Las alarmantes cifras obedecen a la política criminal de los gobiernos neoliberales que buscan mantener las ganancias empresariales, a costa de someter a la población trabajadora al riesgo de enfermarse, sin contar siquiera con un sistema de salud decente.
Sábado 8 de agosto de 2020
Este viernes, Latinoamérica y el Caribe se convirtieron en la región que registró la mayor cantidad de muertos por COVID-19, con 213.120 fallecidos, sobrepasando los decesos acumulados en Europa. En correlación a estos datos, también registra la mayor cantidad de contagiados, con 5,3 millones de personas.
El caso de Brasil, es el que registra 2,9 millones de casos con 98.500 muertos, siendo el segundo país con más casos, después de Estados Unidos. Hay que recordar la política criminal del gobierno de Bolsonaro, con medidas contrarias a la prevención y relativizando la gravedad de la enfermedad.
Expertos señalan que el número de contagiados en dicho país puede duplicarse a mediados de octubre.
El caso de México, alcanzó 50 mil fallecimientos, donde Andrés Manuel López Obrador buscó bajar el tono señalando que no han sido tan golpeados.
Perú contabiliza más de 450 mil casos.
Hasta el día de ayer, Chile registró 368.825 casos, con 9.958, en donde la mayor cantidad de casos se acumulan a las comunas más precarizadas de Santiago, consecuencia de que la "cuarentena" no ha llegado para las y los trabajadores, que día a día han debido utilizar el transporte público que va lleno, para ir a trabajar a empresas que ni siquiera son escenciales, como las denuncias que se recibieron por Fruna, o las de H&M, o también a las empresas de comida rápida como el Mc’ Donalds.
Los contagios en la región obedece a una política común y criminal de los gobiernos principalmente neoliberales del continente, que lejos de resguardar la vida de la clase trabajadora, vela por la mantención de las ganancias empresariales a costa de enfermar a la población que cuenta con miserables sistemas de salud.
