¿ERA UN AGENTE DE INTELIGENCIA? Las sospechas sobre Lagomarsino

Primero, se le prohibió la salida del país al no poder ser encontrado por la fiscal Viviana Fein luego de su primera declaración. Más tarde la misma fiscal le imputó el delito de haber entregado un arma registrado a un tercero lo que puede conllevar una pena de hasta seis años. Por último, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo señaló como sospechoso y subrayó su vínculo familiar con un alto empleado de una empresa vinculada al Grupo Clarín.

Por la cadena nacional del lunes la Presidenta aseguró que el ayudante del fiscal, "Lagomarsino, no solo es un férreo opositor al Gobierno, sino que además es hermano del gerente de informática del diario Clarín, que trabaja para el estudio Sáenz Valiente". Evidentemente el Gobierno ha decidido salir a defenderse haciendo responsables de la suerte de Nisman a la conspiración de un sector de la inteligencia y de los medios opositores en su contra.

El Grupo Clarín salió a desmentir que el hermano de Lagomarsino -Gerardo- trabaje con ellos: "El Grupo Clarín tiene que volver a desmentir una declaración presidencial, en este caso referida al hermano de Diego Lagomarsino, persona que jamás trabajó ni tiene ninguna vinculación con el Grupo Clarín", sostuvo el multimedio de Magnetto y Noble.

Diego Lagomarsino está concentrando parte de la atención de la investigación y muchas especulaciones en torno a su relación con el fiscal. Se sabe que tenia una estrecha relación con Nisman para quien trabajaba en la fiscalía, con el agregado que cobraba cuarenta mil pesos sin presentarse a trabajar, prestando servicios informáticos.

El ahora imputado habría sido la ultima persona que vio con vida al fiscal. Según declaró, Nisman lo llamó el sábado y le pidió la pistola prestada: "Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado Stiuso y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas".

Sin embargo, habría una novedad aún no confirmada oficialmente y es que según los libros de ingresos y egresos de la torre Le Parc, la última salida de Lagomarsino está registrada el domingo, día de la muerte del fiscal.

Si bien Lagomarsino negó rotundamente pertenecer a la ex-SIDE, sus vinculos con Nisman en la causa AMIA llevan a especular sobre cual seria la relación del mismo con la inteligencia criolla. Uno de los padres de las victimas de Cromañón, el abogado José Iglesias, señaló que en una de las marchas un joven que decía ser aficionado a la fotografía se les acercó para pedir autorización para tomar fotos.

El joven acompañó la marcha, tomó fotografías, y cuando Iglesias y otros padres se acercaron a conversar con él y a observar su trabajo, les dijo que había tenido un problema con la cámara y que debía repetir las tomas en otra oportunidad. Nunca volvieron a verlo. En el mismo sentido Marcelo Saín, extitular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) recordó a Lagomarsino porque en el 2005 se había acercado ofreciéndose como informante sobre cuestiones relacionadas a causas de narcotráfico a cambio de dinero.

La hipótesís de que Diego Lagomarsino fuera un agente de inteligencia pareciera tomar cuerpo. La apertura de todos los archivos de la ex-SIDE permitiría dilucidar quizas si el hombre que facilitó la pistola a Nisman es parte de las movidas de los servicios.

Lo que va dejando en claro la extraña muerte de Alberto Nisman es cómo la causa AMIA fue armada entre operadores de inteligencia y gente de dudosa calaña. La misma causa que el kirchnerismo transformó fervorosamente en política de Estado y hoy sigue defendiendo frente a los ataques de la oposición política y mediática.