Es en rechazo a la tibia medida oficial de la suspensión temporal de las exportaciones de maíz. Confederaciones Rurales, la Sociedad Rural y la Federación Agraria confirmaron que la medida comenzará esta medianoche y será por 72 horas.
Domingo 10 de enero de 2021 21:53
La Mesa de Enlace (CEEA) confirmó este domingo el paro del campo, lockout patronal, a partir de esta medianoche, en rechazo al cierre del registro de exportaciones de maíz que el gobierno dispuso el 30 de diciembre y hasta el 1 de marzo.
La medida fue ratificada por la Confederaciones Rurales Argentinas, Sociedad Rural Argentina y Federación Agraria Argentina. Coninagro, la cuarta entidad que integra la Mesa, no apoyará la medida.
El comunicado de las patronales agrarias sostiene que “los integrantes de la CEEA venimos trabajando hace muchos años en los consensos de nuestras entidades pero también supimos respetar las diferencias que pudieran surgir en la toma de decisiones para manifestar el descontento hacia medidas desfavorables para el sector agropecuario”. Por este motivo, “CRA, FAA y la SRA ratifican el cese de comercialización de todos los granos desde las 0:00hs del lunes 11 de enero hasta las 24hs del miércoles 13 de enero”.
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En el mismo sentido se expresó el “Foro de Convergencia Empresarial”, que agrupa a más de 40 entidades del sector privado entre las que se encuentran Amcham, Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ABA, entre otras. El comunicado publicado este sábado rechazó la decisión del cierre temporal de exportaciones de maíz, entre otras medidas del Gobierno.
Las patronales agrarias exigen mayores concesiones y beneficios del Gobierno, que ya les otorgó una rebaja temporal de retenciones a la soja, retrocedió con la estatización de Vicentin tras la estafa empresaria al Banco Nación, y dispuso del pago de salarios a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) como recibió la Sociedad Rural Argentina (SRA). Esta “intervención estatal” no les molesta.
La disputa por el maíz
La suspensión del registro de exportaciones de maíz de la campaña 2019-2020 hasta el 1 de marzo fue decidido por el Gobierno con el argumento de garantizar el abastecimiento interno y proveer a sectores relacionados con la producción de carne aviar, porcina y vacuna (el cereal es la materia prima para alimentar a los animales).
La medida se realizó cuando ya se exportó el 89 % del maíz de la campaña 2019/20, según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
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La semana pasada hubo negociaciones entre el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y representantes del Consejo Agroindustrial, entidad que nuclea a más de 56 cámaras del sector agropecuario. Según el comunicado del ministerio “las partes acordaron un acta de trabajo donde expresan el compromiso de garantizar el abastecimiento interno y mitigar efectos de cambios bruscos de precios internacionales que impactan en el consumo". También el Gobierno ofrecería al sector un mecanismo de financiamiento y compensación para productores que abastecen al mercado interno, parecido al que se acordó para el girasol. El compromiso oficial fue evaluar la reapertura de la exportación.
El cierre temporal de las exportaciones se da en un contexto mundial donde los precios de las materias primas aumentaron. En el mercado local la tonelada de maíz saltó de 8.000 pesos a casi 17.000 pesos en sólo ocho meses.
En el mercado interno, el 39 % del maíz se destina al consumo animal. Con la medida el Gobierno pretende garantizar la materia prima para que no suba el precio de la carne. Según informó la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra), el consumo de carne vacuna por habitante cerró en 2020 en 49,7 kilos anual, el nivel más bajo en cien años. Los precios de la carne en góndola subieron un 20 % en diciembre respecto a noviembre y a lo largo del año acumuló un incremento de 78 %. Comer carne se volvió un lujo para muchas familias.
En el caso de la venta externa, la exportación de maíz se concentra en pocas empresas. Cinco firmas concentraron el 62 % de las exportaciones, entre las que se destacan Cargill, ADM Agro, Cofco, Bunge, y LDC Argentina.
En la actualidad el comercio exterior está en manos privadas. Pocas empresas concentran entre la mitad y dos tercios de las exportaciones del país, entre las que se encuentran petroleras, mineras, cereales, empresas agroindustriales, automotrices, industria, aluminio, y otras. La medida de Fernández no cambia la estructura concentrada y extranjerizada que incide en los precios, además que son los mismos sectores que operan y controlan los dólares del país, que sigue siendo un problema en la economía. Incluso el periodista Horacio Verbitsky reconoce lo leve de la medida al afirmar en su columna en el Cohete a la luna que "en 2008, se discutía la apropiación de la renta agraria, cosa que no está ahora sobre la mesa".
Para no quedar en manos de los intereses imperialistas y las turbulencias económicas es necesario sería quitar el control del comercio exterior a este grupo pequeño de capitalistas. Para eso una medida elemental es el monopolio estatal del comercio exterior que permitiría administrar las divisas generadas por las exportaciones en función de las necesidades de una producción al servicio de las mayorías populares y no de las ganancias de unos pocos. Es importante administrar las importaciones y que se priorice la compra de lo necesario para el funcionamiento productivo y la atención de las necesidades de la población.
Ante el flagelo de la inflación que afecta el bolsillo popular son necesarios los comités de trabajadores y usuarios para el control de precios desde los lugares de producción, pasando por todos los canales de distribución hasta la venta, y la exigencia de apertura de los libros de contabilidad de todas las empresas que quieran subir los precios. También control de los stocks porque las firmas muchas veces desabastecen para chantajear e incrementar los precios.
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario