La mañana de este miércoles, el presidente confirmó que su terna a la Suprema Corte de Justicia de la Nación está vinculada a él y su partido.
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Miércoles 29 de noviembre de 2023
Durante la conferencia matutina de este miércoles, el presidente fue cuestionado por la terna propuesta a la SCJN. Ante la pregunta de un reportero, que afirmó que "señalan que [las candidatas] son afines a usted, al presidente de México, que cualquiera que sea nombrada se va a convertir en la subordinada", AMLO respondió afirmativamente al hecho de que las candidatas que postula han sido cercanas a él.
Tienen razón, las tres están muy vinculadas a nosotros desde hace mucho tiempo; Estela Ríos fue consejera jurídica cuando fui jefe de gobierno; Bertha Luján es una joven que ha ayudando muchísimo a limpiar de corrupción en la Cofepris, que era un cochinero.
La propuesta se da luego de la renuncia del ministro Arturo Zaldívar; la Comisión de Justicia del Senado de la República avaló la terna, misma que debe ser aprobada por el pleno de la Cámara Alta.
"Sí están vinculadas a mí, cómo no y es un orgullo para mí, son mujeres honestas, íntegras, incapaces de cometer una injusticia, incorruptibles, además yo no establezco con nadie relaciones de complicidad, hasta con mi familia, mis amigos, con todos, es una relación de respeto, siempre", agregó.
Se trata de un nuevo capítulo en la disputa entre la presidencia y el Poder Judicial, el cual ha actuado de aparente contrapeso a las posturas de AMLO y como uno de los últimos bastiones de la derecha neoliberal. El Poder Judicial, el más conservador dentro de cualquier democracia republicana, ha venido siendo utilizado como caballo de batalla por los partidos neoliberales para intentar frenar medidas que han sido consideradas inconstitucionales.
Con la terna presidencial, podría inclinarse la balanza dentro de la SCJN hacia la 4T, esto luego del fiasco de la ministra Yasmín Esquivel y el escándalo suscitado por el plagio de su tesis.
Pero el discurso de AMLO y el contrapeso de ministros afines a la 4T, por un lado tiene el discurso usual que López Obrador siempre ha manejado: reemplazar a los corruptos y poner a los honestos. Una medida que ya vimos, por ejemplo, en el DIF, con resultados profundamente antiobreros, ya que la titular de la 4T a inicios del sexenio, Esthela Damián, hizo como una de sus primeras medidas un aumento de su salario para percibir 150 mil pesos mensuales, mientras que a las trabajadoras y trabajadores de base del DIF les implementaba medidas precarizadoras.
Es decir que, lejos de realizar la "austeridad republicana" con medidas de recorte a los altos puestos, siguiendo la norma de AMLO de que "las escaleras se barren de arriba hacia abajo", la realidad es que los trabajadores en a 4T han visto pocos cambios en lo que respecta al funcionamiento usual de las estructuras estatales y han sido ellos quienes han percibido los recortes del gobierno.
Por otra parte, el reemplazar "corruptos" con "honestos" no resuelve de fondo el problema de que el Poder Judicial, en tanto pilar del Estado capitalista, actúa en favor de los empresarios y sus partidos, algo en lo que la derecha neoliberal y la 4T están de acuerdo. Como tampoco se ponen mecanismos que impidan que los "honestos" no cometan actos de corrupción una vez que ocupan el puesto.
El Poder Judicial debería también poder ser elegido por las grandes mayorías y eliminar no los fideicomisos de los trabajadores (usados como carne de cañón entre la disputa entre el PJF y la presidencia), sino los grandes salarios de los magistrados, que perciben centenares de millares de pesos al mes mientras la clase trabajadora, la que se transporta en metro, combis y camiones, ve desaparecer sus ingresos en el transporte público que toma diario para llegar a su centro laboral.
Que los jueces sean electos y con sueldos iguales a los de cualquier trabajador calificado para así eliminar los privilegios que perciben gracias al presupuesto estatal, el cual se genera con los impuestos que los capitalistas han implementado contra las grandes mayorías y con el cual su clase y sus políticos se enriquecen. Medidas que ni la oposición neoliberal ni AMLO pretenden llevar adelante.