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Red Internacional
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TRIBUNA ABIERTA. Literatura y Fotografía: testimonio social de una realidad representada

El Taller Gredazul, explora diversos lenguajes, que hacen posible la creación artística, esto es: música, fotografía, pintura, escultura y teatro, entre otros.

Martes 20 de febrero de 2018

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Como grupo autónomo, de carácter interdisciplinario, fundado el año 1982, Taller Literario GREDAZUL, explora diversos lenguajes, que hacen posible la creación artística, esto es: música, fotografía, pintura, escultura y teatro, entre otros.

En esta oportunidad, abordaré la relación existente entre Literatura y fotografía y cómo ella se expresa en la obra de los autores de GREDAZUL. Resulta evidente, que literatura y fotografía son distintos tipos de lenguaje, cuyo denominador común es contar una historia , y dejar por ende, un testimonio social, que constituye una creación artística.

La fotografía, como la literatura, se lee e interpreta mediante la percepción óptica. En este sentido, el que aprecia una fotografía, traduce también, la significación de una imagen en palabras. En la fotografía, se sintetiza un instante de la vida, portador de un universo completo y autónomo, donde es posible descubrir una historia, con personajes y un tema en desarrollo, expresado mediante la acción que se transforma en una imagen alusiva a múltiples significados.

En cambio, la literatura, en cuanto acto singular de comunicación, con un propósito estético, sigue el camino inverso. Es decir, la palabra usada con su fuerza evocadora y expresiva, permite construir una representación mental en el cerebro del lector, suscitando imágenes, sensaciones, emociones y significados con un determinado valor artístico, que dan cuenta de un testimonio y registro social nacido en un contexto de producción histórico, cultural y literario específico.

La lectura de un poema, un cuento, una novela o de una obra dramática nos contacta con una realidad o mundo representado, cuyo lenguaje, el lector decodifica, haciéndolo propio y otorgándole sentido, para incorporarlo, en definitiva , a su particular manera de comprender la vida y el mundo que lo rodean. De allí, que el texto, alcance universalidad y trascendencia dentro de la tradición literaria y logre ser recordado y valorado como una verdadera obra de arte, al servicio de la humanidad.

Al respecto, Taller Literario GREDAZUL, asume como apuesta fundamental, la integración multidisciplinaria de los diversos lenguajes, generadores de la creación artística. Por ello, en esta oportunidad, presenta el trabajo de uno de sus destacados y multifacéticos creadores, actualmente, de viaje por Europa, radicado transitoriamente en Berlín, y que reúne además, de poeta, las calidades de músico y fotógrafo. Me refiero, al escritor Cristóbal Salvo Méndez.

Sobre Cristóbal Salvo Méndez:

De profesión Ingeniero Comercial, egresado de la Universidad Diego Portales, músico, integrante de la Banda musical “ LA JILGUERA” y poeta promisorio. Fue publicado en la Antología “ Selección de poesía y narrativa, Gredazul 33 años”, el año 2015, Editoral Popular Arttegrama. Ha participado en numerosos recitales de poesía en Chile, dentro de la orgánica del colectivo GREDAZUL. Desde el año 2017, reside en Europa, Berlín, donde incursiona en la estética de la fotografía y sigue explorando nuevas formas de expresión poética.

UNA

Escribir
para palpar el hilo que nos guía.
Deletrear las palabras
imperdonables
y dictar
las cercanas al latir del atardecer.
Callar.
Entonces, fragmentarse,
si – contra toda teoría –
fragmentarse
en un aroma o gesto cotidiano.
Deambular
sólo con el sudor
de saberse aferrado
únicamente a la vida:
un entorno de vírgenes
travestis
sangre sangría
y el asfalto como
cable a tierra.
A veces,
ángeles:
ancianas amantes en los balcones,
amistades que saben de la angustia
en la angustia
y música porque si
o porque no
o porque a veces
no existe un por qué.
Entonces, uno comprende.
Entiende.
Deduce
que el día nunca fue lo que prometía
y que sentarse
en un rincón de la luna
alcanza
para mencionar la palabra
que nunca abandona
su luz.

ACCEDERE

Solfeos nocturnos
o sea
melodías detrás del reflejo.
Se estiran los límites
que creí certeros.
Nacen las figuras:
sombras
brillos
accesos
a lo que los sentidos
alguna vez prometieron
y con gusto acepto
tal invitación.
La luz no existe
por segunda vez.