Las enfermeras y los trabajadores del sector salud del Hospital Universitario de Caracas denuncian que las autoridades han introducido grupos armados afectos al gobierno para amedrentar y generar miedo.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Miércoles 26 de septiembre de 2018
Aunque las amenazas a los trabajadores del hospital no son algo nuevo, desde que asumió la dirección Fernando Alvarado, el cual tiene poco más de un mes, se ha incrementado un proceso de persecución contra los trabajadores y los sectores más activistas del conflicto. Mientras los trabajadores vienen denunciando la catastrófica situación de la salud y rechazan las violaciones a las contrataciones colectivas, las respuestas por parte de la dirección es obligar a los trabajadores a firmar renuncias, utilizan cuerpos policiales (GNB, FAES y el SEBIN) que ahora pasan a las instalaciones y tratan a los trabajadores como delincuentes; están pendiente de sus movimientos, los revisan, los amedrentan y humillan, vulnerando así todos sus derechos.
Es una política consciente por parte del gobierno y las autoridades en los centros hospitalarios dirigida a descreditar al personal y que busca evadir la responsabilidad sobre las terribles condiciones de la salud pública que no se sostiene más por la falta de medicamentos e insumos, no podemos olvidar el caso del enfermero Alfonzo Román, quien fue preso injustamente y acusado de un delito que no cometió.
Se organizaron y convocaron a una rueda de prensa para denunciar todas estas irregularidades en el Hospital, mientras se realizaba la protesta un integrante de lo “colectivos” (mejor dicho, de grupos paraestatales) para sabotear la actividad, golpeo en el rostro a uno de los trabajadores del área de limpieza, quien es uno de los más activistas y que está al frente luchando. Ante estas acciones violentas las trabajadoras y trabajadores salieron a defender a su compañero, lo que evitó que pasara a mayores. Frente a estas amenazas los trabajadores también responsabilizan al jefe de seguridad Jefferson Briceño, y denuncian que estas bandas armadas actúan amparadas por la seguridad del hospital y el director.
Estas acciones no detuvieron a las enfermeras, y los trabajadores que siguen indignados por la situación de la salud y condiciones de trabajado, en el lobby continuaron con su protesta rechazando la agresión, dejando en claro que nada ni nadie les quitará el derecho a protestar.
