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Red Internacional
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Venezuela

LA DERECHA BUSCA MOVILIZARSE. Las escuálidas marchas por Leopoldo López

El pasado sábado 19, manifestantes del ala “dura” de la derecha nacional vuelven a salir a las calles respaldando al derechista Leopoldo López, sentenciado a más de 13 años de prisión. Sentencia que se suma a los varios focos de tensión en medio de la crisis económica, como el conflicto limítrofe con Guyana y el problema fronterizo con Colombia, que actualmente se ciñen sobre el escenario político nacional.

Miércoles 23 de septiembre de 2015

Fotografía:EFE/Leonardo Muñoz

Fotografía:EFE/Leonardo Muñoz

En un reciente artículo se esbozaba el significado de la sentencia contra Leopoldo López, y a qué se debió que éste lograra “unificar a un gran arco de la derecha nacional e internacional”, como “expresión de la lucha política que se libra entre lo más concentrado del chavismo y de la derecha local”. Sentencia que “va más allá de cualquier cuestión de ‘justicia’, expresando en su contenido una resolución política.”

Según refiere el propio López y la dirigencia de la MUD, el veredicto no les tomó por sorpresa, pero una vez conocido se plantea una convocatoria con 8 días de antelación, “en las 22 principales ciudades del país y 19 del mundo” para una marcha de la que el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, esperaba “un gran movimiento social, y no solo una convocatoria partidista” con las miras bien puestas en mantener movilizada a su base electoral de cara a los comicios parlamentarios del 6D, una expectativa que quedó demasiado alta ante los resultados vistos.

El número de manifestantes esperados estuvo muy lejos de la realidad, con una bajísima participación, no consiguiendo movilizar lo equivalente a su ambición. Aunque esto no quiere decir que exista una linealidad directa entre el peso en las movilizaciones callejeras y un eventual resultado electoral en las parlamentarias de diciembre.

Una vez más, vimos que ni siquiera logró aglutinar a toda la derecha nacional, síntoma de que sus divisiones internas persisten, pues Henrique Capriles, a quien Leopoldo López le disputa la hegemonía opositora, se abstuvo de participar en la marcha manifestándose en contra de que la “oposición siga marchando en una zona donde no sale, una zona de confort”, en una clara intención de demarcarse demagógicamente frente a su competidor dentro del espectro derechista incluso aunque este por ahora esté fuera del ruedo electoral.

¿Quiénes respaldan a López?

La presente marcha fue ocasión para que diversos partidos aglutinados en la MUD hicieran manejo de su mejor demagogia pseudo democrática. Así, por ejemplo, Jesús Torrealba en nombre de la MUD condenó el veredicto de la jueza Barreiros y pidió nuevamente observación internacional de la OEA en los comicios del 6D. La gobernadora de Maracaibo Eveling Trejo, pidió el regreso de Manuel Rosales a la vida política nacional y la liberación de López, expresando en el colmo de su cinismo: “Nuestro objetivo es la libertad, vivir en democracia y hacer valer nuestros derechos”.

¡Como si tales palabras fuesen compatibles con las mismas camarillas que en 2002 encabezaron un golpe de estado para salir por vía “de facto” del gobierno, y que salieron a perseguir a sus opositores políticos por esas escasas horas, el chavismo!

La propia “condena” de la MUD al veredicto de la jueza Barreiros, despliega la demagogia del “Estado de derecho” y la “independencia de poderes” de la que dicen hacer alardes, fetiches estos que bajo la administración de dichas cúpulas nunca fueron, ni son, independientes de los intereses de conservación de las élites económicas y políticas, como no lo son tampoco bajo el chavismo. El objetivo de las distintas alas de la MUD no es diferente en este sentido al del chavismo, simplemente buscan volver a administrar a su favor el mismo sistema de justicia, el que a la sombra de los discursos demagógicos de la derecha, es usado con diez veces más fuerza contra los trabajadores que luchan y frente a los cuales no dicen absolutamente, nada más bien los aprueban pues son ellos muchas veces los que también claman para que sean aplicados contra obreros y sectores pobres.

Naturalmente, acá el respaldo a López resulta nada gratuito y cumple también un papel frente a los comicios parlamentarios del 6D, una movida política donde utilizan la campaña por López como caballito de batalla.

La derecha buscando pescar incautos

La derecha venezolana, para pescar incautos para sus proyectos políticos reaccionarios, intenta velar su perfil político claramente antidemocrático y antinacional, toda su herencia antipopular puntofijista, todo su pasado golpista de los años 2002-03, intenta esconder todas las víctimas de sus políticas y acciones, en parte gracias al indulto presidencial otorgado en 2007 por el fallecido presidente Chávez a toda una gama de golpistas, incluyendo a Leopoldo López.

El propio chavismo, con el ocultamiento de dicho indulto, más el reforzamiento actual de toda la superestructura política del estado, que si bien usa, en el caso de López, contra el ala más aventurera de sus adversarios políticos, como se señaló en el anterior artículo señalado, a esta derecha les bastaría con un cambio de gobierno a su favor, o hasta con algún pacto político, para que Leopoldo López salga libre, mientras en cambio, la sentencia en sí misma “abre el precedente que por discursos, o accionar político de manifestaciones de calle, se puede condenar a la cárcel a cualquiera, y que mañana aplicarán, tanto el chavismo como la derecha, contra las movilizaciones obreras y populares y sus dirigentes”. Y que por tanto “avalar estas medidas implica por tanto, llamar a fortalecer a esta justicia estatal, que mañana reforzada, se aplicará con dureza contra dirigentes obreros, campesinos y populares, tal como ha sido siempre, y lo continuará siendo”.

Por eso quienes hoy nos encontramos pagando la crisis económica que se cierne sobre nuestros hombros, no podemos servir al juego de los proyectos políticos de esta derecha que con banderas demagógicas busca capitalizar la crisis del chavismo para terminar sometiéndonos también a sus planes antiobreros y antipopulares. Pero también, comenzar a sacar conclusiones del fracaso que ha significado el chavismo a lo largo de todos estos años, que habló de “revolución y socialismo” pero que no pasó de un proyecto nacionalista burgués que fue incapaz de dar solución a los problemas fundamentales del pueblo trabajador. Avanzar en el camino de la independencia de clase, luchando por una salida propia de los trabajadores está al orden del día luchando por forjar un partido propio de los trabajadores.