Los Pandora Papers han sacado a relucir en México la manera en que empresarios y políticos del régimen se enriquecen a con corrupción y contratos multimillonarios.
Jueves 7 de octubre de 2021 22:17
La petrolera nacional Pemex ha sido durante décadas víctima de malos manejos donde funcionarios, políticos y empresarios amigos se enriquecen explotando un recurso natural finito, recurso que debería estar el servicio resolver las necesidades de las mayorías populares.
Con el escándalo de los Pandora Papers, se ha revelado como una casta de empresarios se ha enriquecido con contratos multimillonarios. Empresas como Oceanografía (hermanos Sagún), Blue Marine, Oro Negro y Grupo R, además de sociedades ligadas a la corrupta Odebrecht habrían sido parte de la creación de empresas offshore ligadas a paraísos fiscales.
De esta forma, durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto, una casta de empresarios se enriqueció con contratos multimillonarios con Pemex, para luego fugar sus capitales a jurisdicciones secretas.
Según la revista Proceso, el propio Emilio Lozoya, quien estuvo al frente de Pemex durante tres años del sexenio peñista habría sido un destacado cliente de paraísos fiscales a donde llevo los sobornos de la brasileña Odebrech y de otras empresas. En la investigación se observan todo tipo de métodos corruptos para enriquecerse a partir de fideicomisos, sociedades fantasma y desvío de recursos.
Grandes consorcios como el gasolinero Grupo Hidrosina, estaría también involucrado de esta administración corrupta de Pemex, la misma que había sido en 2020 acusada de vender gasolina proveniente del “huachicol”. No solo eso, esta empresa en 2007 recibió de parte del Estado una condonación de impuestos de 133 millones de pesos.
Otros empresarios involucrados en estos escándalos de corrupción son los herederos de Guillermo Cañedo de la Bárcena, un alto ejecutivo de Televisa en tiempo de Emilio Azcárraga Milmo, entre otros grupos empresariales.
Corrupción del Estado capitalista
Estos empresarios, han hecho grandes negocios a partir de explotar el petróleo, se han fugado esos recursos y han participado en hechos de corrupción de la mano de políticos y funcionarios del Estado.
La corrupción es inherente a la administración del Estado capitalista, los gobiernos y la casta de políticos profesionales, viven votando leyes que les conviene únicamente a los grandes capitalistas, buscando hacer negocios con contratos a modo y con recursos públicos.
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Luego tienen el cinismo de decir que Pemex está quebrado. El “libre mercado” que defienden los políticos del PRI o el PAN envueltos en estos escándalos de corrupción, no es otra cosa más que el negocio de sus empresarios amigos.
Mientras ellos acumulan millones y millones de dólares en cuentas offshore, la mitad de la población en el país vive en niveles de pobreza y la clase trabajadora sufre extenuantes jornadas por salarios miserables.
Para acabar con esta corrupción, habría que expropiar a todos estos millonarios que se han enriquecido saqueando nuestros recursos, construyendo un Estado y un gobierno de trabajadores, donde los recursos estén puestos al servicio de la mayoría y no de un puñado que lo fuga a paraísos fiscales.
