Frente al autoritarismo que se vive en carreras como Medicina de la Universidad de Antofagasta, en donde las autoridades amedrentan a las y los alumnos por manifestarse, el planteamiento de un co-gobierno triestamental se convierte en una demanda central.
Domingo 9 de diciembre de 2018
Co-gobierno triestamental para enfrentar el autoritarismo y fortalecer al movimiento estudiantil
Las elecciones a federación son siempre un momento que abre el debate político dentro de las universidades. Sin embargo, en la Universidad de Antofagasta no nos encontramos en un momento cualquiera. Las autoridades de la carrera de Medicina han arremetido contra nuestros compañeros y compañeras por haberse movilizado este 8 de noviembre dentro del paro que votamos como universidad en adhesión al llamado de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) al que adhirió la Confech.
Todo esto sumado a un momento político nacional en el que el gobierno se encuentra aún más cuestionado, sobre todo después del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca y por no cumplir con las expectativas de los llamados “tiempos mejores”.
Es en este marco que el debate entre listas no puede ser entendido como un debate cualquiera: el gobierno de Piñera, uno de los mayores enemigos del movimiento estudiantil y de las y los trabajadores, muestra aspectos de debilidad, mientras que nuestros compañeros y compañeras son amedrentados por el legítimo derecho a manifestarse y movilizarse ¿Puede ser aún más gráfica la importancia del debate de ideas?
Para nosotros, la lista A, quienes componemos “Ahora es Cuando”, el momento requiere un planteamiento tajante: la urgencia de un co-gobierno triestamental para cerrarle todas las puertas al autoritarismo universitario. Pero ¿qué quiere decir esta consigna?
Implica una amplia forma de organización a través de los métodos de la democracia directa: Que estudiantes, funcionarios y académicos puedan votar y remover a sus delegados, y que éstos puedan llevar la voz de las bases a claustros triestamentales, pero también colegiados, en donde se llevan adelante la decisión de las mayorías. En otras palabras, que el poder de decisión se encuentre en las bases, y no en las cúpulas del rector, empresarios y personajes de confianza del gobierno de turno. De esta manera el poder no reside en las cúpulas sino en las bases de la comunidad y esta misma pasa a estar en un proceso abierto de politización en su conjunto.
Esto implicaría también que las y los trabajadores (así como también los estudiantes) que participaran no sean perseguidos y reprimidos con rebajas salariales ni realizando horas extras, si no que considerando estas horas como horas de trabajo.
Un sistema de gobernanza de este tipo, democrático y desde las bases, sería una piedra de tope enorme para el autoritarismo y las medidas represivas de autoridades como las de Medicina por ejemplo.
¿Qué dicen las otras listas?
Por su parte la lista B, Juégatela, integrada por un lado por militantes de la Izquierda Libertaria y estudiantes independientes afirma en su programa sobre este punto que quieren: “Fomentar publicidad de las jornadas triestamentales de efemérides, con una participación activa de todos los estamentos para las decisiones que se tomen en base a la reforma de estatutos de estos años por la nueva ley de universidades estatales.” Además de: “Articular espacios de consejos de presidentes, CAF y otros. Mucho más diálogo de las problemáticas y trabajo en conjunto.” Sin embargo, nada de voz y voto dentro de todos los estamentos y la democracia directa, si no que más bien seguir con la línea de participación triestamental ambigua y meramente consultiva de rectoría.
Mientras que la lista “Unidos Vamos por Más”, integrada por militantes de las Juventudes Comunistas y el Movimiento Autonomista e independientes, enuncian una democratización abstracta, que según ellos: “Esto deberá significar la presencia de los y las estudiantes en decisiones como por ejemplo; elecciones de decanos y rector en los términos que regula la legislación vigente sobre universidades estatales (Ley 20.094), en el que a través de un proceso triestamental, la universidad deberá ajustar su reglamento interno.” Es decir, una democracia universitaria dentro de los parámetros de elección de autoridades unipersonales, pero también del proyecto bacheletista de universidades estatales.
¿Y sobre participación resolutiva y triestamental? ¿Sobre delegados de base de cada estamento que pueda ser removido en caso de que las bases así lo determinen? ¿Sobre la lucha contra el autoritarismo? ¿Sobre la participación estudiantil en la modificación de mallas curriculares? Absolutamente nada. Se remiten a una formulación abstracta de triestamentalidad, la cual se puede entender desde que se agreguen integrantes funcionarios y estudiantes en estos organismos pero solo con derecho a voz, hasta el establecimiento de un cogobierno. Pero de este último nada, entonces podríamos afirmar que la línea política se enmarca más hacia la primera opción.
A redoblar la fuerza: Por un movimiento estudiantil que ponga en alto las banderas de la democracia universitaria
Frente al autoritarismo universitario, y la enorme carga y represión académica que se vive en la universidad, en donde carreras como Derecho se rinden tres pruebas por día, y sobre todo en donde se han presentado 748 consultas psicológicas en la UA hasta agosto de este año, se hace una necesidad de primer orden el establecimiento de un co-gobierno triestamental. Muchos podrán decir que esto se encuentra por fuera del marco legal, como las listas anteriormente nombradas, que solo piensan la democracia universitaria dentro de los límites de lo posible. En cambio, nosotros decimos que con nuestra fuerza unificada de estudiantes, docentes y funcionarios podemos cambiar cualquier ley y remover este sistema autoritario heredado de dictadura de conjunto.
Un co-gobierno triestamental nos permitiría no sólo elegir a autoridades como jefes de carrera, de departamento, decanos, rectores o modificar nuestras mallas, sino que también avanzar en el fortalecimiento de la educación pública, luchando por un sistema de financiamiento integral a la educación, en donde a través de la renacionalización del cobre bajo control de sus trabajadores, se pueda dar respuesta a la falta de docentes planta, carencia de salas, espacios de distención, organización y creación artística, mejor infraestructura, entre otros.
Es por esto que también vamos por un congreso refundacional de los estatutos de la universidad que datan de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, mediante delegados revocables, votados por cada estamento de la universidad, con un proceso abierto y transparente, que permita dinamizar al movimiento estudiantil y situarlo como un gran opositor al gobierno de Piñera, superando las mediaciones que han sido el Frente Amplio y las Juventudes Comunistas, que ni siquiera se reconocen de izquierda en sus programas federativos.
Frente a esto apostamos a levantar este proyecto anticapitalista, para que sea una punta de lanza para un movimiento estudiantil que cuestione y remueva todos los cimientos de la dictadura. Por eso y más, te invitamos no sólo a votar por nuestra lista, sino que a construir una gran fuerza en las calles que tome esta lucha en sus manos de manera cotidiana.