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Red Internacional
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Antidemocracia. Lomelí Vanegas anuncia tres nuevas designaciones de cargos para la UNAM

El cambio de rector trajo consigo tres nuevas designaciones para cargos de diversas dependencias de la universidad muy cercanos al rector Leonardo Lomelí Vanegas, la presentación de funcionarios elegidos antidemocráticamente se llevaron entre señalamientos y criminalización al movimiento estudiantil.

Viernes 1ro de diciembre de 2023

El pasado 28 de noviembre del 2023 se llevó a cabo, en el auditorio del piso tres de la Rectoría, una presentación donde el nuevo rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas anunció la designación de nuevos funcionarios de diversas dependencias de la UNAM.

En sustitución de Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria, se dio posesión para estar al frente de la Secretaría de Administración a Tomás Humberto Rubio Pérez, director de la Facultad de Contabilidad y Administración (en adelante FCA) desde el 2021 hasta la actualidad.

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El buen recibimiento de Rubio Pérez por parte del rector de la universidad se debe a que con él espera ser consecuente con la represión que intenta respaldar con discurso de criminalización como la que hubo recientemente en la misma FCA donde estudiantes fueron golpeados con bates y tubos de metal a manos de las autoridades de la facultad mientras comenzaban una asamblea.

La represión que ejercieron las autoridades se dio con la ayuda de grupos porriles ligados a grupos deportivos de la facultad (búfalos) en un claro intento de desmovilizar y fragmentar la organización estudiantil.

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Después de la violencia ejercida por funcionarios en el periodo administrativo de Rubio Pérez, estas hicieron correr el discurso de que la facultad había sido atacada por “encapuchados" que violentaron a los estudiantes, mismo discurso que ya hemos visto en distintas movilizaciones.

Con la designación del cargo de secretario de administración para Rubio Pérez, Lomelí Vanegas intenta mandar un mensaje claro: “Hoy estamos aquí para que se lleve a cabo este informe en tiempo y forma, como estaba programado, y queremos con ello también mandar esta señal, la Universidad no se detendrá más allá de provocaciones o de actos injerencistas que pretendan desestabilizarla”.

Este discurso es claramente el intento de señalar a la organización estudiantil mostrándola como violenta y de la cual está dispuesta a hacerse cargo con mano dura. Esto no es casual, la organización estudiantil a lo largo de la historia de la universidad ha mostrado múltiples veces la verdadera cara de las autoridades y sus intenciones, como lo fue en el 99 contra las cuotas por inscripción, y como lo ha hecho durante los últimos 20 años.

Las movilizaciones estudiantiles han sido una piedra en el zapato de estas personas para hacer correr sus agendas de privatización, de expulsión sistemática, es por eso que constantemente buscan criminalizarlas. no les conviene que sean legítimas y apuestan porque se queden como un simple acto de criminalización.

Otro cargo que anunció la institución fue el que asumió Diana Tamara Martínez Ruíz, ahora secretaria de Desarrollo Institucional. Este cambio le permitió a la ex-directora de la Fes Iztacala, Patricia Dolores Dávila Aranda, asumir la Secretaría General el pasado 21 de noviembre.

Dávila Aranda fue postulante, junto con Lomelí Vanegas por el puesto a rectoría, sin embargo, Vanegas fue quien terminó al frente de la universidad. A pesar de ello, el puesto de secretaria general no es menor ya que colabora directamente con la persona titular de la rectoría.

Para la nueva designación de Coordinadora para la Igualdad de Género fue designada Norma Blázquez Graf en sustitución de Tamara Martinez Ruiz.

La razón por la cuál estos cambios parecen repentinos es porque se sigue un proceso similar para la designación de los puestos para estos funcionarios, así como con el rector, es la junta de gobierno la que se encarga de hacer los nombramientos.

Aunque la autoridades de la máxima casa de estudios hagan estos anuncios entre celebraciones de mérito y aplausos, los cargos que pasan a ocupar no son motivo de celebración, sino un hecho del cuál la organización de la comunidad universitaria tiene que prestar especial atención ya que estos puestos que se pasan a ocupar son de quienes después van a estar el frente de, por ejemplo, negociaciones salariales raquíticas con el sindicato como Rubio Pérez que, al estar al frente de la secretaría de administración, está al frente de la dirección general de personal.

Estas reconfiguraciones o cambios no son casuales en un periodo de cambio de rector puesto que intentan hacer correr una agenda determinada, se vuelven representantes políticos de intereses empresariales al interior de la universidad el cual el problema es que, como finalidad, se busca privatizar la UNAM ya sea a través de sus propios organismos jurídicos como en el 99 o por la vía de los hechos con las distintas reformas a los reglamentos, estatutos y leyes de la institución.

Por más que cambien los puestos o las personas que hoy los ocupan, la realidad de nuestro centro de estudios no va a cambiar sustancialmente ni mucho menos en favor de docentes precarizadxs, estudiantes que sufren año con año un avance sobre su derecho a la educación, trabajadores que ven como su salario se lo come poco a poco la inflación.

Esto porque a las personas que ocupaban los cargos, así como las que hoy las sustituyen, no están interesadas en brindar una educación universal de calidad a cualquiera que la necesite, están preocupadas por correr agendas ajenas a la comunidad, de eso depende su salario de cientos de miles de pesos mensuales, entre sueldo y regalías, que le mantiene como parte de la casta dorada.

La única que hoy puede forjar una organización capaz de llevar hasta el final la última letra las demandas de la comunidad estudiantil no es un grupúsculo de personas que la señalan, criminalizan y reprimen, sino va a ser por la vía de la imposición de las demandas que sólo puede lograr la movilización amplia de la comunidad estudiantil tripartita (docentes, trabajadores y estudiantes).

Demandas que se deliberen en espacios amplios y democráticos como la asamblea que rompieron violentamente las autoridades de la Facultad de Contaduría y Administración, a cargo del ahora secretario de administración de la UNAM.

No podemos dejarle la decisión a gente que no vive la realidad de la universidad como quienes sí hacemos quienes les damos vida día a día. Por una educación verdaderamente universal, gratuita y de calidad para las familias trabajadoras y sectores oprimidos y explotados. Continuemos organizandonos por un gobierno tripartito con mayoría estudiantil.