A pesar de que diplomáticos mexicanos sostienen que se trata de una "remodelación", la construcción del muro fronterizo parece ser cada vez más real y es tan sólo una más de varias medidas antiinmigrantes puestas en marcha por la Casa Blanca.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 17 de octubre de 2017
Son cinco los prototipos del muro fronterizo de una serie de ocho que ya han sido concluidos. Las propuestas de diseño para la barrera física con la que el gobierno de Donald Trump pretende dividir México y Estados Unidos contemplan cámaras de seguridad, paneles solares y sensores para impedir el paso de migrantes indocumentados y están siendo construidos entre Tijuana y San Diego.
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Se prevé que este mes concluyan los trabajos de diseño, para después continuar con las pruebas de resistencia e impermeabilidad. Los prototipos miden entre 6 y 9 metros de alto y ha trascendido que una de las propuestas está compuesta por barrotes que permiten la vista a ambos lados de la frontera. otro más, según El Sol de Tijuana es de concreto con una pestaña metálica en la parte superior.
Las empresas involucradas en la construcción de una de las promesas de campaña más importantes de Donald Trump son Cadell Construction Co9., de Montgomery, Alabama; Fisher Sand & Gravel Co., de Tempe, Arizona; Sterling Construction Co de Houston y W.G. Yates & Sons Construction Company de Filadelfia, Mississippi, entre otras.
La construcción del muro ha generado descontento entre la población estadounidense debido a los altos costos que significaría la edificación de lo que también es una de las manifestaciones más simbólicas de la política de Trump y que desde su ascenso a la presidencia de los Estados Unidos, ha estado articulada con una serie de medidas y declaraciones en contra de la población migrante.
Algunos ejemplos de estas medidas son la cancelación del programa DACA, que pone en riesgo de deportación a miles de niños y jóvenes, las redadas en ciudades consideradas como "santuario" para miles de trabajadores internacionales indocumentados o con documentación irregular o la propuesta de un nuevo sistema que obligará a quienes deseen una visa de residencia en Estados Unidos a reunir "puntos" para conseguirlo.
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Mientras diplomáticos como Marcela Celorio, cónsul de México en San Diego, sostienen que se trata únicamente de una "remodelación de la valla que ya existe", Trump volvió a la carga esta mañana durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en la que aseguró que debido a que México "no está haciendo las cosas bien" en materia de seguridad, el muro "es necesario", volviendo a la retórica de seguridad con la que desde su campaña electoral buscó criminalizar a la población migrante, sin mencionar o atender que una gran demanda de drogas proviene de Estados Unidos, cuestión que ha sido abordada inclusive por su jefe de gabinete, John Kelly, quien a pesar de reconocer ese hecho, es incondicional con el proyecto de muro de Trump.
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