La hija del senador y líder nacional del sindicato petrolero, ya cuestionado por escándalos de corrupción, mostró en su boda brazaletes de casi 2 millones de pesos.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 26 de mayo de 2017
En redes sociales se mostró indignación por la ostentosa boda de la hija del senador y Secretario general del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps. Los siete brazaletes de oro que el diario Reforma trajo a los reflectores esta mañana son valuados en cerca de 2 millones de pesos, claro sin contar el dinero gastado en la ostentosa boda por el civil de Paula Romero, quien desde 2014 ha sido cuestionada por los usuarios de las redes sociales por presumir lujosos viajes en aviones privados por el mundo.
La impunidad y la corrupción que impera en nuestro país es la razón de fondo para que esta indignación se manifieste en redes sociales. Este evento al que asistieron varios funcionarios del gobierno de la Ciudad de México incluido el Jefe de Gobierno, así como miembros del gobierno federal y actores de la política nacional, deja ver que entre ellos, los de arriba, se cubren las espaldas.
El líder del sindicato petrolero ha sido señalado por corrupción y enriquecimiento ilícito ya varias veces, en el año 2000 por ejemplo, fue acusado de haber desviado mil millones de pesos a la campaña del priista Francisco Labastida y más recientemente en 2013 se cuestionó la posesión de un Ferrari y viajes por el mundo tanto del senador como de su hija, a pesar de que según el mismo Deschamps afirma que su sueldo mensual en Pemex es como el de un obrero, ascendiendo a 24 mil 633 pesos mensuales.
Con viajes y lujos que van desde aviones privados hasta la compra de botellas de vino por más de 10 mil pesos, el “dueño de Pemex” como se le bautizó a Romero Deschamps en 2010, y su familia, ostentan lujos que ningún trabajador en México podría costear incluso si se trabajara sin descanso durante 10 años.
En nuestro país los escándalos de corrupción y desvíos, así como de enriquecimiento ilícito parecieran ya naturales, la idea insertada en el pueblo de que los ricos siempre fueron y serán ricos es una forma de engañarnos y de ocultar que muchos actores de la clase política se enriquecieron a base de robos, fraudes y explotación desmedida de trabajadores.
A cambio de esos millones de pesos y una vida de lujo para él y su progenie, Carlos Romero Deschamps avaló las reformas estructurales -entre ellas la energética, la educativa, la laboral-, la entrega de Pemex y el remate de los campos petrolíferos al capital privado, así como las decenas de miles de despidos de trabajadoras y trabajadores de la paraestatal.
Mientras las mayorías nos sostenemos apenas con salarios de miseria que no alcanzan ni para la canasta básica, esta élite mantiene lujos a costa del pueblo.
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