Los incrementos previstos en combustibles, electricidad, expensas y medicina prepaga impulsan hacia arriba el índice inflacionario, no obstante se espera una desaceleración respecto al 2016.
Sábado 28 de enero de 2017
La inflación acumulada de enero y febrero podría ubicarse por arriba del 1,5 por ciento mensual que el Gobierno fijó como meta para el período, a raíz de los incrementos en combustibles, electricidad, expensas y prepagas, pero a su vez la tasa interanual registrará un descenso ya que los índices de precios serán inferiores a los de los mismos meses de 2016.
De acuerdo con las proyecciones de diferentes consultoras, la inflación de enero se ubicaría en torno del 1,7 al 1,8 por ciento, en tanto la de febrero podría trepar al 2 por ciento, lo que dejaría al Gobierno con un margen de una inflación no superior al 1,2 por ciento mensual promedio para el resto del año si es que quiere cumplir con la meta del 17 por ciento para todo 2017.
Pero por otro lado, la inflación del primer bimestre sería menos de la mitad de la del mismo lapso de 2016, de lo que se desprende que la tasa interanual bajaría a un nivel inferior al 40 por ciento por primera vez en diez meses.
De acuerdo con los registros de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, desde abril del año pasado la inflación interanual se ubicó siempre en niveles superiores al 40,5 por ciento de ese mes, con un pico del 47,2 por ciento en julio, principalmente por efecto de la devaluación de diciembre de 2015 en el primer semestre y de los incrementos tarifarios en los servicios públicos de agua, electricidad, gas y transporte.
Esos dos factores perdieron fuerza en la segunda mitad, al punto que la inflación del 2016 puede dividirse en dos mitades: un primer semestre con un promedio mensual del 4,35 por ciento y un segundo descendiendo al 1,45 por ciento.
Respecto del segundo semestre, la inflación de enero y febrero de este año marcaría un leve aumento a aproximadamente el 1,8 por ciento, pero como los índices de esos meses en 2016 fueron respectivamente de 4,1 y 4 por ciento, la tasa interanual registraría un descenso de aproximadamente seis puntos porcentuales.
Según Estadística de la Ciudad la tasa anual bajó del 44,8 por ciento en noviembre a 41 por ciento en diciembre y, si se cumplen las proyecciones de la consultoras, podría seguir descendiendo al 37,6 por ciento en enero y 34,9 por ciento en febrero.
No obstante, los incrementos en los servicios públicos previstos para este año tendrán una marcada incidencia en el índice de precios al consumidor, si bien no forman parte de la denominada "inflación núcleo".
En febrero, además del arrastre estadístico del aumento del 8 por ciento en los combustibles operado a mediados de enero, habrá que evaluar la incidencia de los incrementos en las tarifas de electricidad, las expensas y los servicios de medicina prepaga.
Si bien la electricidad tiene una incidencia menor en el índice de precios (apenas el 0,35 por ciento en la última metodología del INDEC) su efecto en los costos para la producción y el comercio podría trasladarse a otros bienes y servicios.