La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que limita la reelección de distintos funcionarios políticos a nivel provincial. Habilita a los intendentes a dos nuevos mandatos. Eso sí, sus sueldos siguen sin techo.
Viernes 17 de junio de 2016 11:27
En el mundo de la política tradicional todo es monedad de cambio y devolución de favores. Este es el caso de la ley que limita reelección de intendentes, concejales, consejeros escolares, diputados y senadores en la provincia, que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados el día de ayer.
Además del massismo y el oficialismo, votaron a favor el FpV-PJ, el Peronismo para la Victoria, el FAP y Peronismo Bonaerense. El Frente para la Victoria se abstuvo. El único bloque que se pronunció en contra fue el del Frente de Izquierda.
Cambiemos se había comprometido a tratar este proyecto a cambio de que el Frente Renovador apoyara con su voto la polémica ley de Reforma Administrativa, que flexibiliza aún más la relación laboral de los empleados estatales, abriendo la puerta a los negocios de los empresarios amigos con el Estado. Un marco legal que le dio plafón a la suspensión por un año de nombramientos de personal de planta permanente o transitoria en la administración pública que ayer decretó Vidal.
Si se sanciona la ley, pasando por el Senado bonaerense, los intendentes, diputados, senadores y concejales de la provincia de Buenos Aires no podrán cumplir más de dos mandatos consecutivos y deberán dejar pasar un período para competir nuevamente por esos cargos.
Pero la entrada en vigencia de esta ley será recién cuando se cumplan los dos mandatos de los funcionarios políticos. Para lo cual se tomarán como primer período el vigente que están ejerciendo actualmente los funcionarios políticos. Lo que lleva a que en casos como el de los de los intendentes, la nueva legislación tendría alguna implicancia recién en diciembre del 2023. Las promesas de acabar con los eternos barones del conurbano se las puede llevar el viento; o más terrenalmente una nueva ley que anule la reciente modificación, para lo cual tienen por delante nada más y nada menos que siete largos años.
Un asunto entre barones
Si bien algunos barones del conurbano perdieron en las últimas elecciones, como el eterno Raúl Othacehé que estuvo al frente de Merlo por 25 años, en algún período dentro de las filas del Frente Renovador, o Hugo Curto (FPV) que estuvo al frente de Tres de Febrero por la misma cantidad de años, todavía muchos siguen en cargos.
Entre los de más años en cargos que parecieran ser vitalicios se encuentran Julio Pereyra (FPV) de Florencio Varela que va por su séptimo mandato, es decir unos 28 años en el poder; Alberto Descalzo (PJ) de Ituzaingó, se mantiene “atornillado” en el municipio desde 1995, por lo que estaría transitando su vigésimo primer año en la municipalidad. Desde Cambiemos no tienen nada que envidiarle, como se ve en la figura de Gustavo Posse (UCR-PRO) de San Isidro, que fue electo por primera vez en 1999 y desde entonces ocupa la intendencia; o en el intendente de Tandil, Margio Lunghi, que ya va por su cuarto mandato.
Y si no es que se reeligen de manera indefinida, van intercalando sus mandatos con los de sus esposas o hijos, como los peronistas Marisa Fassi y Gustavo Arrieta en Cañuelas, Juan de Jesús y Juan Pablo de Jesús del Partido de la Costa o Juan José y Patricio Mussi de Berazategui.
Con piso, sin techo
Como puede verse, todo el arco político de los partidos tradicionales le tomó el gustito a hacer de la función pública una carrera personal. Los sueldos de los intendentes pueden ayudar a explicar esta situación. Mientras en la legislación vigente, se prevé un piso para sus ingresos no se establece ningún límite máximo para los mismos.
Los sueldos de los intendentes terminan elevándose en muchos casos inclusive por arriba de los cien mil pesos. Y como para no molestar a los jefes comunales, la norma que ayer obtuvo media sanción en Diputados regula los sueldos de los concejales y consejeros escolares, pero nada dice de los de los intendentes que cobran entre $56.000 y $138.000. A la cifra hay que sumarle eventuales extras por "gastos de representación" o "dedicación exclusiva" que pueden implicar un plus de hasta un 50% sobre los haberes iniciales.
Incompatibilidad con ayuda
Las incompatibilidades en las funciones políticas en distintos niveles del Estado nacional, provincial o municipal fueron uno de los puntos más polémicos y disputados del proyecto. El problema eran las “cuestiones familiares” en juego, ya que el oficialismo cuenta con el intendente de Vicente López, Jorge Macri quien también es titular del Grupo Barpo, una empresa con participación estatal.
Sin embargo, las diferencias se zanjaron cuando Cambiemos y el Frente Renovador, acordaron incluir una cláusula para que la prohibición de ocupar dos cargos se establezca sólo para quienes sean electos luego de la sanción de la ley. Y que en caso de ejercer dos cargos, sólo cobre por uno de ellos. Una cláusula a medida del intendente del Pro y primo de Mauricio Macri.