“El Trueno pai, el fucking campeón argentino de freestyle” estrenó su primer álbum #Atrevido. Con ritmos de Rap, Trap, Rock, Candombe y Reggaetón patió el tablero de la escena musical
Martes 28 de julio de 2020 17:18
Con frases polémicas y barras anti-yuta, el jueves pasado Mateo Palacio Corazzani de 18 años rompió la escena musical con el estreno de su video Mamichula en colaboración con Nicki Nicole y el productor Bizarrap, además en el álbum colaboraron Wos y el Mexicano Alemán. El video literalmente explotó en las redes consiguiendo 20 millones de reproducción sólo en YouTube en 4 días.
El disco cuenta con dos canciones que se estrenaron antes como son “Atrevido” y “Azul y oro”. El Freestylers de la Boca compuso “Azul y Oro” con ritmos de candombes propio del barrio que lo vio crecer. Sus letras plagadas de referencias al Club Xeniexe y al futbol en general, marcan esa alianza tejida entre el futbol y la música argentina demostrando que en el futbol también hay poesía.
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Los Wachos que se atreven a cantar en contra de la policía
En medio de la Pandemia la policía de Berni desapareció a Facundo Castro y más de una decena de pibes asesinados por la policía en lo que corre de este 2020, el trueno despliega barras anti-yuta a lo largo de todo el disco. Desde frases como “Woh, damn, yah, entran los cobani’ con papel de operativo, Se le ve en la cara que es un gil arrepentido” o “Te exigen paz, mientras vienen a pisarte, Y la gorra corrupta nunca duda en dispararte”.
La juventud perseguida en las plazas por hacer arte con su free, hoy comienza a contar esa realidad que los referentes de la música popular argentina les está costando ver. A ese aparato represivo que mata a pibes en las villas o a Santiago Maldonado, hoy empieza recibir las barras de una juventud que se levanta contra la violencia policial en todo el mundo.
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Con el micrófono Cargado llegan los wachos, ropa sucia, olor a escabio
Esos pibes son como bombas pequeñitas, suenan en las barriadas argentina desde 1986 y hoy se resignifica como hace mucho no pasaba. El movimiento urbano explotó, y por debajo se gestó la escena musical en busca de un GPS. Como un terremoto, las nuevas culturas musicales no se pueden predecir, pero algo es seguro, sino habla de la realidad de los oprimidos difícilmente haga templar el mundo.
Con un estilo vieja escuela TR1 y Alemán nos vuelven a recordar que desde el Bronx hasta Fuerte Apache la calidad sigue ahí intacta. Regalando un reggaetón que suena como en sus orígenes trueno rompe con “Yo creo que Argentina está pidiendo perreo, ¿Qué onda, ñeri? Esto se puso feo”, en medio de una pandemia que dejó bares y boliches cerrados, que entre la precarización y el desempleo la juventud extraña ir con les ñeris a “romper el club again”.
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Somos el nuevo rock and roll
No hace falta hablar sobre el debate que estalló en las redes por la frase de Trueno y Wos sobre ¿Qué es el rock Argentino? Como una tormenta que rompe con estruendo en medio de la noche “somos el nuevo rock and roll”, despertó a viejos y nuevos de la movida del rock.
Es de público conocimiento que el rock vino a representar una expresión musical de contracultura argentina en el barrio para las y los trabajadores.
¿Acaso hoy en las plaza está pasando algo distinto a eso?, ¿Hace cuánto el rock no hace poesía sobre la realidad de las calles? ¿Con quién se siente identificada la juventud?
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Hace más de una década que el rock de masas se quedó hablando de casi nada. Cromañón dio un golpe muy fuerte al rock and roll barrial y muchos referentes prefirieron hablar poco y vender mucho. Tuvieron que venir dos pibes a despertar a los camarones antes que se lo lleve la corriente, gritaron que ese lugar que representaba el rock contracultural de las bandas de barrio hoy está en disputa en el más lindo de los sentidos.
