Este lunes se han hecho públicas las carteras ministeriales del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar. Comienza así una nueva legislatura marcada por la continuidad con la última administración en clave neoliberal “progresista”, donde veremos menos gestos sociales y más recortes de derechos.
Martes 21 de noviembre de 2023
Pedro Sánchez ha diseñado un gobierno de continuidad, basado en el núcleo duro del PSOE y que apunta a una legislatura más conservadora, en la que se prevén menos gestos y más recortes comprometidos con la Unión Europea. Un gobierno que, por un lado, dependerá de una frágil aritmética parlamentaria por la que deberá negociar a cada paso con múltiples grupos parlamentarios que le han dado apoyo a la investidura, y por el otro, que enfrentará la beligerancia de la judicatura, la derecha -que controla el Senado- y la extrema derecha, que vienen azuzando las calles en las últimas semanas.
El nuevo gobierno contará con cuatro vicepresidencias y otros dieciocho ministerios, entre los cuales estarán algunos de los responsables de las políticas más conservadoras del último gobierno. Que mejor ejemplo de ello que la actual vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que si bien se postula para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), de momento seguirá al frente del ministerio de Economía, Comercio y Empresa, desde donde seguirá aplicando la política de salvataje a las empresas a costa del bolsillo de las y los trabajadores.
Calviño ha sido la responsable de los Presupuestos Generales más militaristas de los últimos 40 años, que contaron con un 26% de incremento del gasto militar, mientras el incremento del gasto en servicios públicos no compensó siquiera la subida de la inflación. Un gasto militar que no solo se utilizó para intervenir militarmente en Ucrania, sino que preparó nuevos conflictos como el actual en Palestina o la política migratoria en la frontera con Marruecos. El gobierno español ha mantenido acuerdos económicos y armamentísticos con el Estado de Israel que se niega a desmantelar, pese a que se trate de un Estado que está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino.
Prueba de que la política de rearme imperialista y seguidismo de la OTAN continuará como hasta ahora es que el ministerio de Defensa seguirá a cargo de Margarita Robles y Asuntos Exteriores seguirá a cargo de José Manuel Albares.
Volviendo a la esfera económica, durante el próximo periodo podemos esperar una política todavía más neoliberal: el Fondo Monetario Internacional prevé una desaceleración en 2024 con una caída del PIB de hasta el 1,7%. Esto, junto al fin de la flexibilidad en la disciplina fiscal decretada por la UE durante la pandemia, aventura fuertes recortes en el próximo periodo, de los que Calviño será responsable. Sánchez ya envió a la UE, poco antes de las elecciones, informes con recortes de al menos 20.000 millones de euros para empezar a ajustarse a la disciplina fiscal de la Unión.
Por su parte, Félix Bolaños, hasta ahora ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, añade la cartera de Justicia a sus funciones transformándose en una suerte de “superministro”. Una apuesta de Sánchez por un aliado que le permitirá tramitar la nueva Ley de Amnistía para que pase los filtros del Tribunal Constitucional y le permita la gobernabilidad y los votos de Junts. Pese a la “rebelión” de la judicatura y la derecha que han llamado a impugnar la amnistía y el propio gobierno, la ley será parcial y dejará fuera a muchos encausados por el procés y otros procesos de lucha. También aparca indefinidamente el derecho de autodeterminación por el que peleó el movimiento democrático catalán y, lo más importante, su aplicación quedará en manos de los mismo jueces que están en pie de guerra contra la medida de gracia.
Fernando Grande-Marlaska continuará siendo ministro del Interior, pese a ser el responsable de algunas de las políticas más reaccionaria del Gobierno. Corresponsable de la masacre en Melilla del verano de 2022 por el cual las fuerzas de seguridad españolas y la gendarmería marroquí asesinaron a más de 30 migrantes en la zona fronteriza, Marlaska nunca se hizo responsable de este suceso y llegó a alabar la actuación policial. Mientras, organizaciones como Amnistía Internacional concluyeron que España y Marruecos cometieron “crímenes de derecho internacional” en Melilla.
El ministro Marlaska también tiene el dudoso honor de haber condecorado a uno de los policías responsables de la brutal represión del 1 de octubre en Catalunya, así como de haber infiltrado a multitud de agentes en movimientos sociales, haber rearmado con porras extensibles por valor de dos millones de euros a las fuerzas policiales, haber reprimido todo tipo de protestas sociales y sindicales y haber aplicado más que ningún otro la Ley Mordaza que Pedro Sánchez prometió derogar. Además, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España en cinco ocasiones por no investigar las torturas a detenidos por su presunta vinculación con ETA que estuvieron bajo la custodia de Grande-Marlaska, por aquel entonces como juez.
En Industria, se incorpora Jordi Hereu, del PSC. Otro ejemplo perfecto de que las líneas de intervención de Sánchez profundizarán en la política de neoliberalismo de rostro “progresista” que ya vimos en la última legislatura. Hereu fue alcalde de Barcelona, tras lo cual se convirtió en empresario y se ha dedicado a la financiación de start ups en Barcelona a través de su empresa IdenCity, entidad que además tiene vínculos con el banco Santander.
Hereu también ha sido socio de la consultora de internacionalización de empresas Barcelona Plataforma Empresarial y es también consultor en Barcelona Centre Logístic BCL y patrono de la Plataforma Fórum Ambiental Barcelona; todo un agente de la patronal que sin duda dejará muy tranquilo al IBEX-35 como encargado de pilotar la llegada de nuevos fondos europeos.
Después de la batalla de aparatos entre Sumar y Podemos, se confirma que Podemos quedará fuera del Ejecutivo, una ubicación desde la que intentará revalidar “por izquierda” su rol de muleta del PSOE. Máxima expresión de esto es el nombramiento de Ana Redondo del PSOE en la cartera de Igualdad, tras el desplazamiento de Irene Montero. Las redes sociales no han tardado ni un día en recordar que Redondo, como concejala de Cultura y Turismo de Valladolid, ha privilegiado la relación con la Iglesia católica. En concreto a través de las festividades de la Virgen de San Lorenzo y ha formado parte de la asociación de juristas “Juezas y Jueces por la Democracia” que niegan el machismo en la judicatura.
Finalmente, la política “sin ruido” de Sumar y Yolanda Díaz ha tenido como recompensa cinco carteras: Trabajo; donde continuará la propia Díaz, Sanidad; con Mónica García de Más País, Infancia y juventud; con Sira Rego de IU, Cultura con Ernest Urtasun y Derechos Sociales con Pablo Bustinduy. Toda una postal de la integración completa del neorreoformismo en la política del neoliberalismo “progresista”.
Yolanda Díaz revalida así su ministerio, responsable de la Reforma Laboral que vino a revalidar los aspectos más reactivos de las del PP o el PSOE como el abaratamiento del despido, las externalizaciones y la precariedad laboral. Una Reforma que sectores como el de las limpiadoras de hoteles o las trabajadoras del hogar han criticado porque no supone ninguna mejora en sus condiciones de vida.
Sira Rego, actual europarlamentaria de Izquierda Unida, ha quedado a cargo del ministerio de Juventud e Infancia. Entre 2015 y 2019 Rego fue primera teniente de alcalde y responsable de Políticas de Vivienda, Sostenibilidad Ambiental, Parques y Jardines, Movilidad Urbana y Transporte y Seguridad Ciudadana en Rivas-Vaciamadrid. Se trata de una de las ciudades en las que se encuentra la Cañada Real, que lleva ya casi tres inviernos sin luz debido al corte de energía de Naturgy. Una situación en torno a la cual Rego ni su Ayuntamiento tomaron ninguna medida efectiva para resolverlo, pese a que hay más de 2.000 menores de edad sin electricidad ni luz eléctrica en la zona. Resulta inquietante que la cartera de Juventud e Infancia pase a manos de una ministra que como responsable de vivienda de Rivas ha abandonado a una parte importante de la juventud e infancia pobre y migrante de su localidad.
Mónica García de Más País, la formación liderada por Iñigo Errejón, será la responsable de Sanidad en un momento de colapso sanitario y degradación de la sanidad pública española. La mejora sanitaria acordada por el gobierno esboza unas líneas de actuación poco concretas, con planes como reformar la financiación territorial de las CCAA, o hacer una ley que acabe con “la indignidad que suponen las listas de espera”. No obstante, en 2022, durante el mandato del gobierno “progresista” dichas listas aumentaron un 12,28% respecto al año anterior; se llegó a 793.521 personas en lista de espera quirúrgica a final del último semestre con 122 días de espera para intervenirlos; y no solo en las comunidades gobernadas por la derecha.
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El próximo Gobierno será en lo esencial un ejecutivo de continuidad del núcleo duro del PSOE, representante de los intereses del IBEX35 y el imperialismo español, e integración plena del neorreformismo, que tendrá aún menos margen de maniobra que en la anterior Legislatura. La integración al régimen del 78 de las formaciones que venían a “tomar los cielos” no es una novedad, ha avanzado profundamente en los últimos años. El nuevo gobierno, en todo caso, viene a apuntalar este proceso de transformismo de las y los dirigentes de IU, el PCE y Más País. La renuncia a promesas como la derogación plena de la Reforma Laboral o la Ley Mordaza, así como la complicidad en la aplicación de medidas de derecha, como la política en materia de extranjería y migración o el reforzamiento del aparato jurídico y represivo del Estado, han sido elementos avalados primero por Unidas Podemos y ahora reforzados por Sumar, que no solo fortalecieron al PSOE, sino que le abrieron la puerta al fortalecimiento de la derecha.
El nuevo Ejecutivo se enfrentará a una fuerte batalla contra el bunker y con sus propios socios, con una frágil aritmética parlamentaria que le obligará a negociar ley a ley. Además, el PP, en coalición con Vox, seguirá gobernando 11 de las 17 autonomías y cuenta con una mayoría en el Senado, lo cual bloqueará la aprobación y aplicación de numerosas leyes.
Lejos de haber “frenado a la derecha”, lo cierto es que el contexto que se abre es uno en el que esta se encuentra más envalentonada que antes, con movilizaciones en la calle contra la amnistía y el Gobierno. Un auge de la derecha que el nuevo Ejecutivo será incapaz de frenar y que tendrá que ser la mayoría popular, la clase trabajadora, las mujeres, migrantes, personas LGTB y todos aquellos sectores que nada le deben ni a la derecha ni tampoco a este gobierno, la que tome las calles para poner en el centro la lucha de clases.