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Red Internacional
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En Europa y Medio Oriente. Llaman a boicot contra McDonald’s por su apoyo a Israel

Atrapada en la cantidad de campañas de boicot contra la masacre de Gaza, McDonald’s intenta ocultar su papel de apoyo al Estado de Israel.

Martes 14 de noviembre de 2023 12:33

Mientras el número de muertos en Gaza acaba de superar la barrera de los 10.000, el apoyo internacional al pueblo palestino sigue creciendo. Las manifestaciones que han dado lugar a movilizaciones callejeras en todo el mundo siguen creciendo en número, desafiando incluso la represión que pueden imponer los gobiernos, como es el caso de Francia.

Esta movilización no se limita a las manifestaciones. De Carrefour a Coca-Cola, pasando por Puma, Starbucks y ahora McDonald’s, las campañas de boicot contra las grandes empresas que apoyan directa o indirectamente al Estado de Israel y se destacan por su papel en la empresa colonial israelí en Palestina se han multiplicado en las últimas semanas.

En Francia, como en muchos otros países, esta campaña está defendida por la organización BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) y pretende castigar a las empresas que apoyan al Estado de Israel. Por ejemplo, el grupo Carrefour ha sido objeto de llamamientos al boicot, para denunciar su política de apoyo al ejército Tsahal, que actualmente bombardea Gaza. En concreto, Carrefour ha brindado comida gratuita para los soldados a través de su sucursal israelí, que está "orgullosa de participar en el esfuerzo nacional".

Este fenómeno también parece estar repercutiendo en el consumo de productos simbólicos del imperialismo estadounidense en los países árabes, hasta el punto de impulsar el éxito de las marcas locales de bebidas, como la marca local Spiro Spathis.

McDonald’s es una de las empresas objeto del boicot. En Israel, las franquicias de McDonald’s siempre han afirmado apoyar al ejército israelí. Desde el primer día de la sangrienta contraofensiva del gobierno ultraderechista de Netanyahu, McDonald’s ha ofrecido miles de comidas a las fuerzas coloniales, como detalla uno de sus tuits. Alineada con la mayoría de las multinacionales que operan en Israel, esta postura no deja de tener consecuencias en un momento en que crece el movimiento de solidaridad popular con Palestina.

Tras el anuncio de la franquicia israelí, hubo numerosos llamamientos al boicot del restaurante de comida rápida en las redes sociales, especialmente en TikTok. Temiendo las consecuencias, las franquicias árabes se fueron desvinculando de la política de McDonald’s en Israel para evitar perder clientes. McDonald’s Kuwait, por ejemplo, ha anunciado que donará más de 160.000 dólares en ayuda a la población de Gaza, mientras que la franquicia qatarí también ha declarado que aporta 275.000 dólares en ayuda.

Según el Washington Post, estas campañas de boicot a McDonald’s no son nada nuevo, y ya fueron muy significativas en la década de 2000, durante la segunda intifada en Palestina y la guerra de Irak. El diario explica que para protegerse de boicots demasiado fuertes, "franquicias de Qatar, Kuwait, Omán, Turquía, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí donaron dinero para Gaza, mientras que otras como Egipto, Líbano y Jordania emitieron comunicados de prensa y luego hicieron donaciones bajo presión".

Atrapado en la misma confusión, el grupo McDonald’s en Francia también ha intentado explicarse en la red X, declarando que: "la empresa no financia ni apoya a ningún gobierno implicado en este conflicto; todas las iniciativas de nuestros franquiciados locales se han tomado de forma independiente, sin el consentimiento ni la aprobación de McDonald’s". El comunicado de prensa no menciona los cánones de explotación adeudados a la empresa matriz por las empresas franquiciadas, cuya prosperidad en Israel está indexada al apoyo a la política sionista.

El intento de McDonald’s para maquillar el sistema de franquicias, y ocultar la unidad de intereses de una marca a otra, de Francia a Israel, cuyos beneficios se basan en el éxito mundial de la marca, principalmente en países imperialistas como Israel, muestra en cualquier caso el pánico que suscita el boicot. También pone de manifiesto el oportunismo de las multinacionales.

En este sentido, el bloqueo de los envíos de armas a Estados Unidos y España por parte de los estibadores revive un modo de acción histórico en solidaridad con los pueblos oprimidos en su lucha contra el colonialismo y el imperialismo. Fue este programa de acción el que los sindicatos palestinos se pronunciaron , cuando se dirigieron a sus hermanos y hermanas de clase internacionales en un comunicado.

Los sindicatos, las organizaciones y todos los marcos de autoorganización que se están desarrollando en apoyo de Palestina -como los comités palestinos en las universidades- deben apropiarse de estas herramientas lo antes posible. Pero para avanzar en esta dirección, los dirigentes del movimiento obrero deben avanzar y desempeñar un papel activo en el movimiento actual.

Este artículo fue originalmente publicado en Révolution Permanente, parte de la Red Internacional de La Izquierda Diario.