El próximo viernes Donald Trump tomará oficialmente la presidencia en EEUU. Salgamos a movilizarnos ¡Ni Trump, Ni Peña! repudiemos sus propuestas de gobierno y discursos xenófobos machistas.
Martes 17 de enero de 2017
Con la aprobación de las reformas estructurales en México a partir de 2012, la burguesía y la clase política a su servicio (agrupada en el Pacto por México) iban preparando el terreno para implementar los ajustes contra los trabajadores, a favor de sostener un sistema que los mantiene en la cima al mismo tiempo que degrada nuestras condiciones de vida y los recursos naturales del mundo.
La crisis es mundial
Las reformas estructurales han sido impuestas por los gobiernos al servicio del imperialismo en varias partes del mundo y amenazan con implantarse de manera violenta sobre las clases más humildes para que la crisis económica, que está abierta desde 2008 y que los grandes empresarios provocaron, la paguemos los trabajadores, mientras los poderosos mantienen sus bolsillos repletos.
Sin embargo, en los últimos años hemos visto movimientos contra estos, en Francia vimos al nuit debout en contra de la reforma laboral y en Brasil, Chile, Argentina, Estados Unidos y México, vimos enormes gestas contra la reforma educativa. Lo que indica que tenemos el coraje y la voluntad para unir nuestra fuerza y tirar las reformas.
En Estados Unidos, en medio de un ambiente de exclusión social y racismo contra la población negra y latina, los maestros luchan por la igualdad de oportunidades de sus estudiantes, por un servicio de educación público y gratuito, así como por la defensa de sus derechos laborales.
Al enterarse del triunfo del xenófobo Trump, las y los maestros de distintos lugares del país vecino decidieron unir fuerzas junto a otros sectores para salir a repudiar su ascenso al poder este 20 de enero de 2017, día en que el magnate tomará el cargo de la presidencia de Estados Unidos.
La marea del gasolinazo
Antes de terminar el 2016 ya se anunciaban golpes fuertes contra los bolsillos de las y los trabajadores mexicanos y sus familias. La sociedad enardecida frente al alza a los precios de los energéticos, comenzando con la gasolina, salió a las calles para demostrar la inconformidad que pesa en millones de mexicanos que estamos en extremo preocupados por lo que nos espera este año.
Vecinos, estudiantes, amas de casa, trabajadores, organizaciones civiles, políticas y sindicales se unieron a la protesta. Fue tan espontánea la primera respuesta de la sociedad que el gobierno tuvo que implementar estrategias de terror para evitar que la gente saliera de sus casas a unirse a la protesta.
Sin embargo, el pasado lunes 9 de enero fuimos decenas de miles los que marchamos del Ángel de la Independencia al Zócalo, gritando: ¡Fuera Peña! ¡Nos faltan 43! ¡Abajo el gasolinazo!
Ahí nos dimos cuenta de que si el gobierno no nos quiere en las calles es para evitar que nos encontremos los miles que estamos hartos de toda su miseria -que somos inmensamente más numerosos- y que nos organicemos para echar abajo sus planes hambreadores contra nosotros.
La sociedad enardecida frente al alza a los precios de los energéticos, comenzando con la gasolina, salió a las calles [...]
Las y los docentes del país necesitamos evidenciar, que las Reformas Estructurales son parte de un mismo plan de ataque a nivel mundial orquestado por el imperialismo contras las conquistas del pueblo pobre y trabajador, mismo que cercena nuestro derecho a la educación pública, nuestra estabilidad laboral y profundiza nuestra dependencia energética, para que seamos los de abajo los que paguemos la crisis económica, que nosotros no generamos a costa de que veamos mermada nuestra calidad de vida.
Es importante evidenciar que no es casualidad que la tajada presupuestal que PEMEX otorgaba al Estado, con la que se financiaba gran parte de la educación pública, haya desaparecido a consecuencia de la reforma energética sin ninguna preocupación para la casta política, puesto que hábilmente ya habían pensado en cómo sustituir esta falta de ingresos por la vía de figuras como la llamada autonomía de gestión contenida en la aprobada Reforma educativa, que no es otra cosa que el desentendimiento del Estado de la manutención de las escuelas, y la apertura a la iniciativa privada dentro de las mismas.
La relación México-Estados Unidos
El llamado “patio trasero” ha sido la principal fuente del trabajo “pesado” de Estados Unidos: la maquila y el trabajo agrario, los más pesados pero igualmente necesarios para producir la riqueza del país vecino; y como se menciona aquí, México posee el 58.7% de la industria maquiladora de capital estadounidense en tan sólo 6 estados fronterizos: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Trabajo que, según promesas de Trump, será relegado a los nativos estadounidenses, cosa que sólo pude hacer a costa de precarizar los salarios de los trabajadores del país del norte.
"educación, salud y pensiones [...]"
Mientras, la ausencia de decenas de miles de empleos que ocasionaría en México, abriría una crisis que el gobierno mexicano apuesta a llenar con inversión extranjera que sustituya a la estadounidense.
La situación económica actual exige que para mantener el mismo sistema de explotación capitalista, los salarios de los trabajadores se reduzcan al mismo tiempo que aumente la carga laboral y se recorten bienes sociales de los que gozamos y que son absolutamente necesarios para nuestra subsistencia: educación, salud y pensiones; así como desaparecer los medios de organización y defensa frente al poder absoluto de la patronal (como el derecho a huelga y a tener sindicatos, aunque los que ahora tenemos estén al servicio del gobierno y por eso tenemos que recuperarlos).
Las puertas abiertas...
Tomemos las calles
Las y los trabajadores tenemos la fuerza para crear un sistema equitativo que levante al mundo del deterioro y la barbarie en que se encuentra, pues somos el motor de este decadente sistema en el que nos quieren mantener sometidos, por eso nos necesitamos de Asia a América.
El ascenso de Trump representa un mal para la situación de las clases trabajadoras de su país y el nuestro, así como el intento de que la subordinación de nuestro país a las medidas impuestas por las empresas yanquis y su gobierno se profundicen aun más, manteniendo a México como una semicolonia que depende altamente de las inversiones extranjeras a costa de ofrecer los recursos, humanos y naturales, en bandeja de plata.
somos el motor de este decadente sistema en el que nos quieren mantener sometidos, por eso nos necesitamos de Asia a América.
Es por ello que las y los maestros, acompañados por todos los inconformes con los duros ajustes que nuestro gobierno impone sobre nuestras espaldas, debemos salir a las calles este 20 de enero a las 16:00 hrs, partiendo de la embajada yanqui rumbo al Zócalo para hacer eco junto con nuestros hermanos trabajadores del norte, en favor de nuestros derechos y en contra de que la crisis nos la carguen a nosotros, por la unidad internacionalista y anti-imperialista a ambos lados del Río Bravo y en favor de la educación pública y gratuita.
¡No a los planes hambreadores contra la clase trabajadora, como el gasolinazo!
¡Fuera yanquis de América Latina!