Exigen un incremento salarial, las mismas condiciones para aquellos que realizan el mismo trabajo o poder ir al médico sin que se considere absentismo laboral. La empresa se niega a concederles estas medidas elementales.

Alejandro Bravo Madrid
Martes 6 de junio de 2017
Foto: Trabajadoras y trabajadores de Cuétara con compañeros de Coca-Cola en lucha. Twitter @CuetaraEnHuelga
Los más de 400 empleados de la factoría Cuétara de la localidad de Villarejo de Salvanés (Madrid) se encuentran en pie de guerra desde mediados del mes de mayo. Las trabajadoras y trabajadores realizaron paros parciales y concentraciones a las puertas de la fábrica los días 16 y 17 de mayo que tuvieron un rotundo éxito con un seguimiento del 99,9% de la plantilla según fuentes sindicales. Desde entonces, y tras la negativa de la patronal de negociar un "convenio digno" con el comité de empresa, los paros se repitieron a lo largo del mes de mayo.
Reivindican una subida de salarios con carácter retroactivo y de implantación progresiva del 0,5 por ciento para el año 2015, del 1 por ciento para 2016 y del 2,5 por ciento fijo a partir de 2017. Esta actualización salarial estaba congelada desde el año 2014, momento en el que se firmó la prórroga del convenio colectivo por el que ahora están luchando.
También exigen disponer de las horas necesarias para acudir a los médicos especialistas aunque la cita coincida con el turno -actualmente computan estas horas como absentismo laboral-; una reducción de la jornada acorde al resto del sector ya que trabajan alrededor de 50 horas más al año; el fin de las diferencias salariales para aquellos que realizan el mismo salario pero fueron contratados tras la citada prórroga del convenio; un porcentaje máximo del 10% de contratación temporal (actualmente cercano al 25%) o el pago de 60 euros del plus de nocturnidad al iniciarse los turnos de noche.
Esquirol, esquirol, lameculos del patrón 📢 pic.twitter.com/r2osKks5mk
— Cuétara en Lucha (@CuetaraEnHuelga) 23 de mayo de 2017
Desde CCOO Madrid consideran estas reivindicaciones "realistas, razonables y nada radicales" en el marco de una empresa que declara beneficios millonarios. Sin embargo, la firma Cuétara -actualmente en propiedad del conglomerado Adam Food desde el año 2015- se niega a acceder a estas peticiones. Denuncian que la empresa viene acometiendo una represión sindical no renovando los contratos de aquellos que secundaron los paros.
Por ello, y ante la nueva ruptura de las negociaciones por el convenio, el comité de empresa ha convocado nuevos paros que comenzaron ayer lunes a las 22 horas y se prolongarán por espacio de cuatro horas hasta el miércoles 7 de junio. Así se ha iniciado la cuarta semana de lucha de este colectivo de trabajadores y trabajadoras. También han convocado una manifestación para el día 17 de junio que partirá a las 12 del mediodía desde las puertas de la factoría hasta la Plaza de la Constitución de Villarejo de Salvanés.
Ya está amaneciendo
y no estamos produciendo.#SinConvenioNoHayGalletas pic.twitter.com/zbYHgYRUH1— Cuétara en Lucha (@CuetaraEnHuelga) 31 de mayo de 2017
La crisis económica capitalista ha resultado la excusa perfecta para avanzar sobre los derechos conquistados por la clase trabajadora en favor de mantener y ampliar las ingentes ganancias empresariales. El incremento de los millonarios beneficios a costa de la disminución de salario, bien sea a través del recorte directo, de la congelación salarial o del incremento de las horas de trabajo, está a la orden del día facilitado por los contratos temporales y precarios y la aplicación de las sucesivas reformas laborales de los gobiernos del PSOE y el PP.
A pesar de la cacareada recuperación económica -anunciada a bombo y platillo por el ejecutivo de Mariano Rajoy- estos ataques lejos de terminar o revertirse reaparecen con renovadas fuerzas al dictado de los intereses privados, incluso sobre sectores que se habían mostrado resistentes por su organización e importancia estratégica como muestra la aprobación del decreto de la estiba y la lucha de sus trabajadores.
La supervivencia y éxito de estos conflictos parciales depende de su capacidad para superar el aislamiento impuesto por las burocracias sindicales y unir sus fuerzas a las de otros trabajadores en lucha. La unificación de las luchas de la clase trabajadora es capital en el proceso de acabar con las odiadas reformas laborales e imponer un programa de salida de la crisis en beneficio de los y las trabajadoras y las clases populares.