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Foro empresarial. Llao Llao: la "ensalada" de Milei para intentar explicar la dolarización

El candidato de La Libertad Avanza intentó argumentar su plan con tecnicismos poco convincentes. Los sectores empresariales y los medios que levantaron su candidatura desechan el plan inviable de dolarización, pero son los mismos que continúan presionando por un plan de ajuste feroz para descargar la salida de la crisis sobre los trabajadores.

Lucía Ortega

Lucía Ortega @OrtegaLu_

Martes 18 de abril de 2023 20:25

Los empresarios no compran el plan de Milei de dolarizar la economía. Foto: Twitter.

Los empresarios no compran el plan de Milei de dolarizar la economía. Foto: Twitter.

“Hay temas de la dolarización que noto que no lo tienen claro ni los economistas”, "el problema es que la gente y los economistas no entienden la naturaleza de la demanda de dinero. Y ahí está toda la ensalada. Es más, la formulación de los libros está mal, en el equilibrio general, no se pone al ingreso como argumento y la tasa de interés tampoco, porque surge del precio relativo de los bienes presentes con respecto a los futuros”, dijo este martes al mediodía Javier Milei ante los empresarios en el Foro de Llao Llao.

La maniobra de decir muchos conceptos y números en formulaciones que parecen dotarse de rigurosidad técnica y teórica, le es útil en entrevistas televisivas armadas y apariciones mediáticas, pero no pasan la prueba de un nivel mínimo de seriedad.

Según trascendió en los medios, la explicación del candidato de ultra derecha no logró convencer a su auditorio de la supuesta eficacia de la dolarización como un plan para frenar la inflación. Más bien, como venimos denunciando en este diario desde que el economista libertariano agitaba su idea dolarizadora, se trata de un plan, no solamente inviable con el actual nivel de reservas y la situación crítica del país, sino una verdadera catástrofe para los trabajadores y los sectores populares, ya que generaría una megadevaluación con hundimiento del salario, los ahorros, y de la economía, y con la posibilidad de generar una hiperinflación y corridas cambiaria y bancaria.

Entre los empresarios y CEOs presentes estaban Eduardo Elsztain (Grupo IRSA), Marcos Galperin (Mercado Libre), Marcos Bulgheroni (Pan American Energy Group), Martín Migoya (Globant), Facundo Gómez Minujin (JP Morgan), Javier Goñi (Ledesma), Agustín Otero Monsegur (San Miguel), Carlos Miguens (Patagonia Gold) y Verónica Andreani (Andreani).

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Al contrario de lo que el sentido común asocia al hablar de una "dolarización", que es la posibilidad de estabilizar la moneda y de "tener dólares" en mano, si se aplicara sería una verdadera dinamita al salario. Algunas estimaciones indican que el dólar podría volar a $2.600, $5.000 e incluso $10.000, lo que significaría que los salarios se derretirían para pasar a equivaler apenas a menos de 40 dólares por mes.

El riesgo de una "profecía autocumplida"

Luego de su defensa de la dolarización ante empresarios de la Sociedad Rural la semana pasada, Javier Milei continuó su gira en el Foro de Llao Llao. Los principales medios de comunicación afines a los intereses concentrados de la economía empezaron a rechazar esta idea más fervientemente, en línea con los análisis de distintas consultoras del mercado, que indican los riesgos de implementar una medida de este tipo. Mostraron la disconformidad de los empresarios y las dudas de "cómo" se implementaría y sus consecuencias.

Es que para la burguesía la dolarización no es un plan viable hoy por hoy porque implicaría un desorden económico y un caos que puede abrir escenarios sociales y políticos incontrolables. Eso, no sólo pone en riesgo el "orden social" que necesitan para continuar haciendo sus negocios, sino que el hundimiento económico además abriría la puerta a una desvalorización total de las acciones de las principales empresas que operan en el país.

En otras palabras: no sólo el plan llevaría a un posible default de la deuda pública, sino al remate de los activos privados. A pesar de lo atractivo de demoler los salarios y abaratar sus costos laborales, este resultado ya no gusta a la clase empresaria.

Esto no significa que aquellos mismos que dieron aire a Milei y alentaron su crecimiento político dejen a un lado su objetivo de avanzar con reformas regresivas para los trabajadores y una salida a la crisis inflacionaria y económica que recaiga sobre sus espaldas (mayor ajuste del gasto social, una posible devaluación, más flexibilización laboral y otra reforma previsional, entre otras medidas).

La candidatura del diputado de Libertad Avanza y las ideas que fomenta son funcionales a un corrimiento de la agenda a derecha. La pregunta es si la difusión de su plan económico no podría acelerar los ritmos de la crisis, incluso antes de que asuma un nuevo gobierno, por las expectativas a una devaluación que su propio plan representa si Milei se muestra competitivo en las elecciones primarias.

En economía se llama "profecía autocumplida": el precio del dólar termina subiendo porque todos actúan esperando que suba ante una eventual devaluación para dolarizar, lo que aumenta la demanda del billete verde y así su cotización, y lo que empuja a los ahorristas a deshacerse de sus tenencias y depósitos en pesos. En las actuales condiciones de escasas reservas netas en el Banco Central (se estima en el orden de los U$S 2.000 millones a U$S 3.000 millones), y con la tensión cambiaria que ya de por sí representa la actual incertidumbre política y económica, no hay mucho margen para responder a inestabilidades mayores o golpes de mercado llevados a cabo por los grupos financieros.

¿Dolarizar sin dólares?

En Llao Llao, Milei buscó calmar las inquietudes empresariales de una salida desordenada a la crisis, asegurando que “no habrá costo social” e hizo una referencia histórica sobre la aplicación de programas de shock en la Argentina, afirmando que fueron beneficios cada vez que se implementaron. Entre ellos, aseguró que la experiencia más efectiva fue la convertibilidad, omitiendo los resultados catastróficos alcanzados: una de las mayores crisis de la historia argentina, recesión económica, la mitad de la población en la pobreza, 25 % de desocupación y 39 muertos a manos de las fuerzas represivas tras las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, con De La Rúa fugándose por la puerta de atrás de la Casa Rosada en helicóptero.

Un informe de la consultora 1816, de importante llegada al mundo financiero, difundido la semana pasada rechazó la viabilidad de la medida. Milei sostiene que los pasivos (deuda) del Banco Central tienen respaldo, que serían los bonos del Tesoro que el propio BCRA tiene en cartera. Pero esta mirada es insostenible. Para 1816 un nivel de confianza tal del mundo entero en el plan dolarizador es imposible, y se requeriría un "shock inflacionario (que permita licuar los stocks de pesos) y/o una reestructuración de las Leliq” para reducir los pasivos del BCRA. La consultora estima que con el actual nivel de reservas (U$S 1.800 millones) el tipo de cambio para iniciar una dolarización podría llegar a casi $10.000.

Frente a las respuestas negativas casi masivas de economistas de distintos colores, Milei empezó a cambiar el tono para el "círculo rojo". Y al recular, a pesar de mantener su gesticulación y los gritos, comienza a comunicarle a los empresarios que se propone ser el candidato del ajuste: que ya no irá tan a fondo con su idea, no desconocerá las instituciones de la democracia capitalista ("si la Cámara de Diputados no lo avala, llamaré a una consulta popular), y que aplicará de todas formas, si no puede dolarizar, un ajuste feroz del gasto para "solucionar" la inflación.

Dolarización como "solución mágica" para la tribuna, plan de ajuste feroz para satisfacer los intereses de sus verdaderos representados, los ricos y dueños del país. Su plan de dolarizar es un verdadero "caballo de Troya" contra la clase trabajadora.

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Lucía Ortega

Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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