Infancias y Adolescencias. Larreta empobrece a las trabajadoras de la niñez

Las diferentes respuestas a partir de la encuesta sobre las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de infancias y adolescencias, muestran la realidad que atravesamos quienes trabajamos en el organismo, donde la mayoría tenemos más de un empleo para poder subsistir. Algo que también se ve reflejado en el resto de los sectores y localidades que trabajan con la misma población.

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Los salarios que percibimos en el CDNNyA son en promedio de $50.000, lo cual demuestra que se encuentran muy por debajo de la canasta básica de la CABA que es de $139.729,98. A esto se suman modalidades cada vez más precarias de contratación, de locación de servicio con re contratación anual y contratos de monotributo a través de la UBA donde las trabajadoras cobran $34.000, con atrasos en los pagos, por realizar las mismas tareas que el resto de los trabajadores en diferentes equipos.

A partir del relevamiento realizado por la encuesta, un trabajador de unos de los dispositivos planteó que cada intervención implica un desafío por la complejidad de vulneraciones que atraviesan las familias con las que trabajamos. Quedando en evidencia cual es el objetivo final de la política pública de Rodriguez Larreta en cuanto a la restitución de derechos de las infancias; recayendo sobre los que trabajamos cotidianamente los éxitos o fracasos de cada estrategia.

Otra de las experiencias llega a través de las defensorías zonales, los organismos descentralizados del Consejo en cada una de las comunas, donde los equipos intervienen ante la vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes.
Realizan en territorio el seguimiento de entre 600/800 situaciones por profesional, lo que inevitablemente produce una sobrecarga de trabajo y un recambio en los equipos de trabajo ya que hay renuncias por las condiciones precarias de contratación y desarrollo de las tareas, lo que impacta directamente el seguimiento de las estrategias.

La ley 114 se modificó de hecho.

Cabe mencionar que la Ley 114 Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene por objeto la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. La misma da creación al Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes como organismo especializado que tiene a su cargo las funciones que le incumben a la Ciudad, gobernada por Horacio Rodriguez Larreta, en materia de promover, proteger y garantizar de forma integral los derechos de niños, niñas y adolescentes.

El traspaso compulsivo de los programas y áreas que pertenecían al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat al CDNNyA es parte de un avance y modificación de la ley en los hechos. El mismo implicó un impacto en el desarrollo de las políticas sociales y estrategias de intervención que no solo se decidió a espaldas de las y los trabajadores, sino que implicó situaciones de maltrato de compañeras y reubicaciones que son consideradas despidos encubiertos.

La 114 se va modificando de hecho desde la gestión y desde la junta interna fueron cómplices para que esto sucediera. Dejaron correr todos los ataques que se dieron durante el macrismo pero que se profundizaron aún más con la pandemia donde estuvimos en la primera línea. Desde una mudanza compulsiva hasta equipos que con las limitaciones ya existentes de la ley 114 hoy terminan siendo observadores del avance de políticas de derecha contrarias a garantizar los derechos de lxs pibxs.
La decisión de concentrar programas, dispositivos y acciones del Estado implica: reducción del gasto público, flexibilización laboral y mercantilización de los derechos, continuando el ataque sistemático que viene sufriendo el sistema de protección integral en la Ciudad.

No hay promoción ni protección de derechos con vía libre para avanzar por derecha

Así como las condiciones laborales de los que trabajamos en infancias y adolescencias son alarmantes, también la realidad con la que sobreviven miles de familias en la ciudad más rica del país son de extrema preocupación, déficits habitacionales, barrios sin agua corriente, ni luz, ni cloacas, asistencias alimentarias nefastas, cierres de espacios de salud de atención primaria; entre otras.
La respuesta de parte de las autoridades del Gobierno del PRO no son solamente vulnerar los derechos de lxs niñxs y adolescentes, sino que presta las condiciones para que las fuerzas de seguridad repriman a las familias que pelean organizándose por sus derechos.

El Artículo 43 de la ley local 114 plantea que: “Desjudicialización de la pobreza. Cuando la amenaza o violación de derechos sea consecuencia de necesidades básicas insatisfechas, carencias o dificultades materiales, económicas, laborales o de vivienda, las medidas de protección a aplicar son los programas sociales establecidos por las políticas públicas, que deben brindar orientación, ayuda y apoyo incluso económico, con miras a la sustentación y fortalecimiento de los vínculos del grupo familiar responsable del cuidado de niñas, niños y adolescentes.”.
Pero ante situaciones como las que vivieron las familias de la toma “Fuerza de Mujeres” en la Villa 31, lo citado se torna papel mojado cuando el organismo de protección y promoción de derechos está presente en esa situación no para resolver las condiciones materiales de las familias sino para garantizar que se las pueda reprimir y desalojar por las fuerza, contrario a garantizar mejores condiciones de vida para las infancias, está presente para defender la propiedad privada.

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Desde el Equipo Técnico de Infancias y Adolescencias nos pusimos a disposición de las familias de la villa 31 que fueron brutalmente reprimidas mientras peleaban por tierra para vivir. Porque entendemos que como trabajadores debemos intervenir ante cada avance de los gobiernos que vulneran los derechos de las familias con las que trabajamos cotidianamente, ese lazo con las familias es una pelea que consideramos clave para incidir en la realidad.

Ante cada avance de la agenda de la derecha, que no distingue entre Gobierno Nacional y de la Ciudad, pidiendo mano dura con los sectores más vulnerados como lo fue semanas atrás ante el acampe de los movimientos sociales en la 9 de Julio; nos encontrará a los trabajadores de las infancias junto a esas familias.

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Sindicatos ¿para qué?

La existencia del sindicato ATE- Verde y Blanca quienes dirigen la junta interna en el CDNNyA no solo no se pone a la cabeza por pelear por modificar las condiciones en las que desempeñamos nuestras tareas sino que es totalmente funcional y cómplice al ajuste que viene impartiendo el Gobierno Nacional de Alberto Fernandez, en un contexto de acuerdo con el FMI, que solo trae miseria sobre nuestras espaldas y las de las familias más vulneradas.

Nuestros salarios se devalúan día a día ante la inflación y se siguen firmando paritarias a la baja. No se convocan asambleas ni espacios democráticos de participación ni organización dentro del CDNNYA desde el 2019. Las pocas acciones que se realizan tanto desde la Junta Interna como desde ATE Capital, conducido por el Kirchnerismo, para “defender” nuestros derechos y que nuestras condiciones de vida no se sigan devaluando son nulamente difundidas para convocar a lxs compañerxs, terminando en actos totalmente testimoniales que no mueven el amperímetro en torcerle el brazo a la gestión de Larreta. Y por acción directa se juegan a vaciar cualquier instancia de organización. Dicen ser la “pesadilla del PRO” y garantizan la paz dentro del consejo siendo funcionales al avance de la gestión.

Lo que realmente necesitamos es organizarnos por nuestros derechos y por los de las familias con las que trabajamos día a día. Para seguir visibilizando la realidad de los trabajadores y no los intereses de los gobiernos, con delegadxs por sector y asambleas de afiliadxs y no afiliadxs.

El desafío, tenemos el poder de cambiarlo todo

Somos nosotrxs quienes debemos discutir de qué manera enfrentar el ajuste y la crisis social que nos golpea a nosotrxs como trabajadores y a las familias más vulneradas.

Empezar a cuestionarnos y preguntarnos por qué naturalizar tener dos o tres trabajos para llegar a fin de mes o ni siquiera llegar, cuando millones están desocupados?.

Pensar entre todxs cómo transformar ese cansancio por correr de un laburo a otro y todas esas experiencias que vivimos en nuestros trabajos y transitamos todos los días en fuerza colectiva para poder darlo vuelta todo. Porque laburamos con esas infancias para las que sólo podemos conseguir migajas y sabemos que no es el futuro que desean ni el que merecen. Porque así como el estado nos precariza y nos resta tiempo para estar con nuestras familias, los sectores con los que trabajamos no pueden aspirar más que a parches de contención que nosotrxs mismos a duras penas conseguimos que se implementen.

El 1ero de Mayo, los y las trabajadores sabemos que no es una fecha más, sino un recordatorio a las peleas históricas que ha dado el movimiento obrero; las demandas por mejores condiciones laborales son un hilo de continuidad, que no se agota allí; requiere de la mayor unidad con las demandas de las millones de familias y niñxs y adolescentes que ven vulnerados sus derechos. La pelea por sus mejores condiciones de vida no están escindidas de nuestras batallas como trabajadores de las infancias. Por esto, fuimos parte de las asambleas abiertas que se impulsan en unidad con los sectores ocupados y desocupados el 30 de abril.

Queremos conocer tu experiencia trabajando en infancias, para continuar visibilizando nuestras situaciones y poder debatir sobre otra realidad posible.
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