La noticia de TV Azteca contra los docentes generó tanto repudio en la comunidad universitaria que hasta las autoridades de la UAM tuvieron que publicar un comunicado desmintiendo que los docentes perciban su salario sin trabajar, pero ¿ya se dijo todo sobre los docentes?
Lunes 4 de octubre de 2021
Ha pasado una semana desde que TV Azteca lanzó una “noticia” en la que aseguraban que los docentes de la UNAM, la UAM y el IPN cobraban su salario sin trabajar y se negaban rotundamente a volver a las clases presenciales, asegurando que los docentes y administrativos de la UAM no estamos “a la altura de las circunstancias”.
La rectoría de la UAM contestó a las calumnias de TV Azteca basándose en dos cuestiones: la aprobación del Proyecto Emergente de Educación Remota (PEER) mediante el cual se han dado clases a distancia en los últimos cuatro trimestres y con la posibilidad de la imposición del modelo hibrido para un regreso escalonado dentro de las próximas semanas.
Detrás del PEER, la precarización laboral
Lejos de lo que aseguran tanto TV Azteca como las autoridades de la UAM, los 4 mil 395 docentes y los 55 mil estudiantes sufrieron la imposición del PEER sin ninguna consulta a la comunidad universitaria.
La implementación del PEER se tradujo en un aumento de la carga laboral para los docentes que durante todo este tiempo han lidiado con jornadas laborales sin un horario establecido, presentando constantemente pruebas que acrediten los avances de sus estudiantes, informándose de manera individual cómo utilizar diversas plataformas y herramientas para adaptarse a la virtualidad y poniendo de su bolsillo luz, internet y en muchas ocasiones la compra de nuevas computadores o celulares, así como accesorios con tal de garantizar las clases en línea, adaptando sus hogares como salones de clases.
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El PEER se desprende del acuerdo de la ANUIES y la SEP para las clases en línea en todo el país, política que no tomo en cuenta las duras consecuencias de la pandemia para millones de familias que quedaron sin empleo o vieron reducidos sus ingresos frásticamente. La combinación entre la crisis económica y la imposición de las clases en línea disparó la cifra de deserción escolar a nivel nacional.
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Tanto las autoridades de la UAM como TV Azteca invisibilidad la crítica situación que estudiantes y docentes enfrentaron en medio de la pandemia, sosteniendo como se pudo las clases en línea.
Clases presenciales y el modelo hibrido
De cara a la normalización de la reapertura económica, el gobierno federal impuso desde el 31 agosto las clases presenciales como una actividad esencial en medio de la tercera ola de contagios en el país. En varios estados esto ha implicado que las escuelas de educación básica se vuelvan focos de contagio, a la fecha las escuelas que han cerrado por brotes de Covid, se cuentan por decenas.
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Como con las clases en línea, la ANUIES y la SEP ya tienen la propuesta del modelo hibrido para un regreso a clases escalonado, que contempla la vuelta a la presencialidad de cientos de estudiantes, docentes y administrativos con el fin de facilitar prácticas e investigaciones en laboratorios y deja al criterio de cada coordinación académica qué sector de estudiantes vuelven de manera presencial.
Para el sector administrativo, el modelo hibrido implicaría la vuelta al trabajo para miles de trabajadores de servicios generales (intendencia, vigilancia y jardinería) y para el sector docente no se tiene claridad de cómo se llevaría adelante la combinación entre clases presenciales y a distancia.
En el protocolo sanitario que propone la universidad se pueden percibir una serie de modificaciones a las funciones de los trabajadores administrativos y docentes, la introducción de las nuevas tecnologías sin capacitación para los trabajadores lo que podría implicar la perdida de materia de trabajo, así como la negativa a asambleas presenciales con el pretexto de no generar aglomeraciones en la universidad.
Por un regreso seguro a clases
A contramano de lo que asegura TV Azteca, los trabajadores académicos y administrativos no necesariamente estamos en contra de un regreso a clases presenciales, lo que queremos es garantizar un regreso verdaderamente seguro a clases, que en primer lugar pasaría por garantizar la vacunación universal de toda la población para atenuar el riesgo de morbilidad de la comunidad universitaria y sus familias, así como garantizar insumos santuarios básicos para quienes volvamos a las escuelas.
Ni las autoridades universitarias, ni la dirección del sindicato que sostuvieron una reunión el pasado viernes, clarifican de dónde saldrán los recursos para garantizar las condiciones mínimas para un regreso seguro, como laboratorios y salones ventilados, insumos sanitarios como cubrebocas, caretas, guantes, termómetros digitales y gel antibacterial, así como insumos de limpieza para desinfectar constantemente las áreas de trabajo.
Por otra parte son bien sabidas las carencias de infraestructura que tiene la UAM, desde edificios en construcción que nunca se terminaron hasta la falta de servicios básicos como agua y jabón en los baños, cuestiones que seguramente no van a resolver en estos días previo a la vuelta a clases presenciales.
Por eso desde la agrupación Contracorriente consideramos que es crucial pelear por un regreso seguro clases, exigiendo la liberación de las patentes para que la inmunización no sea un negocio y pueda acelerarse.
Por otro lado, es necesario que frente a la discusión del proyecto de presupuesto de egresos de la federación 2022 exijamos un aumento al presupuesto educativo que corresponda al 10% del PIB, que el presupuesto de la Guardia Nacional se destine a cultura educación y salud y no a la continuidad de la militarización del país y también un impuesto a quienes en medio de la pandemia se hicieron más ricos, como Carlos Slim o Germán Larrea quien recientemente salió implicado en los paraísos fiscales con los papeles de Pandora. De esta manera se podrían garantizar los insumos necesarios y las condiciones de infraestructura para garantizar un regreso seguro a clases.
Las y los trabajadores de la UAM estamos llamados a discutir de manera democrática cómo podemos garantizar un regreso seguro para toda la comunidad universitaria, por lo que es necesario que la dirección del sindicato convoque a un Consejo General de Delegados dónde se discuta el regreso seguro a clases y la continuidad del 44 Congreso General Ordinario.