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Red Internacional
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Costo de la vida. Los alimentos por el cielo y los sueldos por el suelo: Luchemos por el aumento de salario y un mínimo de $650 mil

Con una inflación que está al borde del 10% todo está más caro. En el caso de los alimentos la situación es peor y han aumentado más del 13% resintiendo el bolsillo del pueblo trabajador. Pero mientras son millones a los que el sueldo no les alcanza para llegar a fin de mes, los empresarios amasan fortunas y el año pasado registraron históricas ganancias. Los dueños del país se llevaron cerca de US$35 mil millones de dólares en ganancias, algo similar a la suma de los dos primeros retiros de las AFP. Así y todo, Boric propone aspirinas y parches para solucionar la crisis. Hay que pelear por un plan de lucha desde los sindicatos para subir los sueldos, elevar el mínimo a $650 mil sobre la línea de la pobreza y que se suban de acuerdo a la inflación.

Sábado 9 de abril de 2022

Este viernes se dieron a conocer las cifras de la inflación para marzo y las noticias no fueron buenas. El precio de los alimentos está disparado y en un año acumula una subida de 13% los que se sienten en los bolsillos del pueblo trabajador con sueldos que no alcanzan para llegar a fin de mes. Todo mientras los grandes empresarios obtuvieron ganancias millonarias. Según informó la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), las grandes empresas obtuvieron un récord de US$35 mil millones de dólares en utilidades. Los Luksic, Matte, Angelini, Piñera o Paulmann sonríen mientras la gran mayoría del país sufre las consecuencias de la crisis. Todo mientras Boric propone subir el sueldo mínimo en 4 años a 500 mil como si las urgencias pudieran esperar y más encima el resto de los sueldos no suben. Los alimentos por el cielo y los sueldos por el suelo.

La inflación golpea el bolsillo del pueblo y Boric propone aspirinas

Las cifras vienen a comprobar una realidad que se siente mes a mes. Durante marzo, los alimentos marcaron aumentos récord. Desde 1993 que el IPC no subía tanto en un solo mes y los alimentos están en su nivel más alto en 12 años. Para dimensionar el alza, en un año la carne subió 25,9%, el pollo 28%, los tomates 27%, el pan 19,1%, el gas licuado 19%, el aceite 32% y la parafina 72%. Casi todos los productos de consumo popular han subido pero los sueldos se mantienen congelados.

Si se consideran los datos entregados por el Ministerio de Desarrollo Social, para un hogar de 4 habitantes, solo con un sueldo de $500.449, es decir unos $615.000 pesos brutos se puede superar la línea de la pobreza. En otras palabras, a la propuesta del gobierno de subir el sueldo mínimo bruto a $400 mil pesos, le faltan $215.000 para cubrir las necesidades básicas de una familia de 4 personas. Seguramente con la creciente inflación esa distancia se agrandará mientras transcurra el año.

Con todo, se ha transformado en una frase común de los políticos y economistas del sistema decir que la inflación es culpa de la propia población y de los retiros de las AFP. El Ministro de Hacienda de Boric, Mario Marcel, cercano al PS, dijo que un nuevo retiro sería una “bomba” para la economía, pero apenas proponen un plan con bonos focalizados y un gasto mínimo del estado (US$3.700 millones). El costo entero de su plan para todo el 2021 no alcanza a ser lo que cuestan dos meses de IFE Universal. Se trata de una burla para todo el pueblo trabajador.

Estos políticos de sueldos millonarios nada dicen de los factores externos como la guerra en Ucrania que han llevado al nivel más alto en 30 años de los alimentos según la ONU. También ocultan la responsabilidad de los grandes empresarios en la inflación. Según el mismo Banco Central, las grandes empresas registraron ganancias millonarias el año pasado retirando utilidades récord y llevándolas al extranjero, bajando la inversión y llevando al país a una recesión. Fueron más de US$50 mil millones los que se llevaron al extranjero, debilitando al peso y contribuyendo al encarecimiento del dólar y los bienes importados.

Todo a costa de sus impresionantes ganancias. Según datos de la CMF, la Compañía Sudamericana de Vapores CSAV de Luksic fue la empresa privada que reportó más utilidades en el 2021, con US$3.210 millones de dólares, casi lo mismo que todo el plan de Boric. Las empresas forestales donde están Arauco, Masisa y CMPC de los grupos Matte y Angelini registraron ganancias por más de US$1.592 millones de dólares. La Banca en total contabilizó utilidades por US$4.383 millones de dólares.

Los grandes empresarios que manejan los principales sectores de la economía regulan los precios a su antojo y no tienen ninguna vergüenza en aprovecharse en la pandemia. La colusión de los precios del gas y el aumento sideral que tuvo el sector durante los peores meses de la crisis lo demuestra.

Por un plan de lucha para imponer una salida para el pueblo trabajador

Para enfrentar la inflación hay que tomar medidas de fondo partiendo por un salario mínimo de $650 mil pesos que supere la línea de la pobreza. Luchar por el aumento general de los sueldos y su subida automática según la inflación de los alimentos. Este programa debe ser complementado con la necesaria reducción de la jornada laboral, una de las más extensas del mundo con 45 horas a la semana. Es necesario establecer el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y cesantes sin reducción de sueldo, bajando la jornada laboral a 6 horas diarias, 5 días a la semana, para terminar con el desempleo.

Estas demandas básicas deben tomarse en conjunto con medidas contra los grandes empresarios como un impuesto progresivo a las grandes fortunas, el monopolio del comercio para impedir la fuga de capitales, la nacionalización de los monopolios que especulan con los precios de los alimentos y servicios básicos. Para esto los sindicatos deben ponerse al frente y llamar a movilizaciones contundentes contra el aumento del costo de la vida, impulsar reuniones de coordinación con organizaciones estudiantiles que se vienen movilizando por el aumento de la beca BAES (que Boric subió unos míseros $4.800 mensuales), organizaciones del movimiento de mujeres, territoriales, ollas comunes para acordar un plan de movilizaciones; además de conformar comités entre trabajadores y usuarios para controlar los precios y denunciar las subidas arbitrarias.