estado, el rechazo al presupuesto 2019, y que se imponga en las calles el llamado de emergencia a una asamblea Constituyente Libre y Soberana donde se discutan y definan los destinos del país y las futuras generaciones.
Creemos que la fuerza de las mujeres trabajadoras y las millones de jóvenes que inundaron las calles con la marea verde, junto a las y los estudiantes universitarios que protagonizaron una pelea histórica contra el presupuesto, junto a los combativos trabajadores como los de Astillero podemos poner en pie una fuerza arrolladora para derrotar el saqueo en curso. Nuestros sindicatos hoy están dirigidos bajo otra estrategia que es la de aguantar a las urnas mientras nos saquean el país. Impulsar comisiones de mujeres independientes y abiertas en cada uno de ellos para que podamos organizarnos quienes sí queremos pelear para ganar hoy, es una tarea fundamental para organizarnos por nuestros derechos.
¿Cómo sería eso? ¿Cuál es la propuesta que están haciendo para el encuentro del 6 de octubre en Argentino Juniors?
Hay muchos ejemplos que se han desarrollado a lo largo de la historia en la Argentina y en el mundo. Están los ejemplos de Zanon, Madygraf, de Pepsico, incluso nosotras como docentes fuimos fundadoras en 2009 de la comisión abierta de mujeres trabajadoras de la educación en Ademys, un pequeño ejemplo que reunía a trabajadoras de la educación, afiliadas y no afiliadas, incluso a UTE, a compañeras auxiliares y de la cocina, hasta mamás de la escuela pública que nos organizamos ante un caso de trata. Lamentablemente la mayoría de las agrupaciones que conforman hoy la multicolor en la directiva de Ademys y que se han sumado han adoptado criterios corporativos y de aparato estableciendo diferencias entre afiliadas y no, entre trabajadoras de las escuelas auxiliares y de cocina. Han reducido su nombre a “comisión de mujeres de Ademys”, todo un mensaje para quienes no son afiliadas.
En UTE nuestra pelea es histórica por exigir abrir espacios de organización abiertos para las compañeras de las escuelas, somos la principal fuerza de oposición y jamás pudimos participar como afiliadas en ninguna instancia de organización de la Secretaría de Géneros, ni hablar de que aún siendo parte de la campaña por el derecho al aborto y ahora por la Separación de la Iglesia y el Estado no han puesto el sindicato al servicio de desarrollarla en las escuelas. Por eso nuestra perspectiva son comisiones de mujeres que organicen y unan por abajo lo que las conducciones dividen por arriba.
Desde la Marrón y Pan y Rosas queremos llamar a todas las docentes afiliadas y no afiliadas a pelear por esta salida, a retomar la tradición más avanzada de las comisiones de mujeres, con total autonomía e independencia de las comisiones directivas para pelear por unir esa fuerza de las mujeres por abajo junto a la clase obrera y nuestros estudiantes. Este 6 de Octubre te invitamos a sumarte a esta pelea en el acto encuentro de Argentinos Juniors.