El caso de Macaya revela de cuerpo completo no solo como opera la justicia en Chile, sino además como los grandes medios de comunicación construyen la opinión publica en torno a los intereses que protegen.
Viernes 12 de julio
Eduardo Macaya, padre del senador Javier Macaya, presidente de la UDI, fue condenado por delitos de abuso sexual reiterado. El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de San Fernando emitió sanción condenatoria contra el empresario de 71 años. Aunque los principales medios de comunicación empresarial, han buscado minimizar e invisibilizar el veredicto.
Esta acción de los medios empresariales, nada tiene de excepcional, es la expresión concreta del sesgo de clase y del “ pacto” patriarcal que busca esconder el abuso al interior de la familia en la cobertura mediática cuando se trata de figuras relacionadas con la derecha política y empresarial. Por si fuera poco la Corte de Apelaciones de Rancagua decidió cambiar su medida cautelar a arresto domiciliario total tras el pago de una caución de 150 millones de pesos. Justicia para ricos y para pobres, es lo que queda de manifiesto.
El Mercurio, Las Últimas Noticias, La Segunda, y La Tercera del grupo COPESA, han buscado en sus portadas, minimizar el fallo judicial del padre del presidente de la Unión Demócrata Independiente, fuerza política histórica de la derecha chilena, fundada por altos funcionarios de la dictadura, todo esto en contraste con el seguimiento que estos mismos medios han realizado con respecto al caso Jadue, o el de Llaitul, entre otros.
Las Últimas Noticias, ha ofrecido una cobertura mezquina, desarrollando una escasa noticia, sin ninguna referencia en la portada. La Tercera, en la misma línea busca evitar la exposición de Macaya.
¿Algo de sorprendernos? La cuestión es clara, el vínculo de Eduardo Macaya, con su hijo Javier Macaya, busca ser protegido a como de lugar. La hipocresía de la derecha es tal, que en los medios de comunicación estos plantean que no hay necesidad de vincular a ambos con algo tan "personal y delicado". Que nada tiene que ver la influencia política del presidente de la UDI, con respecto a su padre, respecto al trato de privilegio que este ha recibido.
Los medios de comunicación empresarial y de derecha de manera sistemática e histórica han brindado un abordaje con carácter de clase, cuando de sus figuras se trata. Es reconocida la relación que El Mercurio, jugó con la dictadura de Pinochet y que hoy también ha mantenido obviando y disminuyendo la violación de los derechos humanos en el contexto del estallido social vivido en Chile.
En Chile ¿Podemos decir que hay libertad de prensa? Lo primero que tenemos que entender es que a nivel nacional existe una enorme concentración de la prensa.
El Mercurio y el Consorcio Periodístico de Chile S.A - COPESA, lideran más del 80% del mercado comunicacional. En su mayoría, los medios escritos de prensa de las principales ciudades del país.
En radio, sólo 4 grandes holdings controlan gran parte de la emisión radial, existiendo más de 800 conexiones, Radio Chile, Grupo Luksic, Grupo Bethia y Grupo Dial. En televisión, lo mismo, los 4 principales grupos se reparten la emisión, TVN, Grupo Bethia, Grupo Luksic y Time Warner.
Los medios de comunicación se concentran en los grandes grupos económicos que los financian logrando masificar sus ideas de manera mucho más potente en comparación a medios independientes, que sostenemos quienes no tenemos nada que ver con estas vinculaciones, como lo es el caso de nuestro medio La Izquierda Diario Chile, lo que significa una brecha enorme de posibilidades de llegar a mayores sectores de la población.
Imponen de ese modo, el discurso de los grandes empresarios y los sectores más conservadores con los cuales los grandes medios perpetúan su ideología. Resulta, entonces, que no todos gozamos de libertad de expresión, sino sólo pequeños sectores, aquellos que están ligados a la defensa de los grandes empresarios y la ideología de su clase.
Revisa acá la discusión sobre el caso de Macaya en el programa Sin Filtros, donde Dauno Tótoro dejo en silencio al panel de la derecha, exponiendo la diferencia de como la prensa trata el caso de Jadue y Llaitul versus como cubre el caso de Macaya:
Joseffe Cáceres
Trabajadora UMCE y vocera de Pan y Rosas Chile