A un mes de la desaparición de Santiago Maldonado un repaso por las mentiras, pistas falsas y maniobras de distracción del Gobierno nacional.
Celeste Vazquez @celvazquez1
Viernes 1ro de septiembre de 2017
Si hay algo a lo que se ha dedicado el Gobierno de Cambiemos en este mes, con la invalorable ayuda de gran parte de los medios masivos de comunicación, es a realizar maniobras y sembrar todo tipo de hipótesis falsas, incluso algunas bizarras, centralmente con el objetivo desviar las miradas sobre la Gendarmería y, por end,e la responsabilidad del propio Estado, en la desaparición forzada de Santiago.
Inmediatamente después de que se conoció la noticia de su desaparición se difundieron las primeras declaraciones de testigos que afirmaban que Santiago había desaparecido luego de que la Gendarmería desatara una feroz represión y cacería en la comunidad Pu Lof de Resistencia de Cushamen. A pesar de esto, el Gobierno no se cansó de decir, en boca de casi todos sus funcionarios, que “no descarta ninguna hipótesis” y propuso las propias, que no fueron más que vulgares maniobras y que no prosperaron por su escaso sustento.
Un repaso por algunas de las mentiras principales:
1 – Santiago no habría estado el día de la represión de la Gendarmería, ya que un puestero de la estancia El Maitén de Benetton, Evaristo Jones, lo habría apuñalado el 21 de julio en un enfrentamiento con miembros de la organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), de la cual Santiago era parte. Versión desmentida por el puestero que dijo “no haber herido de muerte” a nadie y por la familia que niega que Santiago pertenezca a la RAM y afirma haberse comunicado con él luego de esa fecha.
2 - Santiago habría estado en Entre Ríos luego del 1 de agosto. Según esta información, basada en un falso video que circuló por varios medios, había sido llevado por un camionero. El joven que aparecía en el video resultó ser Francisco Maestre, que se encargó de decir públicamente: "el del video que pasaron soy yo".
3 - Clarín publicó una noticia en la que afirmaban que un rastrillaje de expertos en criminalística de la Policía Federal daba cuenta de que “quien haya usado la ropa adjudicada al joven cruzó el río Chubut y no volvió atrás”. Mediante esta tesis, intentaban aducir que Santiago había logrado cruzar el río sin que lo detenga la Gendarmería. Desmentido por los testigos que vieron a la Gendarmería apresar a Santiago, que no pudo terminar de cruzar el río.
4- También en esta línea, Santiago podría haber muerto producto de una agresión proveniente de los propios mapuches. El periodista de La Nación, Francisco Olivera, afirmó en una nota: “¿Qué pasa si a Santiago Maldonado no lo mató la Gendarmería sino un mapuche? Es una hipótesis que va creciendo en el Gobierno”. Posición que fue sostenida por varios medios que siempre aclararon que era una de las versiones del gobierno. Versión rebatida por los testigos de ese día y la llamativa ausencia del video del operativo, que la Gendarmería mantiene escondido.
5 – El Gobierno sostiene que Pablo Noceti, jefe de gabinete del ministerio de Seguridad y ex defensor de genocidas había pasado a saludar a los gendarmes. Sin embargo, crecen las evidencias, apuntaladas por las declaraciones de varios testigos, de que Noceti estuvo en el lugar dos veces ese día y dio órdenes precisas a los efectivos en relación al operativo de represión.
6- La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó a la familia y a la comunidad mapuche de obstruir la investigación. Denunció que "la comunidad mapuche no deja ingresar a los investigadores", mentira desmentida por los miembros de la comunidad. Sobre la familia dijo que no colaboraban con la investigación al no dejarse sacar sangre para muestras de ADN. “Les planteamos un trabajo en equipo pero se han manejado de otra manera, fuera de los carriles propuestos y dentro de un clima de agresión y violencia”. Otra falsedad. Los padres y los hermanos accedieron a la extracción de sangre según difundieron los mismos familiares.
7 - En los últimos días tanto Bullrich, como otros funcionarios políticos como el ministro de seguridad bonaerense Cristian Ritondo, hicieron un verdadero show de declaraciones mediáticas afirmando que en el país se vive “un clima de violencia”. Bullrich fue más allá y en el programa La Cornisa de Luis Majul, que se emite por canal América, reveló una convocatoria, circulante en las redes sociales a "una semana de agitación del 25/8 al 2/9" en relación a la desaparición de Santiago, razón por la cual el Gobierno había decidido reforzar las medidas de seguridad. La veracidad de su información sufrió un traspié cuando el periodista le preguntó quiénes eran efectivamente sus convocantes. "No, no están detectados", afirmó y agregó que "nosotros no hacemos inteligencia interna". Además de esto, hay que decir que en esta semana la única violencia callejera fue la desplegada por las fuerzas de seguridad, dependientes del Estado, avasallando los derechos de docentes y alumnos en colegios secundarios y allanando locales de organizaciones sociales y políticas como sucedió en Córdoba, entre otra de sus actividades realizadas en esta semana.
8 -En el día de ayer La Nación publicó que existía una “versión no confirmada” que indicaría que se habría encontrado un cuerpo en el sur de Chile en una zona en la que limita con Neuquén. La asociación con Santiago fue rápida. Sin embargo, al poco tiempo, mediante un comunicado, Interpol Chile desmintió esta noticia y afirmó que "en las morgues de la zona sur de Chile a la fecha no ha ingresado ningún cuerpo con las características del ciudadano argentino".
Estas son algunas de las burdas maniobras puestas al servicio de encubrir a la Gendarmería, y la responsabilidad del Estado. No hay que subestimar tampoco otros dos posibles objetivos. Demonizar y deslegitimar la lucha de años de la comunidad mapuche y los pueblos originarios, con quienes Santiago había elegido por propia convicción ser solidario. Y construir un relato, el del “clima de violencia”, que, sin ningún asidero en la realidad, busca legitimar un accionar de amedrentamiento y más represión contra jóvenes, sectores populares y organizaciones políticas y sociales.