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Red Internacional
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BREXIT. Los conservadores se rebelan y provocan otra derrota para May en el Parlamento

El intento de Theresa May de extender los plazos de negociación fue derrotado por 303 votos frente a 258 este jueves en la Cámara de los Comunes. Un sector del propio partido de May se rebeló y amenaza con dimitir. Más presiones para una May cada vez más debilitada.

Viernes 15 de febrero de 2019 11:26

El Parlamento británico rechazó este jueves una moción con la que Theresa May buscaba renovar el respaldo de los diputados a su plan de continuar negociando con Bruselas el acuerdo del "brexit".

El sector más euroescéptico de los conservadores ha criticado el texto porque incorporaba de forma implícita una enmienda ya aprobada en enero, por la cual Cámara de los Comunes descarta abandonar la Unión Europea sin un acuerdo el próximo 29 de marzo.

La moción de May, que fue derrotada por 303 votos frente a 258, precipitada por la abstención de cerca de 60 diputados conservadores, tiene un peso simbólico ya que no es vinculante, pero suma presión sobre la mandataria ya que se desnuda una vez más sus dificultades para controlar a un grupo de diputados de su propio partido y lograr una mayoría parlamentaria. Incluso hoy el diputado conservador proeuropeo Dominic Grieve, exfiscal del Estado, advirtió que varios miembros del gobierno pueden dimitir si May no retrasa el "brexit" en caso de que no haya acuerdo para finales de febrero.

Los "tories" euroescépticos anunciaron minutos antes del voto su intención de abstenerse, lo que precipitó la derrota de la primera ministra, lo que a su vez debilita negociador respecto a Bruselas.

La cláusula rechazada indicaba que el Parlamento "reitera su apoyo al plan para abandonar la Unión Europea expresado por esta Cámara el pasado 29 de enero de 2019 y toma nota de que el diálogo entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre el mecanismo de salvaguarda para Irlanda del Norte está en marcha", dijo Grieve.
La primera ministra negocia con la UE cambios en el acuerdo, especialmente la salvaguarda o "garantía" incluida en el texto para asegurar que no se levanta una frontera fija entre las dos Irlandas. La UE, sin embargo, se ha mostrado contraria a reabrir el diálogo sobre el tratado que se cerró en noviembre y mantiene que la salvaguarda es necesaria para mantener los acuerdos de paz firmados en la región en 1998, que prevén que no haya frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

Los conservadores euroescépticos temen por su parte que ese mecanismo obligue al Reino Unido a mantenerse en las estructuras comerciales comunitarias durante años, lo que dificultaría que Londres firme acuerdos comerciales con terceros países. "Si la primera ministra se niega a eso, creo que afronta una elección muy difícil" puesto que puede darse una retirada "sin acuerdo, el no-acuerdo se concretará. Todo sería caótico", agregó Grieve.

El ministro para el "Brexit", Stephen Barclay, trató durante el debate parlamentario de ganar el respaldo de ese grupo crítico al asegurar que el gobierno ejecutará la ruptura con la UE en la fecha prevista, el 29 de marzo, aunque para entonces no se haya ratificado un acuerdo.

May, sin muchas más opciones sobre la mesa, se comprometió a regresar al Parlamento a finales de este mes para volver a someter a votación su hoja de ruta, en caso de que todavía no haya logrado redefinir los términos del acuerdo del "brexit".