Cientos de manifestantes se congregaron en el centro de Londres para protestar contra el racismo en Estados Unidos y en Europa, mientras militantes de extrema derecha protegen los monumentos
Lunes 15 de junio de 2020
A pesar de los llamados a permanecer en sus casas por el Covid-19 que en este país ha costado la vida de más de 41 mil personas y de que la manifestación convocada desde el movimiento Black Lives Matters fuera pospuesta, cientos de manifestantes se dieron cita el pasado sábado en el centro de la capital inglesa.
Luego de hacerse virales los derribos de estatuas en el Reino Unido, como la de un traficante de esclavos en Bristol, que simbolizan el pasado del imperialismo colonial de Inglaterra, manifestantes de extrema derecha han salido a “cuidar” estatuas, en particular la del exprimer ministro Winston Churchill.
Churchill ha sido señalado como un personaje que mantuvo un discurso de odio en particular contra la población indígena, por lo que amplios sectores de la población lo tildan de haber sido racista. Su estatua ha sido pintada con leyendas donde se le acusa de haber sido parte de la política imperialista inglesa.
Ante ello, la ministra del Interior, Pritti Patel, ha llamado a respetar su estatua y quitar las placas metálicas que la protegen diciendo que “deberíamos liberar a Churchill, un héroe de nuestra nación que combatió el fascismo y el racismo en este país y en Europa”.
Sin embargo, la rabia en contra del racismo que recorre este país y otros países de Europa luego del brutal asesinato de George Floyd en Estados Unidos, trastoca profundamente a la sociedad inglesa por lo que ninguna declaración puede fácilmente impedir que se exprese el antirracismo y el anticolonialismo masivamente.
Los partidarios de la extrema derecha, neonazis o libertarios que “hacen guardia” en estatuas o las rescatan luego de que miles las tiran a los lagos, son expresión de la descomposición a la que está llevando el capitalismo en los principales países imperialistas.
El choque entre manifestantes antirracistas y la extrema derecha genera un tenso ambiente en la ciudad de Londres, en un contexto de fuerte crisis económica donde distintos analistas prevén una caída de hasta el 14 de su PIB este año, lo que significa mayor desempleo y precariedad para millones. En días pasados ya se han registrado fuertes enfrentamientos entre estos grupos.
Este escenario puede preanunciar choques más fuertes entre quienes defienden el orden capitalista (con su racismo y xenofobia) y quienes buscan cambios radicales y acabar con toda la herencia colonial de este país.