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Red Internacional
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Rosario. Llamativa presencia de Del Frade en foro con el FBI, policías y empresas de seguridad

Entre fiscales de la mano dura, funcionarios de seguridad yanqui y policías, estuvo el diputado Carlos del Frade, que tampoco mencionó el caso de Santiago Maldonado. Por azar no compartió espacio con Patricia Bullrich.

Domingo 10 de septiembre de 2017 11:44

PH: Panel con Lisandro Enrico (Senador UCR Santa Fe) Natalia Lovery Pessano (Fiscal Ciudad de Resistencia), Sergio Cáceres Olivera (Fiscal - Resistencia), Carlos Del Frade (Diputado provincial FSP Santa Fe)

En el último mes, hay dos tipos de actividades culturales, académicas y políticas en Rosario, como en la mayoría de las ciudades del país: las que mencionan a Santiago Maldonado y las que no.

El 1er Congreso de Seguridad Integrada, organizado por la Universidad Privada UCEL y la Cámara Argentina de Profesionales en Seguridad y realizado ayer en Rosario fue del segundo tipo. Allí reinó un silencio ensordecedor sobre el principal hecho político que conmueve al país: la desaparición forzada de un joven a manos de la gendarmería, con la participación directa del funcionario Pablo Noceti, del Ministerio de Seguridad Nacional.

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Esto no es sorpresa. La reunión congregó a disertantes del área de Seguridad de empresas como Paladini, empresas de seguridad privada como Prosegur, una marea de policías con o sin uniforme, jueces y fiscales de la impunidad, todo bajo la tutela de la Interpol y la embajada norteamericana, representada por un hombre del FBI, Paul Binghman, que supo ser francotirador en Afganistán. También estaba anunciada la presencia de Patricia Bullrich, que faltó “por problemas de agenda” según dijo el funcionario que la reemplazó, en diplomática alusión a la crisis política por la desaparición forzada de Maldonado.

Lo que sorprendió en este marco es la participación del diputado provincial Carlos del Frade, quien fue disertante en un escenario donde no había, a todas luces, ninguna posibilidad de persuasión ni de denuncia. Del Frade hizo un diagnóstico crítico del rol de las fuerzas represivas, del capitalismo como sistema expulsivo y del narcotráfico como gran negocio, que tiene a la juventud como víctima.

Sin embargo, llamó la atención que Del Frade, como parte de su discurso, no haya hecho mención a Santiago Maldonado. Maldonado obviamente fue ninguneado por todos los presentes, más preocupados en legitimar y dar poder de fuego a las fuerzas de seguridad, que en la desaparición forzada de un activista, de una persona. Pero en Del Frade esta omisión solo se explica como una concesión a un auditorio plagado de apologistas de la represión. Habiendo una disputa abierta con el gobierno, los grandes medios y los sectores ligados a las fuerzas de seguridad, que quieren embarrar la cancha y encubrir el rol del Estado, participar de este foro y, encima, no mencionar a Maldonado, es un paso en falso de magnitud.

El diputado provincial también omitió pronunciarse por los ataques de gendarmería y policías a docentes y estudiantes con el objetivo de amedrentar y evitar que se hable de Santiago Maldonado en las escuelas, terciarios y facultades. El jueves pasado una delegación de gendarmería irrumpió en el Instituto Olga Cosettini donde se realizaba una clase pública por Maldonado -algo que denuncia hasta Roy López Molina de Cambiemos, en una verdadera impostura electoral. Mientras esto sucedía, la policía detenía a dos militantes del PO en Mar Del Plata por hacer una pintada y amenazaba llevarse detenido a un docente de Florencio Varela por hablar del caso en el aula, por no mencionar las decenas de casos de policías irrumpiendo en colegios tomados de la Capital Federal.

La presencia de Del Frade no hizo más que avalar un Congreso que lejos de referirse a los problemas de la juventud o la podredumbre policial, apuntaba de antemano, y lo decía sin ambages, a discutir el endurecimiento judicial y policial contra la juventud y los sectores populares, a la estigmatización y la persecución. Los convocantes, los tópicos y los discursos de los exponentes dejaron en claro que fue un Congreso para discutir la “mano dura”. La presencia de Del Frade solo le dio un halo de “pluralidad” a un escenario homogéneo en la voluntad represiva. En este sentido fue un aval. Sus denuncias, por otra parte, no podían más que caer en saco roto ante esa índole de oyentes.

Tal fue el rol decorativo en un Congreso “manodurista”, que apenas terminada la exposición del diputado, comenzó una andanada de intervenciones insistiendo en que se apruebe el paquete de leyes de mano dura que lanzó Miguel Lifschitz luego de las marchas de “Rosario Sangra”, y contra el “narcomenudeo”. Es decir, apuntar al hilo más delgado: los sectores de la juventud que, a la fuerza, caen en las redes de las bandas narcocriminales.

Nada bueno podía salir de este Congreso. No había nada que hacer ahí.


Jazmín Levi

Periodista. Miembro del CeProDH

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