MONARQUIA. Joyas de la corona: descubren nuevas cuentas en Suiza de Juan Carlos I

En la historia de los borbones no son nuevos los escándalos. Pero esta se produce en medio de la crisis económica y social más importante tras la de 2008, con grandes grietas del régimen de 78 que aún no se han cerrado.

La semana pasada saltaba la noticia de que la Fiscalía Anticorrupción está investigando al rey emérito, a la reina Sofía y a varios de sus familiares por el uso de tarjetas de crédito opacas. Los movimientos de estas tarjetas corresponderían a los años 2016, 2017 y 2018, con fondos procedentes del extranjero y desconocidos, siendo posteriores a la abdicación del rey emérito en 2014. De esta manera no estarían amparados por la inviolabilidad constitucional que le otorga impunidad y le previene de ser juzgado en otros casos.

Juan Carlos I sacó 100.000 euros al mes en billetes de su cuenta suiza entre 2008 y 2012. Según distintos medios, como El Confidencial o El Diario.es, Juan Carlos I habría realizado movimientos desde una cuenta de Ginebra. Primero la usó para ocultar los 64,8 millones de Arabia Saudí, pero después hubo retiradas de efectivo que sirvieron para cubrir gastos de toda la familia real.

Parece ser que durante cuatro años se retiraron hasta 100.000 euros mensuales de la cuenta que abrió en Suiza a nombre de la sociedad instrumental panameña Lucum Foundation para camuflar la donación de 65 millones que había recibido de Arabia Saudí por las obras del AVE a la Meca.

Esas ingentes retiradas de dinero se produjeron al menos entre 2008 y 2012. Mientras millones de trabajadoras y trabajadores sufríamos en esos años la crisis económica más importante desde la segunda guerra mundial, el monarca no escatimaba en gastos. Los extractos bancarios publicados certifican, por ejemplo, que en 2010 el ahora emérito sacó de esa cuenta 1,5 millones de euros.

Un teniente coronel del ejército como presunto testaferro de Juan Carlos I
Nicolás Murga Mendoza, ayudante de campo del rey emérito hasta pasar a la reserva es el testaferro del dinero que le habría dado el millonario mexicano Sanginés-Krause. Recordemos que Sanginés-Krause fue durante muchos años parte de Goldman Sachs (máximo responsable de este banco de inversión tanto en México como en Rusia) y presidente de la compañía de telecomunicaciones Millicom. Es el principal accionista de varios fondos inmobiliarios y, en 2018, uno de ellos compró por 210 millones de euros el hotel Villa Magna, uno de los más lujosos de Madrid. También es dueño del castillo de Killua, en Irlanda, donde el rey Juan Carlos se ha refugiado en algunas ocasiones.

El Gobierno del PSOE, Podemos, IU-PCE continua su “lealtad institucional” a la corona

Es indignante que mientras siguen saliendo noticias que indican lo que era un “secreto a voces” de la familia real, el actual gobierno siga protegiendo a la institución más reaccionaria, corrupta y arcaica del Estado español. La monarquía ha sido y sigue siendo garante de que las grandes familias capitalistas que se enriquecieron durante la dictadura franquista pudieran seguir haciéndolo hasta el presente.

Es necesario pelear por terminar con la monarquía y por procesos constituyentes, donde decidamos sobre la forma del Estado y sobre la relación de los diferentes pueblos, pero también sobre todas las cuestiones que hacen a la vida de la clase trabajadora y el pueblo. Porque no queremos un régimen en el que unos pocos se siguen enriqueciendo a costa de la mayoría, en el que se rescata a grandes empresas y a los ricos amigos del rey, pero no se paralizan los desahucios.