La Secretaria de Acción Social del SUTE reflexiona sobre el conflicto y las perspectivas que se abren en el Sindicato de trabajadores de la educación.
Lunes 12 de marzo de 2018 00:30

Entrevistamos a Laura Espeche, actual Secretaria de Acción Social del SUTE, quien reflexiona sobre el conflicto docente y las perspectivas que se abren en el Sindicato de trabajadores de la educación.
¿Cómo está el SUTE luego del decreto que firmó Cornejo?
El paro del lunes pasado tuvo un nivel de acatamiento positivo para lo que se esperaba con los descuentos del ítem aula, que son inconstitucionales porque atentan contra el derecho a huelga, y el bajísimo acatamiento que habían tenido los paros del año pasado. Hay una nueva militancia de base en el SUTE, que logró con mucho debate convencer en sus propias escuelas y que el acatamiento llegue casi al 40%, con escuelas donde paraban casi todos, y otras -menos organizadas- donde eran pocos los que se sumaban. Estamos hablando de que miles de trabajadores/as de la educación se sumaron al paro a pesar de los descuentos. La movilización del 5M también fue muy grande, con miles en las calles.
Lo que vemos es que luego del decreto hay dos procesos, por un lado se está consolidando una militancia de base más combativa alrededor de la nueva conducción del SUTE, que, no sólo pudimos ver en las tres marchas que se realizaron en 8 días: el 26F, el contracarrusel y el 5M; sino que también logró convencer a una parte importante de las escuelas de que marchara para ponerse de pie y hacer paro, aún en una situación difícil. Por el otro lado, un sector de las bases más amplias de las escuelas que se habían movilizado el pasado 26F volvió a un estado de pasividad, porque se perdió la expectativa concreta que había entonces de lograr sacarle un mejor acuerdo al gobierno con la movilización y que no saliera nuevamente una resolución mala por decreto. Volver a movilizar a esos sectores y organizarlos con el SUTE es uno de los mayores desafíos que tenemos ahora.
¿Qué pensás de las críticas que hay desde otras listas hacia la conducción del SUTE?
Sí, hay un debate público sobre eso. Que se ha dado tanto en los plenarios como a través de medios de comunicación, como el Diario Los Andes. En el plenario provincial pasado, la agrupación Celeste y la Azul Naranja fueron con una línea muy crítica a la conducción, planteando que había sido un error proponer un cuarto intermedio en la paritaria para discutir la aceptación o no del último planteo del gobierno de aceptar la cláusula gatillo mes a mes (automática y acumulable, como la que firmó con Ampros) pero no la recomposición del 7,6 del año pasado, con el argumento de que ya había dado para eso el bono de fin de año, argumentando que debía rechazarse de plano en la mesa paritaria.
Su crítica por abrir una discusión democrática en las escuelas y plenarios es, desde el vamos, una verdadera caradurez viniendo de gente que siempre imponía los acuerdos con los gobiernos del PJ con los votos del aparato sin discusiones democráticas en las escuelas y plenarios. Y que, incluso en aquellos sindicatos donde aún dirigen, corrieron a firmar el 15,7% en diciembre del año pasado. Pero en cuanto a la táctica concreta, la lista Marrón, parte central de la conducción, cedió a esa presión y planteó una posición "autocrítica" en el plenario, dándoles la razón en que hubiera sido mejor rechazar en el mismo momento la respuesta del gobierno sin pedir un cuarto intermedio. Nosotros no compartimos ese cambio de línea de la Marrón.
La perspectiva de una negociación abierta era la que venía uniendo al activismo con la expectativa de las bases en lograr un acuerdo más favorable frente los sucesivos años de pérdidas y castigo. Sin embargo, fue luego de la reunión de mesa técnica del 27 de febrero, donde el gobierno rechazó oralmente dar cualquier otra compensación por fuera de la cláusula gatillo, entonces la marrón interpretó que lo mejor era que el SUTE saliera a plantear que la discusión estaba cerrada por la negativa del gobierno al 7,6%.
Nosotros planteamos en la conducción, que lo mejor era proponer a las escuelas y plenarios llevar una "segunda contrapropuesta" que incluyera un pedido de ítems como los que firmó con Ampros para el 2018 (un incremento del 15% en el ítem de responsabilidad profesional, que es similar al ítem de estado docente o del celador), que implicaron un aumento concreto para todos los profesionales de la salud además del bono de fin de año y de la cláusula gatillo mensual. La marrón (agrupación mayoritaria en el secretariado) no acordó con nuestro planteo de llevar una segunda contrapropuesta a la mesa paritaria e insistieron en rechazar sin más.
Esto le dio aire al discurso del gobierno de mostrar al Sute como intransigente y poco claro y dificultó la discusión en las escuelas con los sectores que veían importante seguir insistiendo en un acuerdo más favorable. No es una discusión fácil, ni se trata tampoco de contraponer supuestas recetas. Pero sí hay una discusión de estrategias dentro del SUTE sobre cómo unir al sector más organizado y movilizado con las bases de las escuelas, y qué diálogo hay que tener para ello.
Para nosotros, como parte de la conducción del SUTE, fueron equivocadas tanto la política que tuvimos a fin de año donde planteamos el 50% de recomposición salarial, como la línea de la marrón de haber salido a dar por cerrada la discusión paritaria. Y fueron muy acertadas las propuestas de la campaña #MásParaEducación apostando a ganar a la comunidad, y el planteo de la "contrapropuesta" que puso al SUTE a la ofensiva. Estamos llevando adelante una experiencia novedosa a nivel nacional, la Celeste mostró siempre un sindicato folcklorizado y a merced de los acuerdos entre la burocracia y el gobierno. Ahora hay una conducción democrática y dispuesta a luchar, aún con sus diferencias internas, en este camino ir sacando lecciones de cada paso y sus resultados es muy importante para fortalecernos como nueva conducción del SUTE más combativa, pero también más inteligente.
¿Qué desafíos concretos ves para el SUTE hacia adelante?
Se publicó el decreto del gobierno que fija un aumento en cuotas del 5% hasta llegar al 15,7% en noviembre, sin cláusula gatillo. Con lo que castigan a los/as trabajadores/as de la educación por no haber firmado el acuerdo que suscribieron todos los otros sindicatos estatales (a quienes les dieron algún tipo de cláusula gatillo). Para hacerle frente a esto pensamos que hay que continuar con un plan de lucha que siga la campaña #MásParaEducación, pero acompañada también por movilizaciones que mantengan el protagonismo del SUTE en las calles.
El primer punto débil del gobierno es haber sacado el decreto sin cláusula gatillo, lo que generará una tensión si el crecimiento inflacionario activa la cláusula para otros sindicatos y deje atrás al sector docente. Las compensaciones que intenta mostrar Cornejo con el pago de la deuda del ítem zona o el bono de fin de año, para tratar de "sanear económica y moralmente la relación entre el Estado y el empleado público" no logran hacer base real en las escuelas cuando hacen ataques morales y económicos tan fuertes como el ítem aula y el haber dejado a los trabajadores de la educación sin cláusula gatillo.
El primer punto débil del gobierno es haber sacado el decreto sin cláusula gatillo, lo que generará una tensión si el crecimiento inflacionario activa la cláusula para otros sindicatos y deje atrás al sector docente
En la opinión pública general, el gobierno tampoco logra hacer base ya que la gran mayoría de los padres ve como justo el reclamo salarial y comparte que está muy desfinanciada la educación pública frente a una situación edilicia muy precaria. Creemos que en la pelea con el gobierno por ganar a la opinión pública por #MásParaEduación se ha avanzado y con los problemas edilicios que se van presentando y saliendo a la luz en los medios, son un punto de apoyo para profundizar esta campaña.
En lo inmediato hemos hecho dos propuestas concretas desde la Secretaría de Acción Social y la 9 de Abril al resto de las agrupaciones, la primera es organizar fondos de lucha solidarios en las escuelas, que permitan paliar los descuentos salariales que tendrán a fin de mes miles de compañeros que hicieron paro; esto puede ayudar a una mayor unidad de las escuelas y a hacer trabajo sobre la comunidad educativa que ve con simpatía el reclamo. La segunda es llevar a las escuelas y plenarios la propuesta de organizar juntos una nueva marcha masiva para el 4 de Abril, fecha aniversario del Mendozazo, de la represión en la que fusilaron al maestro Carlos Fuentealba y del último paro provincial contra el ítem aula.