Ciudad de Buenos Aires. Las ratas hacen imposible cursar en escuelas porteñas

La Escuela de Comercio 19 volvió a ser protagonista de una jornada de movilización y corte de calles para visibilizar la problemática que envuelve al colegio desde febrero, cuando se vio infestada de ratas con el peligro subsecuente para la salud para trabajadores y estudiantes.

La invasión de ratas también afecta a el Liceo 2 y el Normal 4, que comparten el edificio lindero a Parque Rivadavia con el Comercial 19.

Alumnos y trabajadores cortaron la intersección de Avenida La Plata y Formosa en el barrio de Caballito para “exigir una respuesta efectiva que permita cursar y trabajar en condiciones dignas”, según dijeron a Página|12.

La comunidad educativa del colegio advierte que, si bien la invasión de roedores comenzó en febrero, a partir de mayo la situación se volvió insostenible.

“Desde ese día, que encontraron una rata muerta, se suspenden las clases cada dos por tres. Muchas veces venimos a la escuela y nos tenemos que volver. Otras veces nos avisan los preceptores o docentes por WhatsApp o por las redes sociales, pero como yo me levanto a las 5 de la mañana, cuando me avisan a las 7 ya es tarde, porque ya estoy en la escuela”, declaró una alumna de la escuela.

La misma situación atravesaron y atraviesan distintas escuelas porteñas, como La Escuela 11 y el Lola Mora. Hace casi un mes madres y padres se habían presentado en la comisión de Educación de la Legislatura porteña para denunciar la violación a los mínimos estándares de salud.

Allí también denunciaron que vienen reclamado insistentemente, exigiendo reuniones con la Dirección de Mantenimiento de la Ciudad de Buenos Aires, encargada de las tareas de desinfección, desratización y seguimiento de la evolución de las tareas. Los padres fueron también al Instituto de Zoonosis “Luis Pasteur” y a la Defensoría del Pueblo.

Inversión en educación pública, invirtamos las prioridades

A este problema grave para la salud de docentes y alumnos, se le suma la terrible situación que atraviesan varias escuelas del conurbano bonaerense que, en el medio de la ola de frío polar, denuncian que no se puede estudiar sin congelarse.

Todo esto presenta un cuadro de situación que muestra los problemas profundos de la desinversión que aqueja la escuela pública desde hace décadas, donde ningún gobierno hizo nada seriamente para resolver la situación.

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Este abandono de la educación pública, que afecta de mil maneras a estudiantes, docentes y padres, tenderá a gravarse mientras los recursos del país vayan a pagar la deuda con el FMI y los especuladores internacionales.

Para tener una educación gratuita y de calidad para todo el pueblo trabajador, hay que dar vueltas las prioridades y dejar de pensar en cómo vamos a pagar una deuda ilegítima y fraudulenta y comenzar a pensar como organizamos los recursos nacionales en función de los intereses de las grandes mayorías.