El Gobierno dio a conocer la normativa que elimina el plazo de 120 días para sacar divisas ingresadas al país. La medida favorece la volatilidad financiera y cambiaria.
Jueves 5 de enero de 2017 11:15
La medida, dispuesta a través de la resolución 1-E/2017 publicada hoy jueves en el Boletín Oficial, redujo a cero días el plazo que había establecido en 2005 el entonces ministro de Economía Roberto Lavagna. Se trata de la primera iniciativa firmada por Nicolás Dujovne.
El decreto de 2005, modificado por una resolución de 2015, indicaba que todo endeudamiento con el exterior de personas físicas y jurídicas residentes en el país pertenecientes al sector privado, a excepción de las operaciones de financiación del comercio exterior y las emisiones primarias de títulos de deuda que cuenten con oferta pública y cotización en mercados autorregulados, ingresando al mercado local de cambios, debía pactarse y cancelarse en plazos no inferiores a 120 días corridos, cualquiera sea su forma de cancelación.
El decreto establecía que los fondos ingresados sólo podían ser transferidos fuera del mercado local de cambios al vencimiento de un plazo de 120 días corridos, a contar desde la fecha de toma de razón de su ingreso.
El artículo quinto del decreto facultaba al Ministerio a modificar el porcentaje y los plazos establecidos en caso de producirse cambios en las condiciones macroeconómicas.
En los considerandos de la resolución publicada hoy en el Boletín Oficial se remarca que "desde el inicio del actual Gobierno, en la República Argentina se unificó el mercado de cambios, se eliminaron las distorsiones al comercio exterior y se restablecieron las relaciones financieras con el resto del mundo", y que "en este nuevo contexto, resulta necesario reducir al mínimo los plazos referidos, eliminando así toda restricción al ingreso de divisas".
La medida es un nuevo gesto del Gobierno en favor del capital especulativo que ingresa al país, en la misma línea que el arreglo con los fondos buitre aceptando prácticamente todas las condiciones fijadas por el juez neoyorquino Thomas Griesa.
La prometida “lluvia de inversiones” nunca llegó al ámbito productivo. No obstante, está en curso un proceso de ingreso de capitales especulativos que aprovechan las altas tasas de interés que paga el país.
Si por efecto de la asunción de Donald Trump, u otros hechos de la economía internacional que atraviesa lo que economistas del establishment llaman un estancamiento secular, agudiza la salida de capitales de los denominados “países emergentes” que ya está teniendo lugar, el Gobierno va a tener menos instrumentos para contener la huida de nuestro país de los fondos especulativos. La estabilidad cambiaria y financiera podría ser fuertemente trastocada.
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Fuente: Télam