El pasado miércoles 15 de marzo, se realizó en la USACH una asamblea autoconvocada en la que participaron alrededor de 100 personas, siendo la más masiva desde la vuelta a clases presenciales en la universidad.
Miércoles 22 de marzo de 2023
En esta asamblea, de la que fuimos parte, concluimos por voto a mano alzada mantener asambleas de base, más expansivas, donde discutir un programa y métodos de lucha, agitando en contra del alza de aranceles, de la infraestructura en malas condiciones y de la precarización laboral, además de conversar sobre cosas que exceden a la U como es el antidemocrático acuerdo por Chile que enmarca un nuevo proceso constituyente.
Esta asamblea marca un punto de inflexión en la universidad ya que plantea métodos de base y movilización en el movimiento estudiantil, contrario al actuar de las dirigencias en la FEUSACH que buscan resolver nuestras demandas mediante “mesas de trabajo” con las autoridades universitarias y plantean una confianza ciega en el ministerio de educación y programa educativo del gobierno.
Como el 25 de marzo de 2022, cuando Noemí Quintana, ex presidenta Feusach y ahora vicepresidenta ejecutiva de la rectoría de la USACH, junto a la Confech, se sentaron a puertas cerradas con el repudiado ministro Ávila, a negociar un petitorio estudiantil no discutido en ninguna universidad sino que redactado por ellxs mismos, mientras a secundarixs y universitarixs nos reprimían en las calles por exigir un aumento de la BAES, que hasta el día de hoy se mantiene en un monto miserable.
Desde la vuelta a la presencialidad se ha vuelto a expresar la crisis de la educación pública; la deserción escolar es enorme, en el 2022 50 mil estudiantes abandonaron la educación secundaria, más de 227 mil alumnos abandonaron el sistema educativo, mientras casi 1,3 millones de estudiantes registran inasistencia grave.
Esta situación estructural de la educación en Chile, llevó al movimiento estudiantil, y principalmente secundarios, a movilizarse intensamente a lo largo del año pasado, con enfrentamientos contra carabineros y exigencias a las autoridades como alcaldes, rectorías, al ministro Ávila y al gobierno, que solo han respondido con represión y engaños.
Sin embargo, este movimiento, alto en combatividad y en ocasiones masivo ha demostrado estar casi completamente desarticulado e incapaz de expresarse con independencia política del programa educativo del gobierno.
Aquí la responsabilidad de las direcciones de los organismos estudiantiles es enorme, en tanto el rol de pasivizar al movimiento que han jugado en los últimos años, en especial con la dirección de las juventudes comunistas y el frente amplio, con su política posibilista y conciliadora que hasta el día de hoy mantienen, pero ahora en el gobierno. Así como quienes dirigen la Feusach que son incapaces de diferenciarse políticamente de estos partidos, a pesar de su carácter “independiente”.
Frente a la respuesta de Apruebo Dignidad, de represión, subir los aranceles y destinar más financiamiento a Carabineros que a la educación pública, se abren dos sendas para el movimiento estudiantil ; Confiar ciegamente en mesas de negociación entre dirigentes de la Fech, Feusach, Confech y el ministerio de educación para resolver la crisis de la educación pública en los términos y plazos que impongan los empresarios de la educación.
O podemos volver a confiar en nuestra fuerza como movimiento estudiantil, desde las bases y articulando nuestras demandas y lucha a nivel nacional exigiendo a estas burocracias estudiantiles que se posicionen contra un programa educativo que no tiene nada que ofrecernos y contra las ilusiones en el fraude constituyente que deja a las mayorías fuera.
En otras palabras; el movimiento estudiantil puede esperar pasivamente, cómo lo plantean las direcciones de la FECH en su último consejo de presidentes, sumarse a un proceso constituyente totalmente antidemocrático y pro neoliberalismo, para ver cómo Hernán Larraín y los "expertos", más bien, tecnócratas, afirman los principios de la educación de mercado. O impulsar un programa de reivindicaciones que vuelva a poner al centro el cuestionamiento a la educación de mercado y al Chile neoliberal, con demandas que se propongan una educación abierta a las grandes mayorías, es decir gratuita y financiada 100% por el estado con aportes basales, no sexista, con acceso irrestricto, acabando con el lucro.
Desde Vencer planteamos el camino de la movilización, cómo lo han mostrado distintos liceos y universidades desde la vuelta a clases, enfrentando valientemente la represión y criminalización de la protesta.
Nos sumamos al movimiento estudiantil con una propuesta clara: discutamos en asambleas de base anular el proceso constituyente fraudulento y levantar un programa educativo que no vaya por migajas sino que se proponga resolver la crisis de la educación pública, recuperando los métodos de lucha históricos y de democracia directa en el movimiento estudiantil.
De ahí que la perspectiva de recuperar los espacios de organización de base, que abrió la asamblea auto convocada del miércoles pasado, con la deliberación política respecto a las problemáticas internas como el alza de aranceles, la infraestructura, etc, tenga el potencial de jugar un rol dinamizador en la universidad y orgánico de un movimiento estudiantil que debe plantearse abiertamente independiente del gobierno y las autoridades.
Te invitamos a la asamblea del miércoles 22 en horario protegido (11:30 am), con pintatón de lienzos y marcha interna.