En la Argentina las obreras de la viña trabajan desde chicas y aún así no pueden jubilarse porque las tienen sin registrar. Es lo que denunció Ana Maya. También en las plantaciones de tabaco, azúcar y los frutales. Allí reina la precarización más brutal, como la que llevó a Julio Centeno a fallecer en marzo tras descompensarse debajo del sol abrazador de los campos jujeños. Te contamos cómo los quieren hundir todavía más. Por ellos y ellas, a las calles contra la Ley Bases y su reforma laboral.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Lunes 29 de abril 13:16
Este lunes comienza el tratamiento de la Ley Bases, que contiene fuertes ataques al pueblo trabajador, como contamos acá y en muchas notas.
Pero queremos detenernos en un sector que está entre los más castigados, precarizados: las trabajadoras y trabajadores rurales. Según reconoce el gremio, solo 4 de cada 10 tenía aportes permanentes a la seguridad social. O sea que la mayoría trabaja “en negro” o en tareas temporales. El salario básico está en la mitad del valor de una canasta básica. O sea: quienes siembran y cosechan todo lo que comemos, o tomamos, no pueden alimentarse bien. Sus hijos e hijas tampoco. El símbolo más brutal lo vimos mientras en el Congreso se empezaba a rosquear la Ley, con aire acondicionado. Un 13 de marzo, a 1500 kilómetros de Buenos Aires, Julio “Penano” Centeno sufrió una descompensación. Estaba trabajando a trabajar en la tierra a más 40 grados de calor. Era un cosechero tercerizado. Falleció al día siguiente.
Esas brutales condiciones laborales ya las había denunciado el diputado nacional jujeño Alejandro Vilca y la bancada del Frente de Izquierda. Fue cuando presentó el proyecto "Interzafra" donde además reclamaba derechos para las y los rurales.
Pero como dicen en esos pagos, “sobre llovido, mojado”. La ley que impulsa el gobierno con los amigos de la Sociedad Rural (radicales, macristas y gobernadores peronistas) es otro chicotazo a los cuerpos y bolsillos de los rurales. Te lo resumimos en estos puntos.
-Eliminan las multas para el trabajo no registrado. El Capítulo I de la parte de “Modernización laboral” deroga las indemnizaciones agravadas para trabajadores no registrados, un flagelo en el campo. Ahora evadir es prácticamente gratis, lo que fomenta el trabajo sin derechos. Afecta a más de 350 mil que trabajan en esas condiciones en el azúcar, vino, frutas, manzana y decenas de actividades.
-Período de prueba en el campo. Por ser un trabajo donde la “estacionalidad” es utilizada como excusa para los contratos temporales, estaba prohibido el “período de prueba” que tienen otros sectores. Ese período de prueba ahora aumenta desde 6 meses a un año. Pero además “se los mete” por la ventana también a las y los rurales: el artículo 96 de la Ley Bases modifica el art. 16 de la Ley de Trabajo Agrario para los trabajadores de tiempo indeterminado. Ahora los empresarios rurales tendrán otra maniobra para precarizar.
-Rienda suelta a las contratistas. Aunque existe en los hechos, hay una modalidad que estaba prohibida: las “contratistas”. Hasta ahora, la Ley de Trabajo Agrario “prohíbe la actuación de empresas de servicios temporarios, agencias de colocación o cualquier otra empresa que provea trabajadores”. En la Ley Ómnibus (artículo 97) se deroga esa prohibición. Ahora los patrones podrán usar con más libertad a contratar cuadrillas por día, sin derechos, a cargo de capataces o empresas fantasmas. Así lo hacen en Tucumán con el citrus, en Jujuy y Salta con el azúcar y los frutales, en Mendoza con el vino. Ahora lo harán sin riesgos a demandas laborales.
-Las cosecheras no se podrán jubilar. “¿Hasta cuánto quiere que me aguante el cuerpo, señor Presidente?”. La pregunta, que en realidad es una denuncia, es de Ana Maya. Trabaja desde los 8 años en las viñas mendocinas, pero aún no pudo jubilarse. Es que el trabajo no registrado no solo quita derechos cada día, sino que impide la jubilación. La moratoria había permitido un alivio. Ese derecho intenta ser eliminado con la Ley Ómnibus. Como denunció Myriam Bregman, ahora 9 de cada 10 mujeres no podrán jubilarse. Tendrán que trabajar más años y cobrarán menos si lo logran. Este ataque golpea en sectores mucho en el trabajo doméstico y rural.
-Es mucho más. Además de estos ataques particulares, como en el campo y la agroindustria hay regímenes mixtos que combinan la Ley de Trabajo Agrario, la Ley de Contrato de Trabajo y los convenios por rama productiva, a los rurales los afectan otras medidas del plan de Milei. Entre ellos la tercerización “libre” (ahora los trabajadores serán empleados de la tercerizada o contratista y no podrán reclamar a la empresa principal); aval a los despidos discriminatorios, que aumentan la multa pero evitan la reinstalación de quienes son despedidos por cuestiones de raza, género u opiniones políticas; el régimen de “colaboradores” va a ser utilizado por los patrones agrarios para armar “contratistas” o “cooperativas” donde sus capataces puedan tener trabajadores “independientes” sin derechos.
Todo esto tiene una contracara, como siempre. Además de estos beneficios para que los empresarios rurales puedan sacar hasta la última gota de sangre y sudor de sus “esclavos modernos”, también tendrán beneficios directos. Por ejemplo, el paquete impositivo les rebaja “Bienes personales” a los ricos: el mínimo imponible pasa de 11 millones a 100 millones y bajan las alícuotas. Un regalo. Además podrán acogerse a un blanqueo de capitales nacionales y extranjeros con alícuota 0% y sin preguntar por el origen de sus fondos. La evasión y la fuga es una práctica muy cara a la oligarquía.
Por Ana y Julio. Por los cientos de miles de rurales que tienen los peores laburos para que un puñado de oligarcas haga fortunas mientras millones pasan hambre. Hay que derrotar la Ley Ómnibus y todo el plan Milei.
Para conocer más
La Izquierda Diario investigó la situación de las trabajadoras y trabajadores rurales del NOA y la zona de cuyo. Tabaco, azúcar, frutales, citrus, vino. Cómo se trabaja y cómo se organizar. Acá te dejamos dos adelantos de los documentales, que podés encontrar en nuestro sitio.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.