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Red Internacional
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RUSIA CINE. "Leviathan" se estrena en Rusia repudiada por el gobierno y la Iglesia Ortodoxa

Precedida por una fuerte polémica en Rusia, pero premiada con el mejor guion en Cannes, el Globo de Oro a la mejor película extranjera y nominada a un Óscar, "Leviathan", del realizador Andréi Zviáguintsev, se estrena este jueves en ese país. En Rusia, sectores nacionalistas la han calificado como una “película antipatriótica” mientras el gobierno prepara Ley de censura.

Jueves 5 de febrero de 2015

Fotografía: Piramide International

El filme, que denuncia la corrupción en la Rusia de Vladímir Putin, fue bien acogido por la crítica, pero provocó la reacción negativa de sectores nacionalistas y religiosos ortodoxos rusos, que llamaron a prohibir su proyección.

Sus detractores acusan al director de mostrar una imagen distorsionada de Rusia para contentar a Occidente, con su narración sobre un alcalde corrupto en una remota ciudad bañada por el mar de Barents (norte del país).

A pesar de todo, según informó su productor, Alexander Rodnianski, la cinta será exhibida en cerca de medio centenar de cines en Rusia.

La película se ha convertido en un fenómeno cultural antes de su estreno y es objeto de debates y comentarios ya que muchos rusos ya la han visto antes de su llegada a la gran pantalla.

"Todo el poder emana de Dios", le dice el pope ortodoxo al corrupto alcalde de la ciudad rusa bañada por el mar de Barents (norte) en la que transcurre la película.
Por frases como ésta, "Leviathan" ha indignado a las fuerzas patrióticas del Estado ruso -funcionarios, iglesia y diputados-, que acusan al director, Andréi Zviáguintsev, de mostrar una imagen distorsionada de Rusia para contentar a Occidente.

El ministro de Cultura, Vladímir Medinski, ha dejado claro desde un principio que no le gustó nada la película, que tachó de "extremadamente oportunista", en especial por su crítica a la Iglesia, y así se lo hizo saber al director en persona.

"¿Antirrusa? Si es que no parece una historia rusa. Es un tema universal que podría transcurrir en cualquier rincón del mundo. Por mucho que los autores hagan que los protagonistas digan tacos y beban litros de vodka, esto no la convierte en una historia rusa", señaló.

En Rusia no se recordaba una polémica parecida desde que en 2012 la plegaria punk de Pussy Riot sacara los colores a la Iglesia con su actuación en el mayor templo ortodoxo: "Madre de Dios, echa a Putin".

"Las películas que no sólo están centradas en la crítica al poder, sino que lo escupen, y están llenas de falta de perspectivas y del sinsentido de nuestra existencia, no deberían ser financiados a costa de los contribuyentes", advirtió el Ministro de Cultura.

Tras la aparición del filme, el Ministerio de Cultura elaboró con urgencia un proyecto de ley para prohibir la distribución de películas que "denigren la cultura rusa, amenacen la unidad nacional y minen los principios del orden constitucional".

Algunos directores y críticos de cine han comparado el proyecto de Ley con la persecución de la propaganda antisoviética, una nueva caza de brujas.

"La película es muy pesimista. No me sorprende que sea popular en Occidente. Vodka, libertinaje, un desastroso sistema estatal, una Iglesia igual de horrorosa", afirmó Vsevolod Chaplin, jefe de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR).

El líder comunista ruso, Guennadi Ziugánov, no dudó en denunciar que la película tiene "carácter antinacional" por mostrar una realidad "que desmoraliza", mientras el politólogo oficialista Serguéi Márkov describió su argumento como "la justificación del genocidio del pueblo ruso".

"Si yo fuera Zviáguintsev retiraría la película, iría a la Plaza Roja, me arrodillaría y pediría perdón al pueblo ruso", dijo en alusión a la obra, que toma el nombre del Leviatán, el monstruo marino del Antiguo Testamento. De poco sirve que la cinta haya recibido numerosos premios internacionales, ya que los patriotas y creyentes rusos consideran que Occidente intenta castigar así a Rusia por su injerencia en Ucrania.

Según Valentín Lébedev, jefe de la Unión de Ciudadanos Ortodoxos, el director muestra en la película al Estado ruso, al pueblo y a la Iglesia como ese Leviatán, ese monstruo que describe el Antiguo Testamento, y que, por tanto "no tienen derecho a existir".

"Es evidente que por ese motivo la película se ha granjeado el aprecio mundial", aseguró Lébedev.

Por ello, demanda que se limite su distribución, ya que "el mal debe ser llamado por su nombre" y "el Estado ruso está obligado a atajar ese mal".

Además de un oportuno retrato de Putin en la oficina del alcalde, la cinta incluye escenas donde los protagonistas practican tiro contra varios retratos de antiguos dirigentes soviéticos, como Lenin, Stalin y Gorbachov.

Aunque el director asegura que se basó en la historia del norteamericano Marvin Heemeyer, quien murió tras un caso parecido en 2004, considera que la historia "es muy rusa", debido al "sistema feudal" instaurado en el país donde todo está en las manos de Putin.

Y es que en "Leviathan", la primera película en ser premiada con el Globo de Oro desde "Guerra y Paz" (1969), el alcalde se sale con la suya, ya que el protagonista pierde su casa y, lo que es peor, es encarcelado tras ser acusado de matar a su esposa.

"Yo soy el jefe y tú no has tenido, no tienes y no tendrán ningún derecho", le dice el alcalde al protagonista, cuya casa quiere expropiar por la fuerza para un lucrativo proyecto inmobiliario.

"Leviathan" pugnará por el Óscar junto a la argentina "Relatos salvajes", la polaca "Ida", la estonia "Tangerines" y la mauritana "Timbuktu".