Piñera condenó las evasiones masivas al metro que se han realizado en distintos puntos de la capital en protesta por el alza del pasaje, e hizo un llamado a respetar la ley. Pero las críticas no tardaron, y #CaraDeRaja se volvió tendencia en twitter-. Así se cuestionó las múltiples evasiones de Piñera y sus amigos, que han costado millones en pérdidas para el fisco.

Joselyn Encina Escobar Periodista
Jueves 17 de octubre de 2019
Las empresas zombies son empresas quebradas, es decir, firmas con pérdidas tributarias, que varios empresarios, entre ellos Piñera, usaron entre 1996 y 2004 para ocultar ganancias y evadir impuestos. Bancard Ltda. fue una de las firmas con millonarias pérdidas que el Presidente compró a Manuel Cruzat, y con la cual declaró pérdidas por $44 mil millones.
A Inversiones Bancard Ltda solo se le cuestionaron las declaraciones de los años 2002, 2003 y 2004, totalizando un impuesto adeudado de $261,96 millones. No obstante, desde el SII se le ofreció a Bancard Ltda una condonación entre el 50 y 70 por ciento de los intereses y multas. Los representantes de Inversiones Bancard Ltda., aceptaron, rectificaron sus declaraciones de impuestos, y en este caso, pagaron, sin mayor costo judicial. Lo mismo pasó para otros empresarios que ocupaban el mismo mecanismo, como Penta S.A
Sin embargo, Bancard no es la única sociedad de inversiones de la que Piñera se valió para estafar al Estado. En octubre del 2001 llegó al directorio de Axxion S.A (ex COIA del grupo Cruzat-Larrain), y sobre esta “zombie” emergió su nueva fortuna. El 2002 la fusionó con FSC S.A, una firma recientemente creada donde metió buena parte de sus acciones, entre las cuales estaba el 20% de LAN. Después de evadir a destajo, y cuando decidió postularse a la presidencia vendió Axxión al grupo Bethia, un conglomerado que entre varios rubros, se dedica a hacer negocios con la salud, y recibe suculentas subvenciones estatales.
Aunque esto es sólo una pincelada de las triquiñuelas del Presidente, pues los internautas también le recordaron el no pago de sus contribuciones en Lago Caburga durante 30 años, y se masificaron los memes con su reconocido fraude en el Banco de Talca, durante sus primeras andanzas.
Pero en este aspecto Piñera no es un lobo solitario, ya que sus amigos no se quedan atrás, y podemos enumerar a varios cercanos que se han valido de diversos mecanismos fraudulentos para evadir, pero que el Presidente no señala con la misma energía.
Por mencionar algunos, es imposible ignorar Penta, el caso icono de la última década, donde se vieron involucrados varios de sus hombres de confianza. Pablo Wagner, Subsecretario de Minería en su primer Gobierno, fue imputado por delitos reiterados de cohecho y lavado de activos. El mismo dirigió durante un tiempo AFP Cuprum y algunas firmas del área de la salud de Banmedica y Vida Tres.
En el mismo saco entran las boletas falsas de Lawrence Golborne, Ena Von Baer, y Moreira pidiendo a Penta “un raspado de olla para los últimos 100 metros de campaña”, con el cual pudo financiarse para salir diputado electo. Pero si del caso Penta se trata, no bastaría un artículo para nombrar a todos los personeros de la derecha que estuvieron involucrados, y que luego en su arista SQM salpicó hasta la ex Nueva Mayoría.
Con estos antecedentes, se entiende por qué en pocos minutos las redes sociales festinaron con la categórica condena del Presidente a las evasiones masivas en el transporte público. Pues mientras para la mayoría de los chilenos el alza del precio del transporte, las cuentas, y las deudas pueden llegar a transformarse en una desgracia, para otros se trata de una oportunidad de mayores ganancias, y estafas tributarias.