Reproducimos entrevista en Pateando el Tablero con Luis Campos del observatorio social de la CTA, con el cúal analizamos la situación de los trabajadores antes de la crisis sanitaria originada por el coronavirus, la actualidad y algunas perspectivas que se abren.
Viernes 24 de abril de 2020 08:55
Despidos y rebajas salariales en la pandemia: ¿se viene el modelo Uber para todos? Esta y otras preguntas se desarrollaron en el último programa de Pateando el Tablero Jujuy en conversación con Luis Campos del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma.
PeT: ¿Como ves la dinámica del empleo en Argentina desde que se decretó la cuarentena y las medidas ante la pandemia?
LC: Por nuestra parte desde el observatorio de la CTA lo que venimos viendo en materia de empleo te lo separaría en dos: por un lado uno se puede hacer énfasis en la crisis que esta sufriendo el mercado de trabajo, derivada de la emergencia sanitaria que no solo afecto a nuestro país, sino que estamos frente a una crisis mundial que posiblemente tenga una magnitud que no vimos en muchísimo tiempo posiblemente en el transcurso de nuestras vidas y lejos estamos de ver cuales van a ser las consecuencias finales de esta crisis; de como va a ser el mundo, la argentina y lleguemos a algo que nosotros denominemos una nueva normalidad.
Por otro lado, hay que mirar el mercado de trabajo en argentina en el momento previo al estallido de la emergencia sanitaria.
Argentina viene de un estancamiento muy profundo del mercado de trabajo, si uno tiene una mirada de mediano o largo plazo, claramente desde el año 2012 el mercado de trabajo de nuestro país deja de crear empleo genuino ya no hay nueva creación de puestos de trabajo.
Ya con el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner había un proceso de estancamiento que con el gobierno de Macri pasó a un proceso de destrucción neta de empleo, con lo cual llevamos una década de un mercado de trabajo que esta lejos de dar respuesta a las necesidades de los trabajadores y trabajadoras y todo esto es con anterioridad a la emergencia sanitaria que se declaró hace poco más de un mes.
Entonces ahí hay que considerar las dos cuestiones: por un lado, un mercado de trabajo que estaba lejos de dar respuesta a las necesidades de los trabajadores con anterioridad a la emergencia sanitaria y que con esta se profundiza y se multiplica exponencialmente a partir de las restricciones que estamos viviendo hoy por hoy y que seguramente van a impactar muy fuerte e n los mercados de trabajo y en el ingreso de los trabajadores y trabajadoras.
Cuando vemos que la primera reacción de las empresas, y no de los pequeños propietarios de un restaurante, un kiosco, un bar que en definitiva no tiene espalda, sino de los grandes empresarios que rápidamente respondieron con despidos, suspensiones, con rebajas salariales, con lo cual el combo es bastante complicado, porque esta situación de emergencia se monta en una situación previa que mostraba números muy críticos, tanto en materia de empleos, como de salarios.
PeT: Coincidimos en el tema de que la economía ya no venía bien y como con las empresas grandes salieron a hacer estos ataques. El caso emblemático es el del empresario Paolo Roca de Techint que salió a despedir a más de 1.400 trabajadores de la construcción, y pese al decreto antidespidos no se está respetando mucho. ¿Cómo ves el accionar de estas grandes empresas y la legislación, vía decreto, que no parece respetarse mucho?
LC: Es lo que vos señalas, el despido de la empresa Techint de 1.450 trabajadores de la construcción es bien paradigmático porque muestra cual es la reacción inmediata de las grandes empresas, frente a cambios bruscos en los niveles de la actividad económica.
Recordemos ese despido de 1450 trabajadores se realizó con anterioridad al decreto de necesidad y urgencia que prohibió los despidos por falta de trabajo. Pero más allá de eso, hay que pensar que esa decisión de la empresa Techint, cuyo titular es Paolo Roca, no tanto desde la mirada de las relaciones laborales sino fundamentalmente de una disputa política de algunas grandes empresas y lo que representan en términos sociales con el propio gobierno nacional, y si uno mira como evolucionó esta relación lamentablemente hay que decir que Techint se salió con la suya, porque de hecho esos despidos se materializaron, no tan solo por decisión de la empresa, sino producto de una negociación que se terminó haciendo en el ministerio de trabajo de la nación, en una situación donde el presidente de la nación le llego a decir “miserable” se terminó traduciendo en que la empresa constructora de Techint llego a incrementar el monto de compensación del despido que recibieron estos 1450 trabajadores.
Pero en definitiva estos trabajadores están en la calle, no están percibiendo ingresos y solo existiría un compromiso de palabra, no escrito, de la empresa, de volver a contratarlos cuando se supere la situación de emergencia cuando nada indica que esta situación se vaya a superar en el corto plazo.
Por eso me parece que ese episodio hay que analizarlo como parte de una puja política y si tenemos en cuenta las proyecciones simbólicas que tuvo sobre el conjunto del comportamiento de las grandes empresas. No fue solo Techint, en paralelo a ese despido múltiple, hubo situaciones similares en la empresa de Nicolas Caputo o en Tierra de Fuego, una de las armadoras de electrónicos, hubo situaciones similares en Aluar, que no se dieron despidos, pero si suspensiones con una reducción salarial importante y se fue generalizando.
No es algo ajeno al comportamiento de algunos sectores de las grandes empresas, uno puede pensar en la industria automotriz, donde actualmente existe una negociación entre el sindicato, el SMATA, y las plantas automotrices de nuestro país que ante baja de la demanda, se establece sistema de suspensiones con reducciones salariales, aunque ese esquema en la industria automotriz ya se venia utilizando desde hace mucho tiempo incluso en la industria siderúrgica.
Lo que estamos asistiendo en la actualidad es a un recorte salarial muy importante que está abarcando a muchísimos trabajadores con la justificación de una emergencia sanitaria, con una economía que esta literalmente parada.
Pero lo cierto que quienes están liberando este proceso no son las empresas pequeñas, medianas que no tienen espalda para una actividad económica uno o dos meses parada, sino que lo están liderando son grandes empresas.
Por ejemplo, en la provincia de Jujuy se acaba de firmar un acuerdo de estas características en la empresa Ledesma, en la actividad del papel. Nuevamente, si alguien tiene espalda para sostener económicamente una situación de crisis como la actual en la provincia de Jujuy, es Ledesma. Si Ledesma firma ese acuerdo con el sindicato del papel estableciendo suspensiones con el pago del 70% de la remuneración, que le queda al resto de los empleadores, que le queda al resto de los trabajadores y trabajadoras que padecemos las consecuencias de estas decisiones empresarias.
PdT: Totalmente, te recuerdo que el grupo Ledesma en las finanzas del año pasado entre sus diferentes actividades económicas facturo la cifra de $20.000 millones.
LC: Si uno piensa en las grandes empresas del país, obviamente Ledesma entra en cualquier evaluación en ellas, sobre todo si hablamos de las provincias del norte. Pero de vuelta, en la caída de la actividad económica que es real y que todos estamos experimentando, la principal empresa del noroeste del país y una de las principales empresas del país, envía una señal muy contundente para el resto. Cualquier empleador que tenga uno, dos, tres empleados, diría si Ledesma no puede sostener un mes, que me queda a mí.
Probablemente estemos frente a un escenario donde esto se va a generalizar y esto lo venimos charlando con un par de colegas y cuando pase la emergencia (que hay que preguntar cuando va a pasar) esa reducción salarial ¿se va a recomponer de inmediato? o vamos a un escenario donde algo que parece como excepcional, como transitorio, empieza a confirmarse como la regla, un ajuste en los niveles de ingreso de los trabajadores de magnitudes que al menos en mi vida en las últimas décadas no había presenciado.
PdT: Si, la última gran caída de los salarios fue la crisis a la salida de la convertibilidad…
LC: Si, pero en este contexto, creo que estamos enfrentando una situación que va a hacer quedar a la crisis del 2001 como un grato recuerdo.
PdT: Esperemos que haya respuesta de los trabajadores. Luis dos cosas, el observatorio del empleo durante la pandemia de La Izquierda Diario, da cuenta de 320.000 personas con problemas de empleo; habría 165.000 entre despidos y suspensiones que son la mayoría y 160.000 con rebaja salarial, ¿vos que números manejas?
LC: No tenemos números todavía por lo que prefiero no hacer evaluaciones todavía. Por ahora estamos en un momento de relevamiento y es un escenario que va cambiando constantemente. Pero si esos números no me sorprenden, no tengo nada para objetar respecto a esto, y creo que lamentablemente en el transcurso de las semanas y meses se van a ir incrementando significativamente y creo que ahí va lo que vos decías: la capacidad colectiva de resistencia que tengamos los trabajadores, las trabajadoras para ponerle freno de alguna manera a este ajuste que claramente las empresas quieren descargar sobre nuestras espaldas.
PdT: Una cosita más, vos decías que algo que era particular del gremio SMATA, en relación con los acuerdos cuando caen la venta de autos y la producción se estaría generalizando para el sector que está en la economía formal un modelo SMATA para la mayoría y un modelo UBER para las más amplias mayorías ¿como ves eso de que cada vez haya más uberización o gente precaria, rappis, etc?
LC: Nuevamente prefiero irme para atrás y si uno mira la evolución de la ocupación durante la gestión del gobierno de CAMBIEMOS, 2015-2019, lo que uno encuentra es que la cantidad de ocupados que creció se encuentra en un millón. De hecho, uno puede recordar al ministro de economía de Mauricio Macri, que decía que ellos habían creado más de un millón de puestos de trabajo.
Las estadísticas oficiales hablan de un crecimiento de la cantidad de ocupados de alrededor de un millón en esos cuatro años, la pregunta que hay que hacerse es ¿dónde están? ¿quiénes son?
Cuando uno se mete en esa estadística fina lo que encuentra es que más de la mitad se debía a trabajadores por cuenta propia: es decir trabajadores que salen a hacer lo que pueden, esos son los famosos emprendedores, los fabricantes de cerveza artesanal, pero fundamentalmente son los que pusieron su auto, su bicicleta para pedalear, para transportar personas, mercaderías por cuenta propia, sin ningún tipo de cobertura social, sin ningún tipo de acceso a derechos. Más allá del ingreso que puedan generar, con su laburo diario, también encontramos un incremento de la venta ambulante: ese tipo de trabajo explican ese medio millón de nuevos tipos de trabajo, que hubo entre el 2015 y el 2019. Y de la otra mitad, la gran mayoría, el 80% aproximadamente, son trabajadores asalariados no registrados, muchas de esos, trabajadoras de casas particulares, sin registro.
Vinimos de un proceso de una precarización laboral muy fuerte que esta montando en un mercado de trabajo que prácticamente no genera empleo en el sector privado registrado, con lo cual ese proceso de uberización que uno puede imaginarse como salida, como rebusque, como estrategia de emergencia de los trabajadores y las trabajadoras.
A partir esto lo que viene lamentablemente se monta sobre un proceso que venía de más largo plazo, con lo cual si efectivamente uno no puede pensar en un ajuste en distintas dimensiones en distintas velocidades. Para quienes tienen la cobertura de convenios colectivos de trabajo, los asalariados registrados del sector formal del sector privado un modelo SMATA donde hay rebajas salariales a partir de acuerdos a la baja que se firman con la “idea” de proteger el empleo, pero en definitiva acuerdos a la baja. Para aquellos que no tengan la cobertura, para aquellos que vayan cayendo del sistema, una especie de uberización generalizada, donde lo que se genera es un salvase quien pueda, es la ley de la selva y yo tengo que salir a hacer algo para generar un ingreso, que sino no como.
Lamentablemente ese es el escenario que uno puede prever para el futuro, pero no es un escenario ya jugado, que vaya a suceder tal cual, si hay la capacidad de reacción colectiva, las organizaciones de trabajadoras y trabajadores pueden jugar un papel muy importante, puede ponerle límites y también puede jugar un papel muy importante en organizar todos esos trabajadores, para que no estén tan solos y tengan algún tipo de contención colectiva, también en esas actividades más uberizadas.
PdT: Muy claro. Me parece muy importante ver la dinámica del futuro, que todavía tiene muchas cosas que definirse, pero de los tiempos más recientes no hay forma sino de pensarlo. ¿Queres agregar algo más?
LC: Me parece que nuevamente que si uno mira los números y todo este periodo puede ver una baja, pero hay que recalcar esa acción colectiva. Cuando nosotros hace poco tiempo publicamos el informe anual del observatorio del periodo de CAMBIEMOS sobre los ataques pero también los momentos de resistencia colectiva y lo que pudimos mostrar es que si bien estos cuatro años de gobierno de cambiemos el trabajo sufrió muchísimo, en términos de cantidad de puestos de trabajo, la evolución del nivel salarial, de la precarización del mercado de trabajo, también hubo una resistencia colectiva muy importante que le puso muchos limites a los intentos del gobierno anterior de llevar por ejemplo la famosa reforma laboral o la reforma previsional que si bien se aprobó a fines del 2017, fue apenas una parte de lo que era el proyecto integral que tenía pensando el gobierno y toda esa agenda de reformas regresivas no pudo ser aprobada básicamente aprobada básicamente por la resistencia colectiva de trabajadores y trabajadoras, de organizaciones sindicales y organizaciones políticas que estuvieron presentes en la calle, en los lugares de trabajo y me parece que también eso hay que rescatarlo.
En gran medida la derrota del macrismo sin prejuicio de la opinión que uno pueda tener respecto de la gestión actual del gobierno de Alberto Fernández, me parece que la derrota del proyecto político, económico, cultural, que encabezaba el ex presidente Mauricio Macri se debió en gran medida a la deslegitimación social que tuvo producto de esa resistencia colectiva de trabajadores, trabajadoras, organizaciones sociales y populares que jugaron un papel central, luego el escenario sigue abierto y aun en este contexto de emergencia sanitaria, económica y laboral hay que seguir reivindicando esa capacidad de resistencia colectiva, es la que nos carga un poco de esperanza de cara, no tanto de escenario a lo que viene, sino de como vamos a poder responder colectivamente a lo que viene.