Semana intensa para López Obrador. Insiste con declinación del PRD ante su candidata Delfina Gómez. Recibió “huevazo” en su gira por Veracruz. Eva Cadena señaló a Rocío Nahle como su operadora financiera. En entrevista con Aristegui, ratificó que de llegar a la presidencia no procederá penalmente contra Peña.
Viernes 26 de mayo de 2017
En su último mensaje a los líderes del PRD, del PT y del Movimiento Ciudadano para unirse en los comicios del Estado de México afirmó “son tiempos de definiciones y no de canallas” y estableció como plazo antes de las elecciones de este 4 de junio. De no acceder, afirmó “No vamos a poder ir juntos en el 2018, en la elección presidencial. Son tiempos para poner principios e ideales por delante. No se pueden términos medios. O estamos con el pueblo de México o estamos con la mafia del poder”.
Juan Zepeda, candidato del PRD a la gubernatura del Estado de México, fue destinatario de uno de los mensajes si la dirigencia y él no declinan por Delfina Gómez, “no podríamos ir juntos en el 2018 con quienes no se definen, para decirlo suavemente”. Abundó “Él sabe (Juan Zepeda) que no va a ganar y que lo único que está haciendo es ayudarle a la ‘mafia del poder’, a (Enrique) Peña Nieto”.
Además, AMLO explicó que eso no quiere decir que Morena irá solo en las elecciones presidenciales de 2018, sino que “vamos a ir con militantes del PRD, PT, MC, y diría que hasta con militantes del PAN y del PRI, que ya no quieren que siga la ‘mafia del poder’ gobernando México”. Como muestra el éxodo de los últimos meses al MORENA, AMLO está pensando en dirigentes y funcionarios públicos pertenecientes a esos partidos.
Mensaje contradictorio: por aliarse con personajes de la “mafia del poder”, el Morena ha sido protagonista de un escándalo que aun no acaba, el de Eva Cadena, excandidata del partido de López Obrador que recibió dinero de empresarios para financiar la campaña electoral, como se ve en los videos que se filtraron a redes sociales.
La empresaria Cadena pasó por el PRI, por el PAN y por el PRD. Ahora señaló a Rocío Nahle como operadora financiera de López Obrador, quien niega la acusación.
El anuncio de impunidad para Peña Nieto
En viaje hacia Huatusco, municipio veracruzano donde iba a tener lugar un acto de campaña de la candidata a la alcaldía, López Obrador dio una entrevista a Carmen Aristegui.
En esa oportunidad señaló que, en caso de llegar a la Presidencia, no procedería penalmente en contra de Enrique Peña Nieto, aún cuando tuviera evidencia de actos de corrupción.
Su excusa: “no es mi fuerte la venganza”. “Tiene sus asegunes, todo el que diga que va a meter a la cárcel a Peña está mintiendo. Tú sabes que desde hace más de 100 años, desde la Constitución de 1857 se establece que no puede ser juzgado el Presidente en funciones por corrupción” afirmó a la periodista, quien le aclaró que ella hacía referencia a la figura de un ex mandatario.
Con evasivas, AMLO respondió “No, de todas formas se requiere esa reforma constitucional”. “¿Para un ex presidente?”, insistió Aristegui. “Sí, sí, consúltalo”, y cerró el tema.
No es la primera vez que, con la excusa de preservar la “gobernabilidad”, termina respaldando, en los hechos, a Peña Nieto. En agosto de 2016, desde Acapulco durante las ponencias ERA Familiar Princess 2016, López Obrador declaró: “Les decimos a los integrantes del grupo en el poder que, a pesar del gran daño que le han causado al pueblo y a la nación, no les guardamos ningún rencor y les aseguramos que, ante su posible derrota en 2018, no habrá represalias o persecución para nadie”.
Al mes siguiente, en septiembre, tras el escándalo de la visita de Donald Trump, hoy presidente estadounidense, López Obrador había declarado “aunque sea por factores externos y se trate de la misma baraja, hay que frenar la caída de EPN. No queremos construir a partir de escombros”.
Una vez más, resalta el perfil conciliador del líder del Morena ante Peña Nieto, uno de los principales responsables políticos de la violencia contra los periodistas críticos, la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la entrega de los recursos del país a las trasnacionales y la degradación creciente de las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías.
El “huevazo” y la pelea con Cárdenas
Mientras estaba en un acto electoral en el municipio de Huatusco, en Veracruz, una mujer le arrojó dos huevos a López Obrador. Uno lo alcanzó en su cabeza.
Más tarde, sostuvo una entrevista José Cárdenas, del Grupo Fórmula, en la que responsabilizó al gobernador Miguel Ángel Yunes del hecho y señaló “Mi escudo ante huevazos y calumnias, es porque soy honesto, la mafia del poder” está detrás de estos ataques.
Durante la entrevista, José Cárdenas lo cuestionó“¿No te mancha la alianza con la maestra Elba Esther Gordillo?”. Al respecto, López Obrador negó la alianza y acusó al periodista de calumniarlo. Tras un áspero intercambio, la plática terminó.
Lo cierto es que Rafael Ochoa Guzmán (ex secretario general del SNTE) y Fernando González Sánchez (ex secretario de educación básica en la SEP) sí ofrecieron apoyo a la candidata del Morena en el Estado de México, como explicamos acá.
Amplios sectores de trabajadores, mujeres y jóvenes tienen ilusiones en Andrés Manuel López Obrador y el Morena, y en sus propuestas para combatir la corrupción. Pero el líder tabasqueño, con sus acciones y declaraciones, contradice esas propuestas.
Imposible combatir la “mafia del poder” de la mano de personajes provenientes del PRI, del PAN y del PRD, varios acusados de corrupción y que en algunos casos están incluso vinculados al crimen organizado. Imposible combatir la corrupción anticipando el “perdón” a los actuales gobernantes.
Esto evidencia que para enfrentar los planes de Peña Nieto y de Donald Trump es indispensable que la clase trabajadora y los sectores populares forjen su propia herramienta política, independiente de todos los partidos del congreso y de los empresarios, y que enfrente a los capitalistas y a las instituciones que defienden sus intereses.
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