El pasado jueves 4 de junio, la Central única de trabajadores, convocó a un Paro Parcial de 10 a 13hs, y a una concentración multitudinaria, donde expuso su posición ante la situación que vive el trabajo y el país. Aquí van algunas reflexiones al respecto.
Domingo 28 de junio de 2020
Este fue el primer paro en rechazo a la Ley de Urgente, “por trabajo y en defensa de los ingresos” decía la proclama.
“Lo urgente es la gente”
En la exposición ofrecida desde la tribuna montada en un escenario en la cabecera de la avenida a metros del Parlamento, el Secretario General del PIT-CNT, Marcelo Abdala, exponía un rechazo total a la LUC, sobre lo cual estamos todos de acuerdo.
Y decimos nosotros: Esta es una ley que consta de más de 500 artículos, que pretende implantarse con prepotencia, es ilegítima e inoportuna. Es ilegítima porque un recurso de este tipo, que debería aplicarse en un momento de crisis nacional destinada algún caso puntual, donde la urgencia de una situación determinada no admite los tiempos normales de las leyes, y sólo sería aplicable por la gravedad de una situación particular. Pero esta ley es presentada hoy, con su excesivo número de artículos, siendo aprovechada esta situación por el Gobierno para modificar 60 leyes preexistentes que ya tienen su cometido, y que llevó años aprobarlas. Siendo además inoportuna, porque lo urgente hoy es atender el estado de crisis sanitaria y la miseria que ha provocado la situación actual. Y sobre esto no hay discrepancia.
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Luego, Abdala manifestaba estar de acuerdo en que, con el fin de garantizar las fuentes de trabajo, ofrecer la posibilidad de: “Compartir el tiempo de trabajo con el tiempo de Seguro de Paro (rotación), reducir la jornada de trabajo para que nadie se quede afuera; aumentar los tiempos y los montos de subsidios de seguro de paro, generar inversión en nuevos lugares de trabajo es esencial”, decía.
Nosotros entendemos desde nuestro lugar de trabajadores sindicalizados en la UAOEGAS, y después de haber peleado contra una multinacional durante 25 años, y que al fin pudimos vencer, donde fue muy importante la solidaridad de otros Gremios, logrando al fin, que la multinacional PETROBRAS se retirara. Que hay otras formas de luchar, y la postura que viene adoptando la dirección del PIT-CNT no responde a los parámetros de Dignidad Obrera. Que esta postura es una forma de aceptar en los hechos la precarización del trabajo. Porque reduciendo la jornada laboral, se reduce en consecuencia el ya menguado salario, y en lugar de favorecer al obrero se favorece a las patronales. O sea, dando lugar a que los beneficiarios de este esquema sean los empresarios, y no los trabajadores.
Con la reducción de la jornada laboral, también se reduce el salario, y con esta estructura se consigue que se formalice y se extienda la precariedad en los trabajos hasta ahora reglamentados y formales. Es para nosotros un retroceso histórico.
La Central debe defender la jornada laboral y el salario íntegro
Otra “gran solución” expuesta fue sumarle a la reducción de la jornada laboral, la rotación en el seguro de paro. Lo que implica percibir el 75% del salario, donde el 25% lo paga el empleador y la compensación restante la paga el Estado, monto que se desglosa de los impuestos que pagamos todos. Por consiguiente, es el propio pueblo trabajador que termina pagando el subsidio y sin garantizar el retorno a su lugar de trabajo. Otro oportunismo de las patronales para liberase de costos.
¿A quién estamos defendiendo?
Siguiendo en su discurso, Abdala exhorta a que se hagan “todos los esfuerzos para que se mantengan los vínculos laborales de los trabajadores con las empresas”, sin tomar en cuenta la precarización que ello implica. Acaso convalidando la flexibilización que imponen algunas multinacionales, que toman a jóvenes dándoles flexibilidad horaria, haciéndolos trabajar las horas que los necesitan en horarios rotativos - que pueden ser 2, 4 o 6hs -, en días espaciados, en forma esporádica según sus requerimientos. Donde nunca completan una jornada entera y menos una semana completa, y por consiguiente no tienen un salario fijo y menos aún, digno.
Cobrando quincenas de $2500 - esto es Mc Donald, por ejemplo -. Aquí vemos cómo no se rompe el vínculo laboral, pero estos jóvenes trabajadores son sometidos a un manoseo denigrante.
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Esto no es lo que queremos
Otra vez, a costa del esfuerzo y la pérdida de salario del trabajador. Una vez más, empujando a la pérdida de derechos de la clase trabajadora y otorgando una reducción de obligaciones a la clase empresarial y al Estado, que tiene la obligación de garantizar el trabajo, la salud, y la vivienda para el conjunto de la población.
Por otro lado, Fernando Pereyra, dijo a la prensa: “el movimiento sindical levanta las urgencias que el Parlamento no está haciendo, y atiende los sectores más débiles de la sociedad”. Y enfatizó después: “que se debe contar con una renta básica y un trabajo”. A lo que agregó: “estamos dispuestos a bajar la jornada laboral, para mantener los puestos de trabajo”.
Argumento que está en sintonía con los dichos de Abdala. Y decimos otra vez, lo que debe exigir la Central es la fuente plena de trabajo y un salario digno. No ser condescendiente con las patronales, buscando evitar sus eventuales pérdidas con el esfuerzo de la clase trabajadora.
El movimiento sindical tiene la fuerza para exigirlo
Cuando se convoca a los trabajadores a salir a las calles, son decenas de miles que acuden y se plantan incondicionalmente. Debemos hacer uso de esta misma fuerza y capacidad de respuesta para exigir que no se vulneren nuestros derechos, y que la crisis la paguen las patronales y no nosotros.
Se habla de Renta Básica
Esta renta no llegaría a un salario mínimo - menos de $15000 - que en todo caso llegaría a ser un paliativo insuficiente, sino irrisorio, para cubrir las necesidades básicas de una familia, cuando el costo de la canasta básica es de $80.000.
El PIT-CNT, tiene una capacidad enorme de convocatoria; exijamos lo que merecemos, no lo que en forma tímida y advenediza entienden que es posible lograr.