El martes 2 de febrero ciento veinte trabajadores fueron desvinculados de sus puestos de trabajo en el ex Ministerio de Planificación Federal, para pasar a formar parte del Call Center, cuya sede está en La Matanza.
Viernes 12 de febrero de 2016
Aquel martes 2 de febrero será uno de esos días que no olvidaré jamás. Quedarán en mi retina los rostros de desconcierto, dolor e impotencia, de los ciento veinte compañeros que fueron desvinculados de sus puestos de trabajo en el ex Ministerio de Planificación Federal, para pasar a formar parte del Call Center, cuya sede está en La Matanza.
Luego de un mes y medio, entre idas y vueltas, en el que no definían quién nos iba a absorber, nos comunican que pasaríamos a depender del Ministerio de Energía y Minería, al mando del Ingeniero Juan José Aranguren.
Esta noticia no nos sorprendió porque el “radio pasillo” era cada vez más intenso. Pero sí quedamos shockeados al enterarnos el nuevo destino que tenían pensado para nosotros.
Ese día, que fue tan caluroso como húmedo, recibimos una de las noticias más nefastas por parte de nuestros “nuevos empleadores”. El encargado de transmitirnos todos los detalles fue el Director de Recursos Humanos, José Casanova: “Esta reunión la convocamos para informarles, ahora de manera oficial, que para continuar teniendo una relación laboral con este Ministerio, deberán ir a trabajar al Call Center ubicado en La Matanza”.
La mayoría de nosotros somos periodistas, comunicadores sociales, fotógrafos, diseñadores gráficos, editores, entre otras tantas profesiones, que se ven vapuleadas y menospreciadas por las nuevas directivas que impuso el Gobierno de Mauricio Macri.
“No es una negociación. Los estamos poniendo al corriente de que las áreas donde ustedes trabajaban han sido desafectadas. Estarán aquellos que lo acepten y los que no. Nosotros en ese sentido, no le vamos a poner ninguna traba a nadie”, argumentaba Casanova en un tono imperativo.
Con lágrimas en los ojos y los puños apretados, una señora con más de veintinueve años trabajando en Área de Ceremonial y Protocolo del ex Planificación, alza la voz para preguntar qué pasará si no acepta esta propuesta laboral: “Nosotros lo que estamos ofreciendo es la posibilidad de continuar vinculados laboralmente al Ministerio, no tenemos otra cosa para ofrecerles. Si ustedes no aceptan ir a trabajar allá, no es que los desvinculamos, ustedes renuncian. No tenemos otra tarea para darles”, sostuvo, una vez más, el Director de Recursos Humanos. Gritos, portazos y el llanto de un bebé presente en la sala, no fueron suficientes para que cambiara el rumbo de la historia.
Muchos compañeros llevan más de doce años trabajando en la función pública, y hoy se ven “castigados” por haber sido empleados de la gestión anterior. “El nuevo Gobierno en lugar de llegar a tomar medidas para mejorar la condición de los trabajadores, sigue con políticas de precarización laboral”, sostiene un empleado del Ministerio, quien prefiere resguardar su identidad, por temor a ser perseguido.
A través de las redes sociales los compañeros damnificados difundieron el siguiente comunicado: “Somos empleados de Prensa del ex Ministerio de Planificación y pasamos a formar parte del Ministerio de Energía y Minería. Después de un mes y medio de incertidumbre, donde nos pidieron los CV cinco veces y de un examen poco serio y ridículo, fuimos citados, junto a compañeros de otras áreas, para comunicarnos que nos van a enviar a trabajar al Call Center en La Matanza.
Muchos de nosotros llevamos más de doce años desempeñando tareas específicas y afines a nuestra profesión, y esto significa un perjuicio para nuestra formación y experiencia. Creemos que es un “castigo” y un mecanismo indirecto de desvinculación. Por eso queremos darle visibilidad a estos hechos”.
A pesar de haber transcurrido una semana nada cambió, muchos compañeros comenzaron su nueva tarea en el Oeste, bajo condiciones poco agradables. Sin embargo, no bajaremos los brazos, continuaremos luchando para que se nos reconozcan nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras.
Ante la ola de despidos, desvinculaciones, reasignaciones y maltrato hacia los empleados públicos, el próximo 24 de febrero se realizará una huelga general en todo el país. La consigna es: Defender los puestos laborales.