El cinco de noviembre de 2014 fue detenido el joven activista político Luis Fernando Sotelo Zambrano en los alrededores de Ciudad Universitaria (UNAM) acusado de ataques a la paz pública, ataques a las vías de comunicación, y daño doloso (portación de explosivos) en propiedad privada, con los agravantes en pandilla.
Miércoles 9 de diciembre de 2015
Su arresto ocurrió después de que, en el marco de lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un grupo de personas lanzó bombas incendiaras a la estación Ciudad Universitaria de del Metrobús. Esa noche la policía capitalina emprendió una cacería de brujas en los alrededores de Ciudad Universitaria, realizando detenciones arbitrarias en donde incluso se arrestó a un joven investigador del Instituto de Ecología de la UNAM. La policía capitalina, comandada por Miguel Ángel Mancera, también hostigó y realizó detenciones entre el activismo político de las distintas universidades de la Ciudad (UNAM, IPN, UAM, UACM, etc.). Sin prueba alguna la autoridad del Distrito Federal acusó a Luis Fernando de ser responsable de dicha acción, por lo que fue encarcelado injustamente en el Reclusorio Sur.
Luis Fernando Sotelo es activista político adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, Integrante de la cooperativa ik’otik y de la Red contra la Represión y por la Solidaridad. Ha participado en la campaña Namakasia de la Tribu Yaqui; en solidaridad con las Bases de Apoyo Zapatistas; por la libertad de presos políticos como el profesor Alberto Patishtan, Mario Luna, Fernando Jiménez y Mario González; ha asistido a brigadas de observación a la comunidad de Cherán y las policías comunitarias.
Su detención arbitraria se dio justamente en el marco de la Tercera Jornada Global por Ayotzinapa cuando en la UNAM (al igual que en otras universidades públicas) se realizaban asambleas estudiantiles y paros en protesta de la desaparición forzada de 43 normalistas rurales. La detención indigna e injusta de Luis Fernando es un ataque más a los estudiantes y la juventud que nos movilizamos por Ayotzinapa. Si consultamos el artículo de los periodistas Anabel Hernández y Steve Fisher, publicado en la revista Proceso No. 1990 del 21, cuyo nombre es La investigación de la PGR encubre al Ejército y a la Policía Federal encontraremos que la participación del Estado es clara en los ataques contra opositores políticos en el país, esto lo agrego ya que nos ayuda a entender lo que le está sucediendo a Luis,.
Su detención se realizó así: él fue golpeado por la policía y las lesiones fueron reconocidas por la Comisión de Derechos Humanos capitalina; fue trasladado en un carro particular del Ministerio Público 1 de Coyoacán al Reclusorio Sur, antes del plazo legal de 48 horas, y sin que se le informara a los abogados; ahí fue presentado a las 11 de la noche, 4 horas después de haberlo sacado del MP.
Su situación jurídica es la siguiente: lleva ya más de un año preso, a la fecha se ha estado obstaculizando la resolución de un amparo a favor suyo, no se le ha dictado sentencia aún y si bien esta está próxima a publicarse, duró más un año en la cárcel sin ella. No existen testigos directos para sostener las imputaciones, los policías que lo presentan no son los que lo detienen, es decir su caso es completamente fabricado, él se encuentra en Ingreso del Reclusorio Sur desde que llego ahí, está en la zona 4 que es de reos de alta peligrosidad.
Criminalización de la protesta social, la juventud y los disidentes políticos
El caso de Luis Fernando Sotelo es uno de muchos que se han presentado en el Distrito Federal, sobre todo desde que llegó a la Jefatura de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Durante su gestión se han presentado múltiples represiones que de manera sistemática criminalizan la protesta social. En ellas se detiene principalmente a jóvenes que están en completo desacuerdo con las políticas que ha llevado el Estado hasta ahora. Existen variados ejemplos de esto como: el 10 de junio de 2013, 1ro de septiembre de 2013, 13 de septiembre de 2013, 2 de octubre de 2013, 22 de abril de 2014, 20 de noviembre de 2014 entre muchas otras movilizaciones que fueron reprimidas en donde se detuvo gente de forma arbitraria.
La mayoría de quienes fueron apresados eran personas menores de 30 años, lo que da muestra que en primer lugar la juventud es blanco de los ataques de las fuerzas del orden, unos protestaban contra alguna acción del gobierno (en sus distintos niveles) que les parecía injusta, y otros tuvieron la mala suerte de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. De esa manera las instituciones formales nos muestran su verdadera cara lanzando campañas de linchamiento mediático, persiguiendo políticamente y haciendo pasar por difíciles y tortuosos procesos judiciales a los disidentes políticos por medio de inventar cargos.
Pero esta política conjunta no es algo que haya aparecido en 2012 cuando con regresó el PRI a la presidencia, tampoco es algo que se haya iniciado cuando Felipe Calderón declaró la “Guerra contra el narcotráfico”. Este proceso se inició en la década de 1980 con la militarización del país que ha ido avanzando desde aquella época cada vez más, instaurando la política neoliberal que tiene con fin acabar con toda forma de oposición política para concretar los planes de privatización de los recursos naturales de México, de la empresas públicas (como es el caso de Pemex) y acabar con todas las conquistas del pueblo trabajador.
Castigo por su afiliación política
La defensa de la Selva Lacandona (y las comunidades zapatistas) o de Cherán son causas justas en las que los pueblos indígenas se han organizado contra el despojo de sus tierras para ser entregadas a las multinacionales por parte de estos gobierno patronales. Estas son las luchas a las que precisamente Luis Fernando es adherente. Por ejemplo, a comunidad de Cherán, en el estado de Michoacán, es un poblado purépecha que ha resistido el asedio del crimen organizado que en complicidad con las autoridades estatales estaba devastando lo bosques de ese lugar y asesinando a los pobladores. Luis esta apoyándolos.
Sotelo fue detenido por su filiación política y por los movimientos de los que es parte, de ninguna manera es un delincuente, es un activista político víctima de la represión política en estos momentos por parte del gobierno perredista de la Ciudad de México. Su encarcelamiento en el Reclusorio Sur es un castigo por ser un disidente que se opone a estas administraciones pro empresariales que despojan a la comunidades indígenas de sus propiedades colectivas, que buscan acabar con las conquistas de los trabajadores y la privatización de los recursos nutuales para entregarlos a los grandes monopolios privados, descargando así la crisis sobre nuestras espaldas.
Es por estas razones que los militantes trotskistas del Movimiento de los Trabajadores Socialistas, organización política socialista con registro legal en México, nos sumamos a la exigencia por liberación inmediata e incondicional de Luis Fernando Sotelo Zambrano, al igual que la de todos y todas las y los presos políticos del país. Denunciamos que este caso de persecución política los partidos patronales que están en el gobierno tratan de criminalizar a la protesta social. Repudiamos las persecuciones contra los disidentes políticos, el pillaje contra los pueblos originarios, o
el ataque contra las conquistas de la clase trabajadora, las privatizaciones etc.
Libertad Inmediata para Luis Fernando Sotelo Zambrano, preso político del gobierno.