Mañanera. "Limpieza de Pemex" y elecciones, temas en la mañanera

La conferencia inició con Berenice Romero, subprocuradora de Servicios y encargada de despacho de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), quien explicó la situación actual en el precio de los combustibles. Como hemos venido señalando en otros artículos en este diario, el hecho de que AMLO pretenda "limar los aspectos más ásperos" de la reforma energética no impide que las trasnacionales imperialistas sigan participando del saqueo en nuestro país: Total (francesa) y British Petroleum fueron unas de las mencionadas compañías que actúan "competitivamente" junto a Pemex en el mercado de los hidrocarburos en México.

Posteriormente tomó la palabra José Martín Mendoza Hernández, director de CFE Suministrador de Servicios Básicos, para explicar la situación de las tarifas de la gasolina ante las acusaciones del aumento del precio de la misma a lo largo del sexenio. Planteó que apenas la mayoría de los usuarios representan un 30% de las ventas de gasolina, pero que las tarifas no suben más que la inflación por instrucción del presidente.

Sobre este tema, AMLO planteó que no habrá desabasto de energía si se fortalece a la CFE. "Se engañó a la gente", dijo.

“Entregaron al mercado y limitaron a la CFE, la querían eliminar para que el mercado se privatizara por completo, de ahí que los contratos que entregaron contratos leoninos”.

Declaró que una vez que termine la veda electoral va a visitar las unidades habitacionales en las que viven las familias de los trabajadores de Pemex, ya que "se está llevando a cabo toda una limpieza de Pemex y se está definiendo la función básica de Pemex: es extraer petróleo, refinarla y vender combustibles, eso es Pemex, sin [los trabajadores] no se podría hacer nada. Tras el incendio en Minatitlán, gracias a ellos no hubo pérdidas mayores y no se perdieron vidas, un trabajador cerró válvulas arriesgando su vida”.

Con esto el gobierno de AMLO pretende poner por delante un discurso en el que, después de meses de no mencionarlos, se acuerda que existen los trabajadores y que sin ellos "no se podría hacer nada". Pero no debemos olvidar que esto se sitúa en medio del conflicto que tiene el gobierno con la oposición neoliberal con respecto a las leyes en materia energética, en la cual las reformas gubernamentales ponen por delante la "soberanía" del país con la CFE a cargo de la electricidad estableciendo límites acotados a las empresas y trasnacionales sin avanzar en la expropiación y la nacionalización de los sectores que fueron privatizados.

En lo que refiere al proceso electoral, el presidente planteó que existen grupos que “en realidad operan como partidos” aunque son grupos de presión y organizaciones de la sociedad civil. Pero el hecho de que sean OSC no significa que algunas sí tengan nexos con otros partidos del régimen, como es el caso del Frente Nacional por la Familia, ligado al PAN y al PES.

“El pueblo no es tonto, es mucha pieza, el conservadurismo no le tiene confianza al pueblo, lo ve como una multitud manipulable, como objetos, no como sujetos, creen que son ciudadanos imaginarios, que no existen, de ahí vienen las campañas de publicidad para manipular y pensar que con eso iban a mantenerse eternamente en el poder, pues en el 2018 eso no sirvió para nada y no servirá en adelante porque el pueblo de México está muy consciente”, dijo.

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Es verdad, la derecha utiliza la demagogia para intentar volver al poder, posando de feminista cuando están en contra de derechos elementales como el aborto, o rasgándose las vestiduras ante la crisis sanitaria aunque fueron ellos los responsables del abandono del sector salud cuando estaban en el gobierno. Pero AMLO, mientras despliega un discurso con ribetes "progresistas" ha puesto por delante los intereses de los empresarios, con la reapertura de la economía en pleno auge de la covid-19, y sin tocar en lo esencial las reformas energética y laboral que abrieron la explotación de los hidrocarburos al sector privado y legalizaron la precarización laboral que aún persiste.

Hasta ahora el gobierno no ha puesto en marcha un plan de emergencia sanitaria en la que las decisiones hubiesen estado a cargo de los trabajadores de hospitales, clínicas y centros de trabajo decidiendo qué medidas tomar y poniendo por delante un aumento de emergencia en el presupuesto de salud para dotarlos de equipos de protección personal y de una reconversión en la industria para la fabricación de respiradores e insumos como gel antibacterial. Más bien al contrario: la crisis sanitaria está en manos de tecnócratas como Gatell y las altas cúpulas de las fuerzas armadas, que comandan la distribución de vacunas.

El gobierno pretende hacer lo mismo que la derecha: les dice a los jóvenes, trabajadores y mujeres que ellos no son como las administraciones anteriores, que les den otra oportunidad y que voten por ellos en las próximas elecciones. A eso se reduce su participación en la farsa electoral de este país, mientras el resto del año vuelven a sus centros de trabajo a operar conforme lo que dicta "el mercado", el gobierno o los organismos internacionales como la OMS sin que ellos mismos tengan también voz y voto en los hechos.

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Pero para distanciarse tanto de las administraciones anteriores como del INE, AMLO dijo que no iba a intervenir en las elecciones. “No somos mapaches electorales, no hemos cometido fraudes de ningún tipo”, declaró. Pero lo cierto es que todo apunta a que pretende seguir muy de cerca los próximos comicios. Falta ver hasta qué punto efectivamente el Morena es distinto de los demás partidos y gobiernos, pues hasta ahora realmente no ha habido una "transformación" como ellos aseguran.