Hace 132 años los trabajadores en Chicago fueron parte de la lucha internacional por las 8 horas de trabajo, para tener 8 horas para descansar y 8 horas para disfrutar. Sin embargo, esta demanda sigue inconclusa.
Domingo 29 de abril de 2018
Las y los profesores trabajamos en un modelo educacional de mercado, en el cual cada día se precariza más nuestra labor. A raíz de esto, hemos sido parte de importantes luchas y discusiones contra el lucro en la educación, cuestionando el modelo de educación de mercado.
Vemos que las condiciones laborales cada día son peores, nos golpean mediante la inestabilidad laboral con los contratos a plazo fijo y la ley impuesta por el anterior gobierno de Piñera que permite a los directores poner a disposición al 5% de la planta docente a final de año.
Las Corporaciones municipales además de despedir y aprovecharse de la inestabilidad laboral de los trabajadores de la educación, discriminan a las profesoras diferenciales al no reconocerlas mediante el no pago de la mención y el Bono de Reconocimiento Profesional.
La desmunicipalización de Bachelet no traspasa realmente las escuelas y liceos al Estado, sino a Servicios Locales donde los municipios serán mucho más activos, sobre todo en la parte contractual. Lo vimos en Barrancas donde no se pagaron cotizaciones ni salarios a tiempo, situación que abrió un paro a inicios del año escolar.
Por otro lado, el agobio laboral con jornadas extenuantes que continúan al llegar a nuestras casas. Miles de docentes dejan sus vidas y familias en función de cumplir con las exigencias de las unidades educativas como planificar, evaluar, revisar pruebas y la carrera docente a través de la evaluación docente.
Desde Nuestra Clase creemos que los apoderados, profesores, codocentes, asistentes de aula y estudiantes somos quienes debemos elegir a las autoridades educativas, como los directores. La educación de mercado, tienen a expertos, que jamás han pisado un aula, imponiendo estándares que no tienen relación con la situación que se vive en cientos de escuelas y liceos públicos, abriendo aún más la brecha entre ricos y pobres, y el acceso a la educación .
Creemos que como trabajadores de la educación debemos unirnos y marchar juntos este 1 de mayo por democratizar las decisiones en educación, donde profesores, apoderados y estudiantes seamos protagonistas, debemos unirnos para mejorar nuestras condiciones laborales y hacia un sistema educacional al servicio de los trabajadores y sus hijos.