El Ministerio de Educación ha anunciado que el alumnado de Formación Profesional cotizarán a la Seguridad Social el periodo de práctica. Esta medida parece un avance, pero vamos a leer la letra pequeña, de trampas, precariedad, privatización educativa y negocio para las empresas.
Miércoles 1ro de junio de 2022
Este pasado martes 30 de mayo, la ministra de Educación y Formación Profesional (FP), Pilar Alegría, anuncio que el alumnado de FP cotizará a la Seguridad Social por el periodo de prácticas en las empresas, con una cotización subvencionada por el Gobierno de España. Así mismo, en la modalidad intensiva tendrán un contrato de formación con la empresa sin que la empresa pague casi nada.
Esta medida se enmarca dentro de la nueva ley de FP Dual, aprobada este pasado mes de marzo. La misma se basa en que todos los estudiantes pasarán un tiempo en la empresa, un 25%- 35% de lo que dura el curso en la modalidad general y más del 35% en la intensiva (hasta un 50%), periodos por los que cotizarán a la Seguridad Social. Sin embargo, el pago de estas cotizaciones saldrá del dinero público en un 90%, algo a lo que se viene acostumbrando la patronal en época de ERTEs y rescates. Donde no llega el beneficio de la explotación capitalista llegan las arcas del estado.
Pero, aparte de cotizar (pagando el 90% el estado), ¿se van a pagar las prácticas?
¿Prácticas remuneradas? En realidad no para toda la FP.
Desde el principio vemos que, como dice el dicho popular “no es oro todo lo que reluce”. Sólo tendrán unas prácticas con contrato, y por lo tanto con sueldo, en FP intensiva, lo que ahora se conoce como Grado Superior. El resto, como Grado Medio, tendrá una modalidad de formación con cotización a la Seguridad Social, prácticas en empresas, pero no necesariamente remuneradas, como aclara el Ministerio en su nota de prensa.
Es decir, sólo una parte del alumnado de prácticas cobrará un sueldo y cobren o sólo coticen, las empresas pagan sólo un 10% de lo cotizado. Negocio redondo para la patronal, que no parece conforme en algunos casos, llegando a pedir en varias empresas que el gobierno subvencione el 100% de la cotización a la Seguridad Social.
Estamos hablando de sueldos de miseria. Como recientemente denunciaban en entrevistas a este diario, varios de estos alumnos y alumnas de esta FP Dual: tienen que realizar muchas más horas y jornadas elevadas que están muy mal pagadas. Una de las estudiantes que forma parte de este programa aseguraba que “son muy poco dinero por todas las horas que haces, todo el esfuerzo que basura está muy infravalorado”.
Otra estudiante, en este caso de Integración Social, explicaba muy bien lo que acaba suponiendo este modelo al decir que “en la Dual las prácticas son remuneradas, pero no nos gusta mucho este programa, porque tienes que hacer mil horas y cobrando una miseria, una auténtica explotación laboral. Entonces estamos entre un extremo o el otro: o no te pagan, o te pagan y te sobreexplotan”.
FP Dual: Un ejército de estudiantes-esclavos para la patronal
El modelo de las FP Dual combina la formación teórica con más horas de prácticas dentro de una empresa, con el objetivo de adaptar la educación a las necesidades del mercado. Con la nueva ley de FP del gobierno central, justamente se está promocionando este modelo que va en camino de la completa privatización de las FP, y donde la patronal cada vez está cogiendo más protagonismo sobre la formación de los y las jóvenes. Así, las empresas se van a beneficiar económicamente al disponer de mano de obra preparada y dócil a la que seguir precarizando y explotando como hasta ahora.
Además, hay que tener en cuenta la figura del tutor empresarial. Es decir, es el propio empresario que les explota, día a día, el que les tiene que aprobar las practicas, indispensables para recibir el título de FP. Con esto, este alumnado de prácticas queda totalmente indefenso ante la patronal, con la que esta pueda explotar lo que quiera, sin respetar ningún derecho salarial o laboral que como trabajador o trabajadora le debería corresponder.
Toda esta aberración a los derechos de la clase trabajadora viene avalada por la burocracia sindical de UGT y CCOO. En esta, como otras tantas medidas de este gobierno “progresista” de PSOE y UP, como la Reforma Laboral, ha sido ampliamente aplaudida y respalda por este autentico “cáncer” para el movimiento obrero que supone esta burocracia, con una larga tradición de descargar derrotas especialmente sobre la juventud.
La Formación Profesional se ha convertido en la punta de lanza del modelo que quieren imponer al conjunto del sistema educativo. Transformando la educación pública en un negocio al servicio de las grandes empresas, con un ejército de estudiantes-esclavos que se convierten en parte de la propia mercancía que se pone en venta. Por eso cuando a lo largo de los últimos años tanto el PSOE como el PP repetían como un mantra que uno de sus objetivos era dignificar las FP, asumían implícitamente en primer lugar que para ellos la rama de la educación a la que cada vez recurren más las familias humildes ha sido históricamente tratada con un profundo desprecio de clase.
Por un modelo de FP que vaya junto al control obrero de los centros de trabajo
Sin embargo, la juventud de FP tradicionalmente olvidada tanto por sindicatos del régimen como por sindicatos estudiantiles, tiene un enorme potencial en lugar, en su número y en su unidad. Los estudiantes de FP forman parte de esta nueva clase trabajadora, no solo por el hecho de provenir de familias obreras sino también porque para una gran parte de estos alumnos la realidad les impone tener que compatibilizar trabajo y estudio.
Esto hace que, si desde la Formación Profesional surgen fenómenos de autoorganización, de forma natural podría ser el puente entre un movimiento obrero más combativo y el tradicionalmente explosivo movimiento estudiantil. Una alianza de este tipo a la que se sumen otros movimientos sociales tiene la fuerza para plantearse seriamente poner las demandas populares en el centro del escenario político de nuevo.
Este febrero miles de estudiantes de secundaria salieron a las calles en más de 40 ciudades italianas exigiendo el fin de las prácticas obligatorias no remuneradas tras la muerte del estudiante Lorenzo Parelli mientras trabaja gratis en unas prácticas. Estas prácticas no sólo legalizan el trabajo no remunerado como una "etapa normal y ordinaria" de la vida de millones de jóvenes, sino que lo hacen en condiciones de abuso patronal e inseguridad que en ocasiones son aún mayores que las que sufre el resto de la plantilla.
En algunos sectores las prácticas no pagadas son endémicas, llegando a suponer una importante parte de la plantilla que no deja de rotar y nunca cobra o lo hace muy por debajo, al margen de derechos, retribuciones y condiciones de trabajo dignas. Así, las empresas se benefician económicamente al disponer de mano de obra barata y amenazada con el suspenso a la que seguir precarizando y explotando como hasta ahora.
Es necesario levantar una gran lucha con demandas propias como la gratuidad y becas de matrícula suficientes, la evaluación por parte de la plantilla organizada y no de los jefes, equiparación de derechos básicos para cualquier trabajador como el de huelga, vacaciones, bajas pagadas, cotización pagada por la empresa y salario digno pagado al 100% por la patronal y no por el gobierno.
Este tipo de demandas para la FP no deben quedarse aisladas, sino que son un puente entre las demandas del resto del movimiento estudiantil, como la abolición de las tasas o el paso a una única red pública de centros, y del movimiento obrero, como la prohibición de los despidos, el salario mínimo de 1.500 euros, la derogación de las reformas laborales, la indexación del salario al aumento del coste de la vida o el reparto del trabajo sin reducción salarial, entre otras.
Este tipo de demandas son un profundo avance que mejora la situación del alumnado de la FP, pero va más allá para la juventud y el resto de la clase trabajadora. Para pelear por estas medidas es necesario tener en cuenta la necesidad de expropiar a los capitalistas que nos expropian cada día nuestros trabajo (y futuro) y conquistar el control obrero de los centros de trabajo, dirigidos democráticamente por la clase trabajadora que los hace funcionar y reorientando su actividad del lucro a la satisfacción de necesidades sociales de la comunidad.
Jorge Remacha
Nació en Zaragoza en 1996. Graduado en Historia en la Universidad de Zaragoza. Milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español y en la agrupación juvenil Contracorriente.