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Red Internacional
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RIQUELME CON MACRI. ¡Lo que te devoraste, Román!

El ídolo xeneize Juan Román Riquelme tuvo un breve encuentro con el presidente Mauricio Macri en la quinta de Olivos. Le regaló una casaca y le deseó “suerte con el país” ¿Reconciliación?

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Jueves 19 de mayo de 2016

Foto: cuenta oficial de Twitter de Mauricio Macri

Juan Román Riquelme visitó en la tarde de ayer a Mauricio Macri (expresidente de Boca Juniors en la era de gloria en la que el jugador fue el gran protagonista). El encuentro se concretó en la quinta presidencial de Olivos. “Román” le obsequió una casaca xeneize con el número 10, aquel que él luciera mejor que nadie en las últimas décadas y en la historia moderna de Boca. Tampoco se negó a posar sonriente para las fotos, que tanto en medios partidarios como desde Presidencia fueron difundidas por redes sociales, particularmente en Twitter.

Fuentes allegadas a Olivos consignan que el ex jugador habría declarado que “Estamos más viejos. Se lo ve bien. Ojalá que tenga la suerte que le vaya muy bien en el país como pasó en nuestro club. Tuve la suerte de estar con el presidente del país y espero que dentro de un tiempo me pueda acompañar”.

Resultó llamativa la visita ya que durante su histórico paso por la institución Azul y Oro, la relación de Riquelme con Macri no era buena. El famoso “Topo Gigio” con el que el ídolo festejaba sus goles nació como respuesta silenciosa a críticas que le había lanzado el empresario por entonces presidente de Boca. Aún peor es la relación de Román con el hombre de Macri en Boca y en el fútbol desde que está abocado a la función pública: Daniel “el Tano” Angelici. Sin embargo, el ídolo de la parcialidad boquense accedió al encuentro.

Más allá de lo que hayan charlado, el encuentro en sí mismo no deja de ser un espaldarazo político en varios niveles: si sólo hablaron de fútbol, fue en el auge de la discusión por la Superliga que impulsa el macrismo; pero además, en momentos en que Macri se enfrenta abiertamente al movimiento estudiantil con los recortes presupuestarios a la educación pública, que insiste en vetar una ley antidespidos que estaría próxima a votarse en el Congreso, que desde que asumió impulsó un fuerte tarifazo que hizo decaer rápidamente su popularidad, la figura altamente popular de Riquelme funciona como una relativa bocanada de aire fresco. Aunque no signifique en absoluto que Román apoye las políticas del gobierno (en las elecciones apoyó abiertamente a Sergio Massa), es consciente de la trascendencia de su visita.

No aumentará en nada la popularidad de Macri por Riquelme, ni se detendrán las luchas en curso porque el ídolo futbolístico le haya regalado un guiño. Pero quizá le aporta un leve toque de simpatía a un gobierno que no para de tomar medidas antipáticas (por antipopulares).

Admiramos a Riquelme por sus dotes y su juego exquisito como futbolista; en esa relación de admiración que establecemos con él, nos son ajenas sus posiciones políticas. Todo lo que consiguió fue por su habilidad y rapidez mental para conducir un equipo. No es el primer ídolo que le da un respaldo (directo o indirecto al poder): lo hizo Bochini con Alfonsín y actualmente con Hugo Moyano, el Beto Alonso con Menem, y hasta Maradona nada menos que con Cavallo... Pero no deja de generar un pensamiento en tono de lamento: ¡Lo que te devoraste, Román!